Chevron Corporation, la segunda petrolera más grande de Estados Unidos y una de las más importantes del mundo, presentó los balances del último trimestre de 2022, los cuales reflejaron impactantes beneficios, aunque no alcanzaron a satisfacer las demandas del mercado.
En primer lugar, la empresa registró ventas por US$ 56.473 millones en el último periodo del año, un 17% más que en el mismo trimestre de 2021 y un 5% más que la estimación de Wall Street. Para todo el 2022, los ingresos llegaron a los US$ 246.252 millones, frente a los US$ 162.465 millones del ciclo anual pasado.
A su vez, la ganancia total trimestral fue de US$ 6.378 millones, lo que representa una mejora interanual del 26%. De esta manera, el beneficio por acción ajustado fue de US$ 4,09, cuando el consenso era de US$ 4,16. Anualmente, los montos fueron de US$ 35.608 millones y US$ 18,83.
Registramos un récord de ganancias y flujo de caja en 2022, mientras incrementamos las inversiones y aumentamos la producción estadounidense de la compañía hasta un máximo, sostuvo Mike Wirth, presidente y director ejecutivo de la compañía.
Nuevamente en 2022, cumplimos con nuestras prioridades financieras: devolver efectivo a los accionistas, invertir capital de manera eficiente y pagar la deuda, agregó.
Los resultados se dieron a conocer luego de que Chevron anunciara un megaplan de recompra de acciones de US$ 75.000 millones, tres veces más grande que el último programa de 2019 y equivalente a casi una cuarta parte de la capitalización bursátil de la empresa.
La petrolera también comunicó un aumento de dividendos del 6,3% hasta los US$ 1,51 por acción por trimestre, o US$ 6,04 por acción por año, lo que representaría una rentabilidad anual del 3,4% contemplando la última cotización de alrededor de US$ 180.
A pesar de los sólidos resultados financieros, los inversores no se mostraron contentos con Chevron por no superar todas las expectativas, por lo que decidieron vender sus acciones e impulsaron a la baja su precio en más de un 4%.