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Elisa Facio
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Elisa Facio: “No tiene sentido no explotar petróleo si lo seguimos importando”

Andrés Oyhenard

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La Ministra de Industria se refirió al avance de la búsqueda de hidrocarburos en el mar en el escenario de un cambio de matriz energética que apuesta a prescindir, cada vez más, del combustible fósil.

15 Julio de 2024 17.49

La ministra de Industria, Energía y Minería, Elisa Facio, es ingeniera de Sistemas de la Universidad de la República (Udelar) y cuenta con una dilatada trayectoria como especialista en ingeniería de software en el sector público y privado. Fue presidenta de la Asociación Nacional de Afiliados (ANDA), vicepresidenta de la Organización de Mujeres Empresarias de Uruguay (OMEU) y lideró la comisión de equidad de género de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI).

En entrevista con Forbes Uruguay, Facio abordó distintos temas vinculados a la cartera —que asumió hace algunos meses, tras ejercer el cargo de directora general de Secretaría del MIEM— como la coyuntura actual de la producción industrial, el potencial del hidrógeno verde, el negocio de la minería y por qué es relevante que el país se adhiera al Tratado de Cooperación en Patentes (TCP).

Elisa Facio
Elisa Facio, ministra de Industria, Energía y Minería. Foto: Leonardo Mainé

El núcleo de la industria manufacturera tuvo contracción del 6% en el primer trimestre del año. La Cámara de Industrias (CIU) viene denunciando hace meses problemas de competitividad por la cotización del tipo de cambio. ¿Lo ve como algo coyuntural o hay algo más estructural de fondo?

Creemos que es un tema coyuntural y vinculado a algunos temas que desde el ministerio siempre estamos buscando atender. Es una cartera de puertas abiertas, siempre estamos escuchando lo que nos dicen los industriales.

Hay temas que podemos manejar y temas que no. Hoy con la Cámara de Industrias tenemos un contacto muy fluido y desde el principio de esta administración se han venido llevando adelante medidas, muchas de las cuales están planteadas precisamente por la Cámara de Industrias.

Claramente desde su cartera no pueden manejar la cotización del dólar, por ejemplo, pero sí otras variables como el costo de la energía, ¿qué se ha hecho desde la política pública en ese aspecto?

Se han hecho muchas cosas desde el principio de esta administración.

Por ejemplo, en energía eléctrica, se modificó el reglamento del mercado eléctrico para que pudiera haber venta de generación de privados a otros privados. Eso surgió de un decreto que se hizo el año pasado sobre potencia firme. Eso es un paso muy importante que se dio justamente para favorecer la baja del precio.

Sigue habiendo cosas para mejorar con relación a los peajes, que se están revisando nuevamente. También permitimos que aquellas industrias que autogeneraban su energía pudieran venderle a UTE. Todo esto se hizo tendiendo a abaratar el costo de la energía eléctrica. 

Con respecto a la fijación de los combustibles, también se ha dado una rebaja de los precios. Me consta que el costo de la energía es un problema para la industria, pero los precios han aumentado muchísimo menos que la inflación en estos cuatro años.

Algunos economistas privados han cuestionado que el Estado resigne ingresos para asistir a una multinacional como Fábricas Nacionales de Cerveza (FNC) y mantenga abierta su planta de Minas. ¿Qué responde?

Estamos en medio de una negociación con FNC y no puedo hacer ningún comentario. Lo que sí puedo decir es que nosotros estamos mirando esto desde el punto de vista de una localidad que quedaría con una planta cerrada y 150 familias
sin trabajo en un lugar del interior del país donde tampoco hay millones de facilidades. Esa es la mirada que estamos teniendo desde el gobierno.

Recientemente el Parlamento aprobó el Acuerdo de Patentes, un reclamo histórico de varios sectores de la economía uruguaya. ¿Qué está en juego con esa adhesión?

En primer lugar, quiero destacar la importancia de que se haya votado por unanimidad el proyecto.

Desde Uruguay Innovation Hub estamos tratando de impulsar la innovación, la ciencia y la tecnología, lo que llamamos industrias de la economía del conocimiento para agregar valor porque creemos que el país puede crecer mucho, como creció en la industria de desarrollo de software.

Para que Uruguay sea un hub de innovación y pueda realmente despegar, necesitamos la adhesión al Tratado de Cooperación en materia de Patentes (PCT). 

