Eduardo Costantini: "A la gestión de Caputo hasta hoy le pongo un 9 pero después depende si viene un plan integral"
Alex Milberg Director
Alex Milberg Director
En un momento donde muchas empresas abandonan la Argentina, en un mercado de capitales con mucha potencialidad, pero que con la coyuntura siempre queda en promesas, ¿por qué tenés la convicción de seguir creciendo?
Soy el hijo del tumulto. Si bien tengo 77 años, nunca viví en estabilidad. Tal vez en la década del 90' hubo algunos años (seis, si querés), pero fuera de eso siempre hubo crisis, siempre eran promesas. Entonces, es mi ambiente: lo normal es lo anormal. Y cuando se llegó a esta decisión -unos dos años atrás-, no sabía que iba a ganar Milei o qué iba a pasar en las elecciones.
Siempre pensando a largo plazo…
Totalmente. Tal vez podría haber habido una híper… Pasé todas las híper. En la de acá de los 80', tenía las acciones del Banco Francés, que terminé de materializar el paquete en el 91 con Cavallo. Así que eso no lo sabía. Lo que sí sabíamos es que TPCG es una empresa seria, tiene nuestro perfil desde el punto de vista ético profesional, es muy respetada, tiene muy buena gente, muy buenos clientes y a su vez somos muy complementarios con Consultatio.
¿Por qué?
Por ejemplo, nosotros tenemos desarrollado la banca personal, como el work management, que manejamos como One Billion. Ellos están dedicados al mundo corporativo, iban a comenzar a incursionar en eso. Por otra parte, ambos tenemos operaciones en Uruguay, pero ellos tienen actividades en el mercado local uruguayo, que nosotros no. Tienen mejores acuerdos con entidades internacionales, con plataformas de trading internacional, que al volcarlas ahí en conjunto el grupo obtiene un ingreso marginal que se nos hace muy interesante. Somos un poco más fuertes en la administración de fondos locales, pero la fusión haría que ese segmento creciese un 80% más o menos, entonces pasamos a ser el tercer administrador no bancario más importante de la Argentina.
¿Qué balance hacés a cinco meses de gobierno? ¿Es sostenible el ajuste en cuanto a la tensión social? ¿Cuál es el horizonte optimista que ves en este panorama?
Hay un proceso nuevo en la Argentina. Hago sobresalir el hecho de que gana un presidente diciendo que va a ajustar en un país y una política que no iban más. Lo dice abiertamente, con eso gana las elecciones y produce un ajuste muy importante. Es muy meritorio. Además, hay resultados de índices inflacionarios, de acumulación de reservas, de aumento de la demanda de activos financieros, un cambio brusco en las expectativas (que son muy importantes en la economía) que ayuda a este proceso. Eso está muy bien y es muy valioso. Por otro lado, es fundamental que haya apoyo político, una base más sustentable y consistente en el largo plazo con los gobernadores y el Congreso. Que haya una reforma fiscal después de todas las desregulaciones y leyes estructurales necesarias.
Hay un país (o la mayoría) que dice: "Vamos a hacer un cambio". Por supuesto que iba a haber un ajuste, es imposible que no lo haya. En un país que tiene que hacer un ajuste, el presidente baja su popularidad. Y después, cuando va cosechando los frutos de esa estabilidad, empieza a recuperar popularidad con la esperanza de ser reelegido.
¿Ves un plan de estabilización, más allá de la política de shock inicial, para poder seguir bajando del 8% a valores de un dígito pero más cercanos a 0% mensual?
Eso lleva más tiempo. Por ejemplo, un tema es la apertura de la economía, que es un proceso de transformación económica productiva muy grande que requiere años. Es probable que la Argentina tenga una inflación elevada, bastante más alta que cualquier país latinoamericano. Pero si está explicitado y la población ve que es la dirección correcta, Argentina podría lograr ese cambio para bien a largo plazo. Ahora hay una pulseada, una lucha de poder muy fuerte, estás produciendo un cambio sideral. Tenes que achicar el Estado, bajar los gastos… Cuando se rechazó la Ley de Bases, la Ley Ómnibus, independientemente de que había cosas que no iban ni por casualidad, no es que la política se da vuelta y dice: "Ofrezco esta alternativa de equilibrio fiscal a largo plazo". Eso proviene del liderazgo del Presidente y tiene que tener la capacidad de negociación para lograr algo posible.
Decías: "Imagino muchos años de inflación elevada, a menos que se dolarice". ¿Creés que sigue siendo una alternativa aquella idea original de Milei? ¿Puede ser factible en el corto plazo?
La dolarización es porque no podés mantener una disciplina responsable a largo plazo.
Un último recurso
No es buena la dolarización, porque no podés estar atado a una moneda. Tu realidad macroeconómica no es la realidad de Estados Unidos y perdés la posibilidad de la política monetaria, que es un instrumento moderno contemporáneo en cualquier país del mundo. Ahora, si tener esa herramienta significa ir a una demagogia, a un populismo, y empezar a emitir de nuevo, sería una irresponsabilidad. El sistema monetario está en la superficie, es un medio. Por ejemplo, en Alemania, la Constitución permite un déficit de 0,35% del producto. Tenemos que hacer realmente una ley de equilibrio fiscal con sanciones serias para quien la vulnere.
Estamos a mediados de abril de 2024. Del 1 al 10, ¿cuántos puntos le das a Luis Caputo, hasta ahora, como ministro de Economía?
En esta instancia, 9. Después, viene un plan integral.
¿Es la persona indicada?
No lo sé. Hasta ahora tiene 9, si hay 9 no cambiemos nada. Es inteligente, puede tener un equipo… Todos tenemos fortalezas y debilidades, y si sos inteligente tenés que buscar los recursos humanos que integren un equipo.
Empezaste el año con una compra que sacude el mercado financiero. ¿Qué sueños tenés a nivel de negocios e inversiones para lo que queda del 2024?
Siempre crecer. Tratar de ser creativos, de infundir dinamismo a la gente y a nuestro equipo, aprender. Hay cambios vertiginosos de innovación, tecnología; hay fuertes cambios en nuestro país. Me parece un muy lindo desafío. Siempre encontrar el sendero de crecimiento y mejora profesional.