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La psicología de Warren Buffett para elegir acciones y cuál será según él la industria del futuro

John Dobosz

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Los inversores adoran a Warren Buffett. Pero su sorprendente éxito en las inversiones se debe tanto a su astuto conocimiento del comportamiento del consumidor como a su capacidad para descubrir gangas financieras.

14 Mayo de 2024 14.48

Warren Buffett es una especie de tesoro nacional. Desde 1965, su Berkshire Hathaway proporcionó un rendimiento anual compuesto del 19,8%, frente al 10,2% del índice S&P 500. Es la sexta persona más rica del mundo, con un patrimonio neto de 133.000 millones de dólares, que se comprometió a donar a causas filantrópicas. Buffett goza de una credibilidad instantánea cuando comunica sus ideas sobre la inversión y la vida, como hizo generosamente para sus accionistas con cartas y reuniones anuales.

Buffett se ganó el apodo de “Oráculo de Omaha” por sus explicaciones llanas sobre la inversión en bolsa y la propiedad de empresas, algo en lo que mucha gente fracasa porque las emociones del miedo y la codicia invaden en momentos inoportunos. El modus operandi de Buffett fue encontrar un negocio que le guste, comprarlo y mantenerlo idealmente para siempre.

La junta anual de accionistas de Berkshire Hathaway del pasado fin de semana fue la primera para Buffett, de 93 años, desde que el vicepresidente Charlie Munger falleciera el pasado noviembre a la edad de 99 años, y era evidente que Buffett operaba en una dinámica diferente sin su compañero cascarrabias que durante tanto tiempo complementó los largos discursos de Buffett con mordaces ocurrencias y sagaces frases de una sola línea.

Buffett echaba claramente de menos la compañía de su amigo. En un momento dado, cuando terminó de responder a una pregunta sobre la generación de energía eléctrica en Utah, Buffett se volvió instintivamente hacia su izquierda y dijo: “¿Charlie?”. Charlie no estaba allí. La silla estaba ocupada por el sucesor ungido de Buffett, Greg Abel, presidente y CEO de Berkshire Hathaway Energy, y vicepresidente de operaciones no aseguradoras desde 2018.

Forbes lleva informando sobre la magia de Buffett con las acciones desde noviembre de 1969, cuando publicamos nuestro primer perfil suyo, “Cómo Omaha vence a Wall Street”. En aquel momento, su Buffett Partnership tenía unos activos de 100 millones de dólares. Hoy los activos de Berkshire Hathaway superan el billón de dólares.

La estrategia global de Buffett evolucionó a lo largo de los años debido en gran parte a los consejos que recibió de Munger. Buffett comenzó su carrera como un inversor de acciones de oferta al estilo de Graham y Dodd, pero más recientemente sus grandes éxitos vinieron de poseer franquicias duraderas a precios razonables. Las grandes posiciones de Berkshire Hathaway en empresas emblemáticas como Coca-Cola (KO), American Express (AXP) y Apple (AAPL), así como en empresas de su propiedad como GEICO, fueron los principales motores de las seis décadas de éxito inversor de Berkshire.

En la reunión anual de este año, los comentarios de Buffett sobre algunas de sus mayores posiciones revelaron hasta qué punto utiliza la psicología del comportamiento para guiar muchas de sus posiciones. Dados sus años de experiencia, gran parte de ello es intuitivo.

La evaluación de los niveles generales de miedo y codicia entre los inversores siempre guió la inversión de Berkshire Hathaway. En 1964, Buffett aumentó sus acciones de American Express después de que una de las empresas que financiaba fuera descubierta traficando aceite para ensaladas fraudulento. El miedo hizo caer las acciones de Amex más de un 50%, pero más tarde se recuperaron y subieron cuando el miedo se disipó.

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Warren Buffett junto a Charlie Munger.