No tiene sentido querer desarrollar un sector de la economía del conocimiento en el país y que nuestros investigadores, científicos e innovadores no puedan patentar en el Uruguay y tengan que irse a hacerlo a Chile, Estados Unidos, Brasil o a Francia como pasa hoy con el Instituto Pasteur que patenta en París porque Uruguay no está adherido al PCT.

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Elisa Facio

Un tema que se reflotó en esta campaña electoral es la reducción de la jornada laboral, un planteo que tuvo reparos de cámaras empresariales por su impacto en la productividad. ¿Cómo ve la discusión de esta propuesta?

Depende mucho de la actividad, no todas las actividades pueden desarrollar las cosas de la misma manera. En una empresa que tiene servicio de un horario de atención al público, por ejemplo, tenés una obligación de trabajar con determinadas condiciones, es un poco lo que pasa también con el teletrabajo. No todas las tareas permiten teletrabajar. 

Acá pasa un poco lo mismo. Si hay una posibilidad de medir la productividad y no cae, es posible, pero no es una cosa que se pueda generalizar. 

Hay casos como muchas industrias del software, por ejemplo, que trabajan para el exterior o que tienen 100% de teletrabajo donde se trabaja a resultados por objetivos, no es una industria que trabaja por horario.

La Comisión de Promoción y Defensa de la Competencia acaba de negar dos compraventas de industrias. La venta de tres plantas de Marfrig a su competidor Minerva, y la absorción de Pagnifique a manos de Bimbo. ¿Cómo tomó esos fallos?

Desde el punto de vista de la industria, podemos entender que claramente la escala, en cierta medida, pueda abaratar ciertas cosas, por lo que no vemos mal que exista cierta concentración. También nos parece que hay otras cosas para mirar más allá de la escala de la industria y la productividad. 

Hay que ver otros elementos, en ese sentido, es muy positivo el aporte que hace la Comisión de Promoción y Defensa de la Competencia porque tiene una mirada más global de cosas que de repente en el momento puntualmente no se ven, pero, en el largo plazo, uno termina sufriendo las consecuencias. 

Por ejemplo, en el caso de FNC, que es una empresa que supo tener el 90% del mercado ahora tiene 76%. Y tal vez uno se pregunta cómo llegamos hasta acá. Son cosas que pasaron cuando no existía la Comisión de Promoción y Defensa de la Competencia.

Creo que esa mirada más global de la comisión es positiva y hay que escucharla y considerarla.

Las TIC en Uruguay han dado un salto sustantivo en los últimos 20 años. Ahora la industria se está afianzando con el desembarco de gigantes como Microsoft Lab, Newlab, Google y el posicionamiento de Uruguay como un hub regional. ¿Qué potencial tiene esta industria a futuro?

El desarrollo del ecosistema en general, de la industria del software, de la tecnología de la información ha sido notable en los últimos 35 años. Tenemos profesionales muy sólidos, una industria muy madura. Eso es muy bueno para el país y es muy bueno para toda la población. Uno de los desafíos más importantes que tenemos es en la capacitación, en tener más gente que trabaje en la industria.

Y siempre me gusta recalcar que cuando hablamos de más gente que trabaja en la industria, no estamos hablando solamente de ingenieros sino también de desarrolladores, de personas que hacen testing, que hacen marketing, comunicación, contabilidad, de mucha gente que trabaja en una industria. Es una industria que tiene desocupación cero y que realmente tiene muy buenos salarios.

Hace poco la CUTI presentó un informe de cómo la industria se estaba proyectando para el futuro y realmente el desafío más grande es que haya más gente que se dedique a trabajar en el sector para que lo vea como una oportunidad laboral interesante.

A mí me gusta mostrar cómo puede haber una mujer en el ámbito de la ingeniería y todo lo que se puede hacer. El desafío es que también haya más mujeres en esta industria.

¿Cómo viene la Hoja de Ruta del hidrógeno verde? ¿Se avanza de acuerdo a lo planificado?

Tenemos muchísimo entusiasmo en este ministerio porque lo visualizamos como un sector de exportación y en la Hoja de Ruta está marcado que en 2040 puede haber un sector de exportación tan importante como es hoy la celulosa o la carne con exportaciones por US$ 2.000 millones.

