Viviana González trabaja desde hace más de una década en Pilay. Dentro de su carrera un punto de inflexión fue haber aprendido a mirar un balance desde el lado de un inversor. "Qué le importa, qué le conviene, qué información necesita para sentirse seguro y tomar la decisión de invertir". Así fue que fusionó su trabajo en la gestión de los fondos con una veta inversora. Ahora, al frente del área de Administración y Finanzas de la empresa analiza las necesidades de los inversiones y cuenta qué buscan las nuevas generaciones.
Con una cartera en 1.800 clientes activos en Campiglia Pilay y otros 900 en su producto Metros Cuadrados, Pilay logró tener "la demanda creada desde antes y vamos construyendo a medida que los clientes van pagando", afirmó su gerenta de Finanzas, Viviana González y subrayó que los ingresos promedio de su primer fideicomiso rondan los $ 60 millones mensuales, y los del segundo, $20 millones. Todos los meses eso se vuelca en las obras de más de 900 apartamentos que Pilay tiene bajo su gestión.
Consultada acerca de qué debe mirar un inversor a la hora de definirse por un producto, González aseveró que "la información es todo".
Como fideicomiso financiero de ahorro Pilay reporta trimestralmente al Banco Central, declara sus ingresos y cómo se invierten. "No tengo conocimiento de que exista en plaza otro tipo de inversión con esa cantidad de información para el inversor", remarcó.
"Si tenés una calificación de riesgo de grado de inversor quiere decir que cumplir con los estándares de seguridad para el cliente", enfatizó González. A Pilay la calificación de riesgo BBB otorgada por CARE le permitió volverse atractivo tanto para el mercado internacional como para el nacional, "que es nuestro foco principal", resaltó. Hoy por hoy más de 80% de su cartera de clientes residen en Uruguay y un 11% de quienes invierten desde el exterior son también uruguayos que quieren invertir en su país.
A su vez, la rentabilidad de sus productos está atada al Índice de Costos de la Construcción (ICC) que en los últimos 20 años promedia un 10% anual.
La estabilidad de inversión en moneda nacional y un producto tangible a largo plazo son variables relevantes para González. Además, en el caso de Pilay, la alternativa de Metros Cuadrados los acercó a los jóvenes por ser una inversión a menor plazo (entre dos y tres años) que también permite rentabilizar el ahorro. "Quizás no tenés una capacidad de ahorro mensual, pero sí un bono semestral o anual y querés reformar tu casa podés comprar metros y cuando los cobres tenés la plata rentabilizada al ICC", sostuvo.
Nuevos horizontes para 2025
De cara al próximo año, la gerenta de Finanzas aseveró que Pilay tiene como meta comenzar con la construcción de su proyecto en Ciudad de la Costa donde se van a construir más de 400 departamentos en dos torres, "es un proyecto hermoso frente a la Rambla en el costado del arroyo Carrasco", detalló. A esto se le suma la entrega de proyectos construidos como el caso de Charrúa, una torre ubicada en el barrio Cordón cuya entrega está prevista para marzo. El foco también estará en la búsqueda de nuevos terrenos para avanzar con nuevos ladrillos y más metros cuadrados.