Eucalyptus del Sur: el fideicomiso financiero que Nobilis presentó como caso de éxito
La empresa de gestión patrimonial apuesta al mercado secundario. "Esperamos que más inversores lo incorporen a su portafolio”, indicó el CEO, Juan Patricio Enright

El Fideicomiso Financiero Eucalyptus del Sur fue presentado por Nobilis como un caso de éxito. Se tata de un proyecto gestionado por la empresa Plantesia que fue autorizado por el Banco Central del Uruguay (BCU) hace tres meses y ya captó una demanda superior a los US$ 55 millones.

“Este tipo de proyectos nos entusiasma, porque apostamos al desarrollo del mercado de valores y, al margen del mercado primario, nos interesa mucho también desarrollar el secundario, que siga habiendo inversores que puedan participar y que lo puedan incorporar a su portafolio”, indicó Juan Patricio Enright, CEO de Nobilis, durante una presentación en el Club de Ejecutivos Piso 40 en el complejo World Trade Center Montevideo. 

Por su parte, Jerónimo Nin, gerente de Inversiones, aseguró que las inversiones, además de dar rentabilidad, también generan impacto en el resto de la economía. Actualmente, el sector forestal uruguayo emplea a 25.000 personas, lo que representa el 3,6% del Producto Interno Bruto (PIB). Las exportaciones totalizan cerca de US$ 2.445 millones. 

Nin recordó que hoy en día hay más de nueve fideicomisos forestales que ascienden a US$ 950 millones, así como otros fideicomisos en otros rubros, por ejemplo, el real estate.

Para este fideicomiso, se identificó previamente el patrimonio a comprar, lo que permitió trabajar con supuestos reales, así como con áreas y especies plantadas que tienen gran inversión en genética. Este fue su principal diferencial, resaltó Lucía Basso, presidenta de la Sociedad de Productores Forestales y CEO de Plantesia.

Por su parte, el gerente de Inversiones destacó de este proyecto “la generación de flujos en el corto plazo”. “Uno como inversor siempre quiere poder capturar ingresos lo antes posible. En muchos de los otros proyectos se compró la tierra desde cero, se plantaron los arbolitos y hay que esperar para que den ingresos”, comparó.

El plazo del proyecto es de 25 años, con una prórroga de tres. Ocupa 11.300 hectáreas, de las que 7.100 efectivamente ya están forestadas en los departamentos de Lavalleja, Canelones y Maldonado. La ubicación es, precisamente, un atractivo importante, ya que se encuentra a una distancia aproximada de 130 kilómetros de Montevideo, lo que constituye una ventaja logística al momento de trasladar para exportar. 

Números en juego

Durante la presentación se resaltó que los activos forestales tienen una buena relación retorno - volatilidad, en base a datos emitidos por Bloomberg Finance al 30 de setiembre de 2021. Se comparó una renta anual de 8,9% de la forestación (timberland), con el 5,7% de renta fija, el 7,09% de real estate y el 0,4% de materias primas. En el caso de las acciones, hubo un mejor rendimiento (11%), pero con una volatilidad del precio del 15,7%, mientras que en el caso de la forestación fue del 6,8%.

“El riesgo a la baja está muy mitigado, porque se es dueño de la tierra y no se puede destruir su valor. Entonces, la rentabilidad no es la de una acción, pero el riesgo a la baja no es tampoco el de una acción”, indicó el gerente de Inversiones. En el caso puntual de este fideicomiso, la tasa interna de retorno estimada es de 9,04%.

Con respecto a las plantaciones, un 70% es de Eucalyptus globulus, si bien eventualmente esta especie deberá ser sustituida por otras, ya que “ha tenido un problema de sanidad desde el año 2007 en adelante”, indicó Basso.

“El precio de adquisición fue muy bueno. Hay una demanda por campos forestales muy alta, ya sea campos con suelos para actividad forestal o campos ya forestados. Hay muchos inversores extranjeros en Uruguay que buscan la oportunidad de inversión, lo que hace que los precios sigan aumentando”, expresó Basso.

Respecto a los ingresos del proyecto, la CEO de Plantesia afirmó que se prevé vender madera en pie, la forma más usual de vender madera para celulosa. “Esto significa que quien compra la madera es responsable de las operaciones, con el control del vendedor. Además, el volumen que se vende es el que realmente entra a planta”, explicó.