Berkshire Hathaway sigue teniendo acciones de American Express en la actualidad -por un valor de más de 36.000 millones de dólares- habiendo rendido nada menos que un 25.966% en los últimos 50 años. La inversión de 5.000 millones de dólares de Buffett en Goldman Sachs en el nivel más alto de la crisis financiera de 2008 es otro ejemplo de su explotación de los extremos en el comportamiento de los inversores para obtener beneficios.

A continuación, se presentan algunos puntos destacados editados de la junta de accionistas de Berkshire Hathaway de 2024 en Omaha, con especial atención a cómo la psicología del comportamiento pesa en algunas de sus mayores participaciones como Apple, que ahora representa el 43,3% de la cartera de acciones de Berkshire de 336.900 millones de dólares.

Con los años, Buffett y Munger se convirtieron en expertos en valorar el poder de las preferencias de los consumidores. Buffett abordó la importancia de la psicología con ejemplos de cómo utilizó esos conocimientos para tomar decisiones de inversión.

Buffett: La gente especuló sobre cómo decidí invertir mucho dinero en Apple. Una cosa sobre la que Charlie y yo aprendimos mucho fue sobre el comportamiento del consumidor. Eso no significaba que pensáramos que podíamos dirigir un local de muebles o cualquier otra cosa, pero aprendimos mucho cuando compramos una cadena de muebles en Baltimore. Rápidamente nos dimos cuenta de que había sido un error, pero cometer ese error nos hizo más inteligentes a la hora de pensar realmente cuál sería el proceso de asignación de capital y cómo era probable que se comportara la gente en el futuro con los grandes almacenes y todo tipo de cosas en las que realmente no nos habríamos centrado. Así que aprendimos algo sobre el comportamiento de los consumidores gracias a eso.

La siguiente fue See's Candies, que también fue un estudio del comportamiento del consumidor. No sabíamos cómo hacer caramelos. Había todo tipo de cosas que no sabíamos, pero hemos aprendido más sobre el comportamiento del consumidor a medida que avanzábamos. Ese tipo de antecedentes, de un modo muy general, nos llevaron al estudio del comportamiento del consumidor en lo que respecta a los productos de Apple.

Creo que los psicólogos lo llaman “masa aperceptiva”. Hay algo que llega que toma un montón de observaciones que has hecho, y conocimientos que tenés, y luego cristaliza tu pensamiento en acción, una gran acción en el caso de Apple. Supongo que mi mente alcanzó la masa aperceptiva, de la que realmente no sé nada, pero conozco el fenómeno cuando lo experimento.

Tal vez haya utilizado este ejemplo antes, pero si habla con la mayoría de la gente, si tienen un iPhone y tienen un segundo auto, el segundo auto les costó 30.000 o 35.000 dólares, y les dijeran que nunca podrían volver a tener el iPhone, o que nunca podrían volver a tener el segundo auto, renunciarán al segundo auto. Ahora bien, la gente no piensa en sus compras de esa manera, pero yo pienso en su comportamiento, y así decidimos sin saber.

No lo sé. No tengo ni idea de cómo funciona, pero sé lo que significa. Sé lo que significa para la gente, y sé cómo lo usan, y creo que sé lo suficiente sobre el comportamiento del consumidor como para entender que es uno de los grandes productos, quizá el mejor producto de todos los tiempos, y el valor que ofrece es increíble.

De hecho, lo vi con GEICO cuando fui ahí en 1950. No sabía exactamente lo que estaba viendo, pero (el CEO de GEICO) Lorimer Davidson, en cuatro horas, me enseñó lo suficiente sobre lo que era el seguro de auto. Sabía lo que era un auto y sabía lo que pasaba por la mente de la gente. Sabía que no les gustaba comprarlo, pero sabía que no podían conducir sin él, así que eso fue bastante interesante. Entonces él rellenó todos los espacios en blanco de mi mente mientras estaba ahí sentado ese sábado por la tarde. Si podés ofrecer a alguien un buen producto, más barato que el otro, y todo el mundo tiene que comprarlo, y es un gran negocio, es muy atractivo estar en él.