Vengo de una visita por Rotterdam en el puerto de Amberes y en marzo estuve en Berlín, en ambos casos en conferencias de hidrógeno verde. El posicionamiento de Uruguay en este tema es verdaderamente notable. 

Te cuento una anécdota: cuando estábamos en Berlín —era un evento que organizaba el gobierno alemán a través de Ministerio de Relaciones Exteriores y el Ministerio de Economía y Cambio Climático— la ministra de Relaciones Exteriores hizo la apertura del evento y en su speech, en el que habrá hablado 10 minutos, dijo hay países que ya están muy adelantados en estos temas como Uruguay.

A ese nivel tenemos un muy buen posicionamiento. Tenemos dos proyectos grandes (HIF y Tambores) y dos proyectos chicos, piloto, que están en etapa de presentación en el Ministerio de Ambiente para obtener los permisos ambientales. Nosotros impulsamos mucho esta industria, pero vamos a hacer todo siempre con todas las garantías para el ambiente.

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¿No es un poco contradictorio que Uruguay inicie el camino del hidrógeno y, en paralelo, esté buscando hidrocarburos en su plataforma marítima?

En el mundo se habla de una transición en materia de energéticos de 30 años y nosotros al petróleo lo importamos. ¿Por qué cerrarnos esa puerta cuando el mundo entero sigue consumiendo petróleo y gas? ¿Porque tenemos una matriz renovable?

No quiero decir que nosotros vayamos a cambiar nuestra matriz, pero cuando necesitamos prender las centrales térmicas, lo hacemos con gasoil importado. Nuestra matriz industrial y de transporte es mayormente a combustibles fósiles.

No estamos visualizando que en los próximos cinco años eso vaya a cambiar definitivamente. Sí estamos impulsando para que cada vez haya más vehículos eléctricos, pero no deja de ser una minoría en relación a la cantidad de vehículos que tenemos.

Además, tenemos una flota automotriz bastante antigua circulando y la gente tiene el auto 10 ó 15 años. Entonces, no es que dentro de tres años ya vamos a tener todo eléctrico y que desde ese punto de vista no tendría sentido avanzar con la posibilidad de explotar el petróleo si lo seguimos  importando o lo podemos exportar a economías que lo siguen utilizando.

Se han escuchado propuestas a raíz de los cambios en la matriz que se vienen de que no tendría sentido tener a UTE y Ancap separadas en un futuro y que sería oportuno una fusión. ¿Cómo ve ese planteo?

No comparto la visión de la fusión. Son empresas muy grandes y muy complejas y cada una tiene sus propios desafíos. No veo que esa propuesta sea una necesidad y ni siquiera veo que sea algo que vaya a aportar o a generar beneficios. Creo que es mejor ir por el lado de la eficiencia de las empresas tal como están hoy y trabajadas en forma coordinada como se hace desde este ministerio.

Se habla poco de minería en Uruguay, una industria que ha tenido cierta inestabilidad en su desarrollo y con algún fracaso empresarial en el pasado. ¿Cómo está hoy este sector?

Es un poco silenciosa, pero es una industria que realmente se está moviendo mucho. Por ejemplo, los números de exportación de amatistas desde que tomamos la administración a hoy han aumentado muchísimo, y también el valor agregado de lo que se exporta con esas piedras.

En 2022, se promovió una ley para facilitar la exportación de amatistas y para darle beneficios impositivos a las amatistas que se exportaban con valor agregado, no la piedra en bruto sino con algún tratamiento. Eso tuvo muy buena repercusión en una industria que hoy genera 2.000 empleos directos y otros 600 indirectos en minería de piedras semipreciosas.

Ahora estamos impulsando un proyecto de ley para declarar la piedra nacional. La calidad de nuestra amatista es muy buena.

Otra cosa que estamos viendo desde el lado de la minería y se está estudiando son las tierras raras. Es decir, tierras que tienen algunos elementos, no son grandes yacimientos. Ahí aparecen, por ejemplo, el litio, algo muy buscado para el desarrollo de las baterías. Estamos haciendo un estudio con un instituto francés de minería para analizar muestras de esas tierras raras.

Foto: Leonardo Mainé

*Este artículo fue publicado originalmente en Forbes UY del mes de Junio de 2024
 

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