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Inversiones: cuál es el sector que potenciará Trump tras su reelección

Gaurav Sharma

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El nuevo presidente electo le hizo un guiño a un sector clave de la economía norteamericana.

11 Noviembre de 2024 08.56

En las primeras horas de la mañana del miércoles, Donald Trump subió al escenario en el Centro de Convenciones de Palm Beach, en la Florida, para declarar su victoria en las elecciones presidenciales. Entre una serie de comentarios políticos y declaraciones, incluyó algunas palabras para la industria petrolera estadounidense, aunque en forma de broma.

El presidente electo señaló: "Déjenme el petróleo a mí. Tenemos más oro líquido que cualquier país en el mundo. Tenemos más que Arabia Saudita. Tenemos más que Rusia". La breve pero enfática referencia a la industria petrolera de EE.UU. en la primera declaración de Trump tras la elección dice algo. Una vez más, como en 2017, el empresario llegará a la Casa Blanca con las credenciales más favorables hacia la energía tradicional que cualquier presidente estadounidense en los últimos 20 años.

Lo que dijo no está lejos de la realidad. Como resultado del espíritu empresarial privado de EE.UU., el país es actualmente el mayor productor de petróleo crudo a nivel mundial, con una producción estable de más de 13 millones de barriles diarios.

Donald Trump
El empresario llegará a la Casa Blanca con las credenciales más favorables hacia la energía tradicional que cualquier presidente estadounidense en los últimos 20 años.

En la actualidad, esta cifra supera con creces la producción de Arabia Saudita, limitada por sus recortes autoimpuestos como parte de los acuerdos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). También supera sustancialmente la de Rusia. Mientras el petróleo estadounidense, especialmente el crudo ligero, se exporta regularmente al sudeste asiático, el país reduce su dependencia de las importaciones extranjeras de manera significativa.

Sin embargo, la volatilidad en los mercados de crudo, con precios aún bajos en comparación con los últimos tres años, US$ 75 por barril de Brent y US$ 72 por barril de WTI, plantea la pregunta: ¿podrá una presidencia pro-petróleo sostener los volúmenes de producción actuales? La respuesta para 2025 parece afirmativa, y hay dos factores clave que contribuyen a esto.

Por un lado, Trump desregulará nuevamente la industria, eliminando restricciones impuestas durante la administración de Biden, como hizo en 2017 al asumir el mando de Obama. Se espera que reactiven las exploraciones en tierras federales y que impulsen la exploración offshore, así como la expansión de los oleoductos norteamericanos, incluyendo el Keystone XL desde Alberta, Canadá, hasta Houston, Texas.

Además, su administración, al menos en los primeros dos años, podría estar bastante desahogada. Tanto la presidencia como el Senado permanecerán en manos de los republicanos y, potencialmente, la Cámara de Representantes también. Esto podría derivar en un gobierno completamente republicano, facilitando nombramientos y decisiones gubernamentales sin contratiempos, lo que representa un escenario favorable para la industria petrolera, que mantuvo una relación tensa con la administración Biden.

Industria petrolera
Trump desregulará nuevamente la industria, eliminando restricciones impuestas durante la administración de Biden.

La noticia de la victoria electoral estadounidense generó una palpable emoción en ADIPEC 2024, el evento más grande de la industria, celebrado en Abu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos, del 4 al 7 de noviembre. Si bien pocos ejecutivos del sector hablaron oficialmente, muchos reconocieron que la "mano fuerte" de Trump es un desarrollo positivo tanto para las grandes compañías petroleras integradas como para los pequeños exploradores de shale.

Parte del impulso para la industria también proviene de la OPEP. Esta semana, el grupo de productores decidió no relajar sus recortes de producción y retrasar esa decisión un mes más, en un intento por mantener el precio del petróleo por encima de los US$ 70 ante la disminución de la demanda en China, que sigue afectando los precios.

No es la primera vez. La OPEP ya evitó incrementar la producción en otras oportunidades, provocando aumentos temporales en los precios. Cada vez que esto sucede, los productores estadounidenses, que deben lidiar con márgenes más altos que sus pares en el Medio Oriente, implementan planes de cobertura a 12 o 18 meses para proteger sus ingresos en niveles elevados.

Fuentes de la industria, tanto en Houston como entre los participantes estadounidenses en ADIPEC 2024, señalaron que muchos aseguraron márgenes de US$ 75 a US$ 80 por barril hasta bien entrado el 2025.

Así, aunque un posible exceso de oferta combinado con una demanda más baja debido a la desaceleración en China y otros factores pueda hacer que los precios caigan el próximo año, muchos jugadores estadounidenses ya protegieron sus márgenes contra una caída a corto plazo. En pocas palabras, la producción estadounidense podría mantenerse elevada en 2025, en parte gracias a Trump y, de forma inesperada, a la OPEP.

*Con información Forbes US.

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