Ninguna empresa hace apenas negocios en todo el mundo como Coca-Cola. Quiero decir, son el refresco preferido en algo así como 170 o 180 de 200 países. Son aproximaciones de hace unos años, pero ese grado de aceptación en todo el mundo es extraordinario.

Becky Quick, de CNBC, señaló que el reciente informe trimestral de Berkshire mostraba que había vendido 115 millones de acciones de Apple. Quick transmitió entonces esta pregunta de un accionista malasio de 27 años: “El año pasado usted mencionó que Coca-Cola y American Express eran las dos posiciones de propiedad parcial de larga duración de Berkshire, y dedicó algún tiempo a hablar de las virtudes de estos dos maravillosos negocios. En su reciente carta a los accionistas, observé que excluyó a Apple de este grupo de empresas. ¿Cambió su opinión o la de su gestor de inversiones sobre la economía del negocio de Apple o su atractivo como inversión desde que Berkshire invirtió por primera vez en 2016?”

Buffett: No, pero hemos vendido acciones, y yo diría que a finales de año, me parecería muy probable que Apple sea la mayor tenencia de acciones comunes que tengamamos. Charlie y yo consideramos las acciones ordinarias como negocios, así que cuando poseemos un Dairy Queen o lo que sea, lo consideramos como un negocio. Cuando poseemos Coca-Cola o American Express, las consideramos como negocios.

Ahora bien, hay diferencias en los impuestos y un montón de cosas, pero en términos de desplegar su dinero, siempre miramos cada acción como un negocio, y no tenemos ninguna manera y no se hace ningún intento de predecir los mercados.

Me interesé por las acciones muy pronto, y me fascinaban. No perdía el tiempo, porque leía todos los libros posibles. Finalmente, tomé un ejemplar del Inversor Inteligente en Lincoln (Nebraska), y decía, mucho más elocuentemente de lo que yo puedo decirlo, que si considera las acciones como un negocio y trata al mercado como algo que no está ahí para instruirle, sino para servirle, con el tiempo le irá mucho mejor que si intenta tomar gráficos y escuchar a la gente hablar de medias móviles todo ese tipo de cosas. 

Eso tenía mucho sentido para mí entonces. El principio básico lo expuso Ben Graham en ese libro, que cogí por un par de dólares. Luego llegó Charlie y me dijo cómo darle un uso aún mejor, y esa es más o menos la historia de por qué somos propietarios de American Express, que es un negocio maravilloso. Poseemos Coca-Cola, que es un negocio maravilloso, y poseemos Apple, que es un negocio aún mejor.

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Warren E. Buffett, presidente de Berkshire Hathaway. (FOTO DE TMOTHY ARCHIBALD PARA FORBES)

A menos que ocurra algo realmente extraordinario, seremos propietarios de Apple y American Express y Coca-Cola cuando (el vicepresidente de Berkshire Hathaway) Greg (Abel) se haga cargo de este lugar. Tendremos a Apple como nuestra mayor inversión, pero no me importa en absoluto, en las condiciones actuales, construir la posición de efectivo. Creo que cuando miro la alternativa de lo que está disponible, los mercados de renta variable, y miro la composición de lo que está pasando en el mundo, lo encontramos bastante atractivo.

Buffett sumó que parte de la motivación para recortar las participaciones de Berkshire en Apple fue lo que él considera unas tasas del impuesto de sociedades históricamente bajas.

Buffett: Casi todo el mundo que conozco presta mucha atención a no pagar impuestos, y creo que deberían hacerlo, pero en Berkshire no nos importa pagar impuestos, y estamos pagando una tasa federal del 21% sobre las ganancias que estamos obteniendo en Apple. Esa tasa era del 35% no hace mucho tiempo, y fue del 52% en el pasado cuando yo estuve operando. El gobierno federal posee una parte de las ganancias del negocio que hacemos. No son dueños de los activos, pero sí de un porcentaje de las ganancias, y pueden cambiar ese porcentaje cualquier año. El porcentaje que decretaron actualmente es del 21%.

