El mercado accionario estadounidense está siendo duramente golpeado, tal como se refleja en el desempeño del S&P 500, que ya retrocedió más de un 23% en lo que va del año. Sin embargo, no se compara con lo que están sufriendo las empresas chinas que cotizan en Wall Street.
El índice Nasdaq Golden Dragon China, compuesto por acciones de compañías chinas que se negocian en Estados Unidos, ya se desplomó más de un 75% desde el máximo histórico de febrero de 2021 hasta la actualidad, posicionándose en los 5.163 puntos, un nivel no visto desde julio de 2013.
La fuerte liquidación se aceleró en las últimas jornadas, cuando se agravaron las preocupaciones sobre las perspectivas de ganancias de la región, el cual se potenció por el aumento de casos de coronavirus en Beijing que llegó al pico de cuatro meses.
El sentimiento del mercado sigue siendo frágil mientras el presidente Xi Jinping celebra la reunión del Congreso del Partido Comunista, que finalizará esta semana. El yuan onshore de China también se desplomó a un mínimo histórico el martes.
En este marco, Louis Lau, gerente de cartera en Brandes Investment, declaró que los inversores están decepcionados de que no haya ninguna señal de relajación futura de las políticas de cero Covid y se prometió un mayor apoyo para el sector inmobiliario.
Los cambios salvajes en el grupo también han atraído apuestas bajistas. Durante los últimos 30 días, el mercado experimentó un aumento del 3,6%, o US$ 635 millones, en ventas al descubierto de acciones chinas que cotizan en Estados Unidos, de acuerdo al análisis de Ihor Dusaniwsky, director general de análisis predictivo en S3 Partners.
Si bien las bajas dejaron a las empresas cotizando con buenos ratios en comparación con sus aspectos fundamentales, los inversores todavía desconfían debido a que las acciones chinas están ligadas a potenciales conflictos y regulaciones políticas difíciles de controlar y predecir.