Las últimas medidas en el marco del nuevo acuerdo con el FMI revirtieron el leve sendero bajista de la inflación de los últimos dos meses para superar el 7% en el mes de julio, según la mayoría de las consultoras privadas.
Si bien la primera quincena del mes había mantenido la desaceleración previa, las últimas semanas reflejaron un fuerte salto a partir del nuevo dólar maíz y la extensión del Impuesto País a muchas importaciones.
Con las nuevas medidas, menos de la mitad del comercio exterior (46%) se cotiza al tipo de cambio oficial de $273. Ponderado por el peso relativo de bienes y servicios, se exporta a un dólar más cercano a $294 y se importa a $307 (y los servicios a $424). Después del domingo, el tipo de cambio oficial verdadero saltó de $293 a $303, de manera que la devaluación fiscal fue de 3,4%. Asumiendo un pass-through de 25%, significa casi un punto adicional de inflación, indicaron desde Econviews.
De acuerdo al reporte de ICG, en la cuarta semana de julio, la suba de precios de los alimentos promedió 3%, acelerando 0,7 pp respecto la semana anterior y llevando el Índice de Precios al Consumidor mensual al 7,3%.
Por su parte, Eco Go anticipa un alza del 7,1% para julio, mientras que C&T es la que tiene la medición más alta con un 7,7%. El pico que tuvo el turismo debido a las vacaciones de invierno hizo que esparcimiento fuera uno de los rubros de mayor dinamismo en el mes (14%). Se observó una significativa aceleración de la gran mayoría de los precios relevados durante el mes, especialmente a partir de la tercera semana, coincidiendo con la disparada del blue y las nuevas medidas oficiales, que alteraron los tipos de cambio y los precios de importación, subrayaron.
Este rebote se profundizaría durante agosto con subas entre el 8% y el 9% -según Eco Go- como consecuencia del impacto pleno de los anuncios de Massa. Estimamos que estas últimas medidas explicarían cerca de dos puntos de la inflación de agosto. Regulados también tendría cierto impacto con aumentos en tarifas, salud y educación, entre otros, afirmaron.
En tanto, Econviews habla de un incremento del 7,8% para agosto por las distorsiones generadas en el comercio exterior y la presión sobre el dólar blue que avanzó un 10% en dos semanas.
En muchos casos, el impuesto puede caer sobre importaciones que ya se realizaron, pero aún no se pagaron (a mayo la deuda comercial acumulada en 12 meses alcanzaba US$ 10,100 millones). Lo esperable sería que los importadores trasladen el 7.5% al precio de los bienes que entren de agosto en adelante. Más allá del impacto directo, encarecer 25% el maíz pega en la producción de alimentos que lo utilizan como insumo. A las subas de casi 20% en el precio interno del maíz en octubre de 2020 y marzo de 2022, le siguieron aumentos de dos dígitos en el pollo y la leche, agregaron.