Yo diría que con las políticas fiscales actuales algo tiene que ceder, y creo que es bastante probable que aumenten los impuestos. Si el gobierno quiere tomar una parte mayor de sus ingresos, o de los míos o de los de Berkshire, puede hacerlo, y puede que algún día decidan que no quieren que el déficit fiscal sea tan grande -porque eso tiene algunas consecuencias importantes, y puede que no quieran disminuir mucho el gasto- y puede que decidan que tomarán un porcentaje mayor de lo que ganamos y lo pagaremos.

En Berkshire, siempre esperamos pagar impuestos federales sobre la renta sustanciales. Creemos que es lo apropiado. Si enviamos un cheque como hicimos el año pasado, enviamos más de 5.000 millones de dólares al gobierno federal de Estados Unidos, y si otras 800 empresas hubieran hecho lo mismo, ninguna otra persona en Estados Unidos habría tenido que pagar ni un céntimo de impuestos federales, ni impuestos sobre la renta, ni impuestos de la Seguridad Social, ni impuestos sobre el patrimonio. No me molesta lo más mínimo extender ese cheque. Realmente espero, con todo lo que Estados Unidos hizo por todos ustedes, que no les moleste que lo hagamos, y si lo hago al 21% este año y lo hacemos a un porcentaje mayor más adelante, no creo que les moleste realmente el hecho de que hayamos vendido un poco de Apple este año.

El mercado de acciones de China estuvo en contracción. En los últimos tres años, el índice FTSE China 50 rindió un -36%. Se le preguntó a Buffett sobre su apetito por invertir en empresas con sede en China y Hong Kong, y afirmó su creencia de que las empresas estadounidenses proporcionan una exposición internacional suficiente.

Buffett: Nuestras principales inversiones estarán siempre en Estados Unidos. American Express hace negocios en todo el mundo, y ninguna empresa hace negocios en todo el mundo como Coca-Cola. Su grado de aceptación en todo el mundo es, creo, casi inigualable.

Apple, Estados Unidos
“ Poseemos Coca-Cola, que es un negocio maravilloso, y poseemos Apple, que es un negocio aún mejor”, dijo Warren Buffett.

Hicimos un compromiso en Japón hace cinco años, y eso fue extraordinariamente convincente. [En 2020 Berkshire reveló que poseía participaciones en 5 grandes empresas comerciales japonesas Sumitomo, Mitsubishi, Mitsui, Itochu y Marubeni]. Las compramos tan rápido como pudimos. Pasamos un año y conseguimos un pequeño porcentaje de nuestros activos en cinco empresas muy grandes, pero no nos encontrará haciendo muchas inversiones fuera de Estados Unidos, aunque participamos a través de estas otras empresas en la economía mundial.

Entiendo las reglas de Estados Unidos, sus debilidades, sus puntos fuertes, lo que sea. No tengo la misma percepción de las economías en general en todo el mundo. No capto muy bien otras culturas, y la suerte es que no tengo que hacerlo, porque no vivo en un pequeño país que no tenga una gran economía. Ya estoy en una economía que, tras empezar con la mitad de la población mundial, subió a más del 20% de la producción mundial en un periodo de tiempo asombrosamente corto.

Estaremos orientados hacia Estados Unidos. Si hacemos algo realmente grande, es muy probable que sea en Estados Unidos. Soy consciente de lo que ocurre en la mayoría de los mercados, pero creo que es inesperado que hagamos grandes compromisos en casi cualquier país que pueda nombrar, aunque no lo descartamos del todo. Me siento extremadamente bien con nuestra posición japonesa, pero creemos que es muy poco probable que cometamos algún error verdaderamente importante en Estados Unidos en comparación con muchos otros países.

