La balanza comercial de bienes finalizó junio con un déficit de US$649 millones, el más alto del año, y acumuló en lo que va del 2023 un rojo de US$5.142 millones. El resultado del mes contó con un fuerte desplome de las importaciones, de casi 20% respecto al mismo período del año anterior, principalmente por el recorte que presentó el sector energético.
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) informó este martes que el Intercambio Comercial Argentino (ICA) totalizó en julio los US$12.769 millones. En detalle, las exportaciones fueron de US$6.060 millones, con una caída del 22,4% interanual, y las importaciones de US$6.709 millones, un retroceso de 19,1% interanual.
El déficit comercial del mes fue de US$659 millones y en siete meses acumuló US$5.142 millones. Este valor contrasta con el superávit de US$2.493 millones que dejó el mismo lapso de 2022.
Las exportaciones reflejaron nuevamente el impacto de la sequía, ya que las ventas externas de los productos primarios y las manufacturas de origen industrial mostraron un recorte de 41,3% y 26,1% interanual, respectivamente. Aunque este efecto fue compensado por la caída de las importaciones, principalmente del rubro energético.
Desde la consultora ABECEB señalaron: “Los valores importados cayeron 19,1% anual en julio, dando la premisa que fue un mes de restricciones severas para importar. No obstante, el efecto más relevante de la caída fue la depresión de precios, especialmente de los combustibles (-11,2%), bienes intermedios (-7,1%) y bienes de capital (-4,6%)”.
“Los rubros que explican la caída de las importaciones son en primer lugar, y con distancia del resto, los combustibles, que permitieron ahorrar USD 1.434 millones, con una caída de 60,7%, y en segundo lugar el sector automotriz, donde se importaron USD 157 millones menos, lo que implica una caída de 78,5%. Luego, los bienes de consumo cayeron 5%”, detallaron.
La falta de divisas llevó al Gobierno a endurecer el cepo importador en los últimos meses a través de primero una devaluación fiscal, luego un salto discreto del tipo de cambio oficial y a un endurecimiento de las trabas para acceder a los permisos del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA). De hecho el Gobierno debe acumular US$1.000 millones hasta diciembre para cumplir con el acuerdo del FMI.
Al respecto, la consultora ACM advirtió: “En este contexto, bajo la premisa de que las exportaciones mantengan una trayectoria similar a la observada hasta ahora, sería necesario reducir las importaciones aproximadamente en un 25,5% en lo que resta del año. Esto equivaldría a una disminución de alrededor de US$20.000 millones en comparación con el año anterior”.