La inflación, que en Estados Unidos alcanzó el 8,3% interanual en agosto, no solo repercute negativamente en las finanzas de los pequeños ahorristas y comerciantes, sino también en la situación de las grandes corporaciones multinacionales.
Recientemente, Ford Motor dio a conocer que sus costos de suministros para el trimestre actual superan en US$ 1.000 millones las expectativas anteriores, lo que impactó en sus acciones que cayeron alrededor de un 5% en la rueda posmercado.
A su vez, en el mismo comunicado de prensa, el fabricante de vehículos estadounidense proyectó que espera tener un inventario de entre 40.000 y 45.000 unidades desarrolladas parcialmente para el final del trimestre actual por la falta de algunas autopartes.
Posteriormente, Ford indicó que espera ganancias ajustadas antes de intereses e impuestos (EBIT) de entre US$ 1.400 millones y US$ 1.700 millones para el periodo que finaliza el 30 de septiembre. Para todo el año, espera un beneficio de entre US$ 11.500 millones y US$ 12.500 millones, un total que no varía con respecto a los pronósticos realizados anteriormente.
En el segundo trimestre del 2022, Ford facturó alrededor de US$ 40.200 millones, un 17% más que lo estimado por Wall Street y un 50% más que en el mismo periodo del año anterior. En cuanto a su beneficio por acción ajustado, fue de US$ 0,68, marcando un sorprendente incremento interanual del 423% y un “efecto sorpresa” del mercado de casi el 75%.
“Nos estamos moviendo con propósito y velocidad hacia el período más prometedor para el crecimiento de Ford en toda la historia, para innovar y ofrecer excelentes productos y servicios conectados, aumentar la calidad y reducir costos”, expresó el director ejecutivo Jim Farley.
“Estamos brindando a los clientes excelentes experiencias y valor, mejorando nuestra rentabilidad y haciendo de Ford el líder en transporte de próxima generación”, añadió.
Ajustadas por dividendos, las acciones de Ford acumulan una caída del 28% en lo que va del año, pero están un 287% por encima del mínimo alcanzado en marzo de 2020, durante plena crisis del coronavirus.