Tesla, el fabricante de coches eléctricos a cargo de Elon Musk, dio a conocer los resultados financieros del primer trimestre del año, en los cuales se expuso una gran desmejora.
En primer lugar, la compañía registró ingresos por US$ 21.301 millones, un 9% menos que en el mismo periodo del año anterior, lo que representó la mayor caída desde el 2012. Además, la cifra no superó las expectativas del mercado de US$ 22.150 millones.
Del total, la mayor parte (US$ 17.378 millones) provino de la venta de autos, mientras que el resto se dividió entre Servicios (US$ 2.288 millones) y Generación y Almacenamiento de Energía (US$ 1.635 millones).
A su vez, la empresa anunció una ganancia neta de US$ 1.536 millones, un 48% menos que en el primer trimestre del 2023. Por acción, el beneficio ajustado fue de US$ 0,45, frente a un pronóstico medio de los analistas de US$ 0,51.
En cuanto a la producción, Tesla fabricó 433.371 unidades y vendió 386.810 en el primer trimestre. Sólo los Model 3/Y representaron 412.376 coches de producción y 369.783 de entregas.
“Experimentamos numerosos desafíos en el primer trimestre, desde el conflicto en el Mar Rojo y el ataque incendiario en Gigafactory Berlín, hasta la gradual rampa de producción del Model 3 actualizado en Fremont. Excluyendo Cybertruck y los tiempos muertos no programados, nuestro costo de bienes vendidos por unidad disminuyó secuencialmente, impulsado principalmente por menores costos de materias primas”, detalló Tesla en un comunicado.
“Las ventas globales de vehículos eléctricos continúan bajo presión, ya que muchos fabricantes de automóviles priorizan los híbridos sobre los vehículos eléctricos. Si bien esto es positivo para nuestro negocio de créditos regulatorios, preferimos que la industria continúe impulsando la adopción de vehículos eléctricos, lo cual está alineado con nuestra misión”, añadió.
A pesar de los malos resultados financieros, las acciones de Tesla subieron un 5% en la rueda posmercado. No obstante, aún acumulan un retroceso del 40% en lo que va del año.
