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El precio del gas se desploma al menor valor en 25 años y enciende alarmas en Vaca Muerta

Fernando Heredia

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El cálido invierno en el hemisferio norte y la decisión de Biden de suspender proyectos de exportación de GNL resaltan como los factores principales que explican este fenómeno.

15 Febrero de 2024 10.41

Un nuevo escenario internacional empieza a desafiar el proyecto de exportación de gas de Vaca Muerta. La cotización del Henry Hub, mercado de referencia de los Estados Unidos con fuerte incidencia a nivel global, se desploma incluso por debajo de los precios de la pandemia y alcanza niveles que no se veían desde 1999.

El sendero declinante comenzó a mediados del 2022 cuando llegó a operar a más de 9 dólares el millón de BTU (unidad de medida del gas). De todas maneras, se trataba de un precio de pánico por la guerra entre Rusia y Ucrania que ningún analista proyectaba a largo plazo.

Ya en 2023, se estabilizó apenas por arriba de los 3 dólares y, desde enero del 2024 empezó a descender de forma sostenida hasta alcanzar los 1,6 dólares que marca en estos momentos. 

Hay dos grandes motivos que explican este rumbo bajista que se ve desde comienzos de año. En primer lugar, el invierno del hemisferio norte está siendo más cálido de lo previsto y eso provoca un menor consumo de gas para calefaccionarse. 

En consecuencia, ya a fines de enero, la Administración de Información de Energía de los Estados Unidos (EIA) registró inventarios un 7% por encima del promedio de los últimos cinco años. Un panorama que lógicamente se profundizó en febrero.

El otro factor decisivo fue el rechazo de Biden a los nuevos proyectos de exportación de GNL desde los Estados Unidos que toda la industria descontaba que se aprobarían. Ahora, toda la oferta que estaba pensada en destinarse a clientes externos, tendrá que volcarse al mercado local, con el consecuente impacto en los precios.

“La industria del fracking está bien castigada. Han perforado mucho con miras a exportar y el anuncio de Biden más una moderada demanda hacen que haya una sobre oferta. En los Estados Unidos, la economía está volando y en gran parte tiene que ver con el bajo precio del gas natural que le da una gran competitividad a su industria. Lo contraproducente es que, ya a valores tan bajos, esta actividad se puede frenar y podemos tener un problema de abastecimiento global”, explica a este medio Álvaro Ríos Roca, ex ministro de Hidrocarburos de Bolivia y socio director de Gas Energy Latin America. 

A corto plazo, la Argentina puede verse beneficiada como importadora de GNL de cara a las compras del próximo invierno. Sucede que muchos contratos tienen una fórmula que se vincula a la cotización del Henry Hub. Otros, en cambio, toman el precio del petróleo (Brent) como referencia, el que se mantiene relativamente estable en torno a los 80 dólares. Finalmente, hay contratos spot que adoptan precios fijos y no siguen ninguna de las dos variables. Esta es la opción que eligió Enarsa el año pasado y le implicó un perjuicio económico al no aprovechar el descenso de los precios posterior a fijar ese valor.

Ya en una visión a largo plazo, este nivel de precios enciende alarmas en las productoras de la cuenca neuquina que tienen al shale estadounidense como el gran competidor en el mercado de GNL.

“Esto le pega directo a Vaca Muerta y al proyecto de exportar gas. Vamos en contra de la ruta. Mientras la tendencia del precio internacional de gas va a la baja, acá sube”, dice el analista de mercados Francisco Uriburu.

Sin embargo, es probable que el mercado se ordene solo, dado que un precio de 1,6 dólares por millón de BTU tampoco es rentable para las productoras estadounidenses.

“Si los precios bajos continúan, van a dejan de invertir y la oferta va a bajar. Entonces no creo que afecte a la Argentina como exportadora. Estamos a 8 o 10 años de ver cualquier proyecto de GNL materializado y mientras las condiciones macroeconómicas del país no cambien, no va a avanzar nada. Por eso, primero deberían tomarse los mercados regionales y llegar con gas a Brasil y a Chile. Hay mucho que hacer regionalmente antes de pasar al GNL”, agrega Ríos Roca. 

En ese sentido, el último informe de la EIA destaca que la demanda se mantendrá sólida a lo largo del 2024 y 2025, con un incremento de 2.300 millones de pies cúbicos día.

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