"La gente es un animal de costumbres". Esta cita intemporal de Benjamin Franklin es muy poderosa en todos los ámbitos de la vida, especialmente en el mercado de valores.
Buenos Hábitos - Malos Hábitos = Valor Neto
La mayoría de las personas que no tienen éxito no son conscientes de sus hábitos y van por la vida con el piloto automático. Esa es una (gran) razón por la que la mayoría de la gente no sobresale en la vida. Por otro lado, las personas exitosas, conscientemente se esfuerzan por construir buenos hábitos.
Los hábitos son binarios
Siempre que puedo, me gusta simplificar las cosas. Me aporta claridad y me ayuda a comprender mejor los elementos importantes necesarios para tomar una decisión saludable. Dicho esto, en mi opinión, los hábitos son binarios. Un buen hábito es el que ayuda a la gente a avanzar hacia el objetivo deseado. En cambio, un mal hábito aleja a las personas de sus objetivos.
Invertir es como pilotar un avión
A largo plazo, el mercado de valores tiene un sesgo alcista. Sin embargo, a corto plazo, los mercados pueden ser volátiles. Para la mayoría de los inversores prudentes, no para los que realizan inversiones extremadamente arriesgadas, los mercados financieros pueden ser comparables a pilotar un avión.
Las turbulencias pueden ser inevitables, pero con perseverancia se puede alcanzar el objetivo.
Tres hábitos que comparten la mayoría de los inversores de éxito
1. Invertir a largo plazo
Un poderoso hábito que comparten la mayoría de los inversores de éxito es que son pacientes e invierten a largo plazo. La gente está programada para la gratificación instantánea.
Sin embargo, invertir requiere paciencia. Ésa es una de las principales razones por las que la mayoría de la gente no triunfa en Wall Street. Invertir a largo plazo es contraintuitivo porque requiere que la gente desarrolle una habilidad diferente: la Gratificación aplazada. La mayoría de la gente quiere el rápido golpe de dopamina de entrar en una acción y luego salir muy rápido para una ganancia rápida.
Los inversores de éxito hacen lo contrario. Planifican a largo plazo. Comprenden el poder de la capitalización. Conocen los peligros de la gratificación instantánea y el poder de la gratificación diferida en Wall Street.
2. Tomar decisiones racionales, no emocionales
Otro hábito muy poderoso que comparten la mayoría de los inversores de éxito es que toman decisiones racionales, no emocionales, con su dinero. Este es un principio básico que compartí en mi libro número 1 en ventas, Análisis Psicológico. Recordá, la mayoría de las personas están emocionalmente apegadas a su dinero.
Eso significa que toman decisiones emocionales, y a menudo sesgadas, con su dinero, no decisiones racionales/objetivas. Los inversores de éxito hacen lo contrario. Crean reglas que los ayudan a tomar decisiones racionalmente, no emocionalmente.
3. Estudiar el precio y entender los números
Otro hábito poderoso es aprender a analizar objetivamente el precio, entender - y usar - los números, para tomar decisiones inteligentes con su dinero. El precio es la única variable que aparece en su declaración de corretaje.
Es la única variable que determina si gana o pierde dinero en Wall Street. Sin embargo, mucha gente se pierde analizando todos esos otros factores e indicadores que no les sirven. En cambio, los inversores de éxito entienden el precio. Entienden los números y, lo que es más importante, saben cómo utilizar el precio y los números para tomar decisiones inteligentes con su dinero.
Tradingview.com tiene un potente filtro de valores que ayuda a la gente a clasificar innumerables variables y relacionarlas con el precio subyacente. Dedicar tiempo a aprender a utilizar herramientas como ésta proporciona a los inversores de éxito una gran ventaja. Hablé con Pierce Crosby, Director General de TradingView, y él me inspiró para escribir este artículo.
Él dijo: "Al trabajar con miles de operadores e inversores de todo el mundo, algunas lecciones consistentes salen a la superficie. Desarrollar buenos hábitos es un ingrediente clave que comparten casi todos los inversores de éxito."
Conclusión
Las personas somos criaturas de hábitos. Pregúntese: ¿Cuáles son mis hábitos? ¿Son buenos o malos? ¿Cómo puedo convertir mis malos hábitos en buenos hábitos? El eterno consejo de Ben Franklin es útil en todos los ámbitos de la vida, no sólo en el mercado.
*Con información de Forbes US