A Buffett se le preguntó cómo afectará la aparición de la inteligencia artificial generativa al mundo de la inversión y a la vida humana en general. Comparó la IA con el desarrollo de la bomba atómica.

Buffett: No sé nada sobre la IA, pero eso no significa que niegue su existencia o su importancia ni nada por el estilo. El año pasado dije que dejamos salir a un genio de la botella cuando desarrollamos las armas nucleares, y ese genio estuvo haciendo cosas terribles últimamente. El poder de ese genio es lo que más me asusta, y además no conozco ninguna forma de volver a meter al genio en la botella. La IA es algo similar.

Está a medio camino de salir de la botella, y es enormemente importante, y alguien lo va a hacer. Puede que deseemos no haber visto nunca a ese genio, o que haga cosas maravillosas. Yo no soy desde luego la persona que puede evaluar eso, y probablemente no habría sido la persona que podría haberlo evaluado durante la Segunda Guerra Mundial, cuando probamos una bomba de 20.000 toneladas que considerábamos absolutamente necesaria para Estados Unidos y que realmente salvaría vidas a largo plazo. También tuvimos a Edmund Teller, creo que fue, en un paralelismo con Einstein, diciendo que con esta prueba se podría incendiar la atmósfera de tal manera que la civilización no continuara. Decidimos dejar salir al genio de la botella, y cumplió el objetivo inmediato, pero si va a cambiar el futuro de la sociedad, lo averiguaremos más adelante.

Ahora bien, AI… hace poco tuve una experiencia que me puso algo nervioso. Hace poco, vi una imagen delante de mis ojos en la pantalla, y era yo y era mi voz y llevaba el tipo de ropa que llevo, y mi mujer o mi hija no habrían podido detectar ninguna diferencia, pero estaba transmitiendo un mensaje que no había hecho yo. Así que si pensamos en el potencial para estafar a la gente,

La estafa siempre formó parte de la escena norteamericana, pero esto me haría estar interesado, si estuviera interesado en invertir en estafas. Va a ser la industria con mayor crecimiento de todos los tiempos. Obviamente, la IA también tiene potencial para cosas buenas, pero no tengo ningún consejo sobre cómo la maneja el mundo porque no creo que sepamos cómo manejar lo que hicimos con el genio nuclear. Sí creo, como alguien que no entiende absolutamente nada al respecto, que tiene un enorme potencial para el bien y un enorme potencial para el mal. Sólo que no sé cómo se desarrolla.

Buffett creó asombrosas sumas de riqueza no sólo para sí mismo, sino también para miles de accionistas de Berkshire Hathaway. Prometió que legará sus riquezas a obras benéficas y permitió a los inversores de Berkshire hacer grandes donaciones a causas favorecidas. En un cortometraje se describe cómo la Dra. Ruth Gottesman canjeó 1.000 millones de dólares en acciones de Berkshire para hacer que la Facultad de Medicina Albert Einstein tuviera matrícula gratuita a perpetuidad.

Buffett: Puede que tenga más ceros, pero es el prototipo de un buen número de accionistas de Berkshire Hathaway. Ruth Gottesman dio 1.000 millones de dólares a Albert Einstein para que cuidara de todos nosotros, y por eso Charlie y yo nos divertimos tanto dirigiendo Berkshire.

Hay todo tipo de empresas públicas ricas en todo Estados Unidos, y desde luego, hay casos en los que en una familia alguien hizo una gran cantidad de dinero y lo dedica a la filantropía, o gran parte de él a la filantropía, como la familia Walton en Walmart, y desde luego Bill Gates hizo lo mismo en Microsoft. Lo que es inusual en Berkshire es el número muy significativo de accionistas de Berkshire en todo Estados Unidos que contribuyeron con 100 millones de dólares o más a sus organizaciones benéficas locales, normalmente sin que la gente lo sepa. Creo que es muchos múltiplos de cualquier otra empresa pública del país.

 

*Con información de Forbes US.

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