EE.UU. está añadiendo nueva capacidad de energía renovable a un ritmo récord, pero eso no significa que esté listo para abandonar los combustibles fósiles todavía. El país acaba de convertirse por primera vez en el mayor exportador mundial de gas natural líquido (GNL), con unos envíos el año pasado que alcanzaron la cifra sin precedentes de 91,2 millones de toneladas métricas, superando a los principales proveedores, Australia y Qatar.

El aumento de las exportaciones de GNL, impulsado principalmente por la vuelta a pleno rendimiento de Freeport LNG y la fuerte demanda mundial, sobre todo de Europa, pone de manifiesto el papel fundamental de Estados Unidos en el mercado mundial de la energía.

Estados Unidos sigue siendo el mayor productor mundial de petróleo. En octubre, la potencia energética generó la asombrosa cifra de 13,25 millones de barriles diarios, lo que supone el cuarto mes registrado en el que el país alcanza o supera los 13 millones de barriles diarios de media.

Tabla periódica actualizada de los rendimientos de las materias primas

Con este telón de fondo, compartimos con ustedes nuestra siempre popular Tabla Periódica Interactiva de Rentabilidad de las Materias Primas, actualizada para reflejar los datos de 2023.

Las materias primas en su conjunto tuvieron un año desafiante, ya que el grupo terminó con una caída del 12,55% debido a una serie de factores, como el aumento de las tasas, los temores de recesión y la decepcionante reapertura de la pandemia en China.

El exceso de oferta contribuyó a la caída. A pesar de la fuerte demanda mundial, el precio del gas natural se desplomó casi un 44%, su peor año en al menos una década, en gran parte como consecuencia de una producción récord. Según la Administración de Información Energética (EIA), Estados Unidos produjo la asombrosa cifra de 104.900 millones de pies cúbicos por (Bcf/d), un nuevo máximo mensual.

Tras encabezar la lista de materias primas en los dos años anteriores, los precios del litio se desplomaron por la misma razón en 2023. Esto, combinado con las noticias de que el apetito de los estadounidenses por los vehículos eléctricos (VE) podría estar disminuyendo, hizo que el metal de las baterías bajara a precios vistos por última vez en el verano de 2021.

Creo que estos precios más bajos constituyen una atractiva oportunidad de compra. Las materias primas son los componentes básicos de todo lo que usamos y disfrutamos a diario, y a medida que aumenta la población mundial, también lo hace la demanda de estos materiales. 

La Minerals Education Coalition (MEC) calcula que cada estadounidense nacido en 2023 necesitará más de 3 millones de libras de metales, minerales y combustibles a lo largo de su vida. Sólo el año pasado, se necesitaron más de 18 toneladas de materia prima, desde cemento hasta arena y aluminio, por cada habitante de Estados Unidos.

El oro se llevó la corona

El oro fue la materia prima número uno y sólo una de las dos que terminaron el año en números negros, siendo el cobre la otra materia prima (por poco). El metal precioso subió un 13,10% para cerrar el año por encima de los 2.000 dólares la onza por primera vez, y con un precio medio para 2023 de 1.943 dólares, logró su octava subida anual consecutiva. El oro subió en 20 de los últimos 24 años, es decir, el 83% de las veces.

De cara a finales de 2024, creo que el oro recibirá un nuevo impulso cuando la Reserva Federal empiece a recortar tasas. También debería contar con el apoyo de los bancos centrales, que compraron una cantidad récord de oro en los nueve primeros meses del año. Las instituciones financieras compraron 800 toneladas métricas netas de enero a septiembre de 2023, un 14% más que en el mismo periodo de 2022, según el Consejo Mundial del Oro (WGC).

China lideró fácilmente a todos los demás países, acumulando 181 toneladas de oro en los nueve primeros meses, en su intento de apuntalar su moneda y diversificarse lejos del dólar estadounidense. El WGC estima que el oro representa ahora sólo el 4,3% del total de las reservas de divisas del país, frente al casi 70% de EE.UU. Si China llegara al nivel de EE.UU., necesitaría comprar 33.810 toneladas métricas adicionales, es decir, 10 veces más oro que el producido en todo el mundo en 2022.

Antes de continuar, me gustaría señalar que la deuda nacional estadounidense acaba de superar por primera vez los 34 billones de dólares, el equivalente a 101.000 dólares por ciudadano estadounidense, o 264.000 dólares por contribuyente. 

Creo que este es un buen lugar para mirar si quieres saber hacia dónde puede dirigirse el oro en los próximos meses y años. Desde el comienzo de este siglo, la deuda nacional y el oro compartieron un fuerte coeficiente de correlación positiva de 0,9. En términos sencillos, esto significa que ambos tendieron a hacer movimientos similares día a día. Si cree que la deuda va a subir, puede tener sentido considerar una inversión en oro físico y acciones de minería de oro.

Crecimiento sin precedentes del mercado solar en 2023

Por el lado de la energía, el mercado de las energías renovables experimentó avances significativos en 2023, con más de 440 gigavatios de capacidad añadida. Tanto EE.UU. como Europa marcaron nuevos hitos en instalaciones solares, mientras que la contribución de China eclipsó la de todos los demás, añadiendo entre 180 y 230 gigavatios (GW).

Sin embargo, Wood Mackenzie prevé una ralentización del ritmo de crecimiento anual de las instalaciones solares este año. A pesar de ello, el mercado mundial de la energía solar sigue siendo mucho mayor que hace unos años, siguiendo la típica curva en S de rápido crecimiento seguido de una maduración gradual. Se espera que esta expansión beneficie especialmente a la plata, un mineral clave en los paneles fotovoltaicos.

Unas palabras sobre las elecciones

Por último, 2024 es año de elecciones, y cada vez parece más probable que haya una segunda revancha entre el actual presidente de EE.UU. Joe Biden y Donald Trump. Espero que este año se intensifique el vitriolo y la animadversión en comparación con ciclos anteriores, dado que ambos hombres son profundamente impopulares y se enfrentan a cargos penales o a una investigación de impugnación.

Por muy desagradables que se presenten estas elecciones, no preveo efectos sustanciales en el mercado. Aunque parezca mentira, el S&P 500 nunca desplomó en un año de reelección presidencial, y los datos históricos no respaldan la idea de que los resultados electorales influyan profundamente en la rentabilidad de las acciones estadounidenses a largo plazo. Hay otros factores más determinantes en la evolución de las acciones.

Por lo tanto, aconsejo a los inversores que se concentren en las condiciones económicas subyacentes. En un año electoral, la estrategia de inversión más eficaz, en mi opinión, es mantener una cartera diversificada en lugar de hacer apuestas tácticas a corto plazo.

*Con información de Forbes US