El mercado de Bitcoin atraviesa un momento de definiciones. Solamente hoy, el precio de BTC cayó más de 4 %, cerrando tres jornadas consecutivas por debajo de los U$S 80.000 por primera vez desde noviembre de 2024. Actualmente, cotiza en torno a los U$S 76.534, poco más del 10 % abajo en los últimos 7 días.
Sin embargo, no todo el panorama es bajista. Según datos de la plataforma de análisis suiza Glassnode, el volumen de futuros de Bitcoin aumentó un 64 % en el mismo período. Esta alza contrasta con la tendencia decreciente observada en los últimos meses, y refleja una mayor actividad del mercado. No obstante, el interés abierto (IO), que mide el total de contratos en circulación, cayó un 19 % en las últimas dos semanas.
Esta divergencia entre volumen e interés abierto sugiere que "algunos operadores están cerrando sus posiciones en lugar de mantenerlas abiertas, posiblemente para fijar ganancias o mitigar riesgos", explican desde Glassnode. La combinación de alta actividad con posiciones que se desarman puede interpretarse como una transición de ciclo o incluso un posible inicio de toma de ganancias a gran escala.
ETFs: estabilidad institucional en medio del caos
Mientras tanto, las salidas de ETFs de Bitcoin al contado se mantuvieron sorprendentemente estables dice el informe. En las últimas dos semanas, los retiros totales fueron menores a U$S 300 millones, una cifra baja considerando el contexto macroeconómico global.
Esto contrasta con el comportamiento de los mercados tradicionales: "El S&P 500 perdió en un mes todo el crecimiento acumulado en el último año y muchas acciones han caído más de un 20 %", indica el análisis. Sin embargo, los inversores institucionales en Bitcoin parecen mantener la calma. "Las salidas limitadas de los ETF de BTC al contado sugieren que los inversores institucionales aún no están entrando en pánico", destaca el informe.
Análisis técnico: señales de alerta
El análisis técnico tampoco brinda alivio. Según Pedro Gutiérrez, experto en el mercado cripto de CoinEx, el cruce de medias móviles (la llamada "death cross") entre la media de 50 días (EMA50) por debajo de la de 200 días (EMA200) es una señal de tendencia bajista que ha anticipado caídas del 20 %, 50 % y 48 % en 2021, 2020 y 2018 respectivamente.
"Hoy, la estructura muestra un inquietante parecido con esos escenarios: rechazo en medias móviles, movimiento lateral, pérdida de soportes clave y aumento del volumen en velas rojas", señala Gutiérrez. El análisis Ichimoku refuerza esta visión con una nube gruesa, roja y descendente que actúa como resistencia dinámica, típica de mercados bajistas prolongados.
Además, el MACD muestra cruce bajista con pendiente negativa y sin señales de agotamiento. "Esto no es una toma de ganancias superficial. Es una liquidación activa de posiciones, que podría intensificarse", advierte el especialista.
Niveles a seguir y contexto global
Los niveles técnicos clave a monitorear incluyen los U$S 73.000 como soporte inmediato. Si se rompe esta línea, el rango de U$S 70.000 a U$S 65.000 podría actuar como próxima zona de contención. De quebrarse también, los U$S 60.000 y hasta los U$S 55.000 serían los soportes históricos más probables, coincidiendo con el 61,8 % del retroceso de Fibonacci.
Este escenario se desarrolla en medio de una fuerte tensión geopolítica y económica. A la caída de más del 3 % en los futuros de EE.UU. se sumó un derrumbe del 6 % en el crudo WTI, lo que podría indicar una desaceleración de la demanda global. A su vez, el presidente Donald Trump impulsó una escalada arancelaria contra más de 50 países, generando represalias de China, Francia y la Unión Europea.
"Históricamente, este tipo de ambiente ha sido tóxico para los activos de riesgo", concluye Gutiérrez. Aunque Bitcoin ha sido considerado una reserva de valor digital, en contextos como este tiende a comportarse como un activo de alto beta, es decir, con fuerte correlación a la renta variable.
En este clima de alta volatilidad, los inversores enfrentan una decisión difícil: preservar capital o redoblar la apuesta en un activo que, si bien incierto a corto plazo, muchos siguen viendo con potencial a largo plazo.