Mantenerse a salvo de los estafadores de criptomonedas nunca ha sido tan importante como ahora. ¿Por qué siguen trabajando contra la gente? Si errar es humano, ¿cómo puede la gente apreciar lo que impulsa una estafa exitosa? Aquí hay un desglose de cuatro razones por las que las estafas criptográficas persisten contra inversores nuevos y experimentados.
Persuasión
Los estafadores confían en su capacidad para convencer a las personas con urgencia. Llegan incluso a la manipulación, utilizan la ingeniería social y hacen todo lo que pueden para perfeccionar su ilusión. La infame estafa de Onecoin, por ejemplo, se llevó US$ 25 mil millones. Como un esquema piramidal clásico, los fondos de los nuevos inversionistas pagaron a los inversionistas antiguos. Al pretender vender contenido educativo y paquetes de tokens, "funcionó" bien hasta que colapsó en su propio diseño.
Para gran decepción de los inversores que interactuaron con él, nunca tuvo una criptomoneda. Era una máquina de acuñar dinero que solo funcionaba para los fundadores, y se detuvo cuando los problemas legales expusieron su naturaleza fraudulenta. No hace falta decir que los "retornos" rápidos que ofrecieron a sus primeros inversores fueron fundamentales para la persuasión de que necesitaban atraer a los inversores desprevenidos. Como nota adicional, el concepto de "paquetes" y las criptomonedas no están relacionados.
Persistencia
La estafa de BitClub Network, además de la persuasión, mostró una fuerte persistencia en atraer nuevos usuarios a su estratagema. Durante unos cinco años, de 2014 a 2019, la red BitClub creció como un fenómeno global. Incluso se pensó que era imparable hasta que arrestaron a sus fundadores. Como insulto a la injuria, el esquema Ponzi cambió el nombre de algunas de sus "operaciones" a "Ciudad Minera" a finales de 2019.
Fue difícil, en algunas regiones, diferenciar entre BitClub y Bitcoin, porque la red marcó su material en gran medida utilizando imágenes relacionadas con Bitcoin. Muchas de sus presentaciones descartaron preguntas técnicas difíciles sobre su minería e insistieron en que sus usuarios compraran "paquetes" de minería para permitirles ganar diariamente hasta por 1.000 días.
La euforia que rodeaba a sus "superestrellas" sin duda dejó huella en los inversionistas desprevenidos. Desafortunadamente, se llevaron al menos US$ 722 millones.
Promesas
Con respecto a la tasa de rendimiento, las estafas prometen rendimientos altísimos. A modo de comparación, en inversiones tradicionales, una estimación conservadora de 10 - 20% anual es razonable dentro del riesgo calculado. Las estafas, por otro lado, a menudo "eliminan" el riesgo, al tiempo que ofrecen un alto rendimiento en poco tiempo. Muchos inversores desprevenidos consideran que esta oferta es el trato de su vida, solo para perder todo lo que aportan a la plataforma.
Irónicamente, los criptoestafadores comienzan con una falsa demostración de apoyo, comprensión y divulgación de su "éxito" hasta que engañan brutalmente a los inversores. De repente se vuelven inalcanzables, cuando su verdadero objetivo se materializa. Por ejemplo, Plexcoin prometió 1,354% en retornos. Dado que era un valor no regulado, la SEC lo cerró y les ordenó devolver US$ 20 millones de los fondos robados.
Proliferación
Las estafas criptográficas son las tramas menos creativas de las estafas financieras. Muchos de ellos copian estafas existentes, cambiando apenas mucho su diseño. Prometen ganancias rápidas y hacen que algunas personas sean lo suficientemente "ricas" u opulentas como para vender su estilo de vida como el producto clave de su trama.
Estas estafas también utilizan los mismos trucos, como convencer a familiares y amigos para que participen en la próxima decisión financiera "más importante" que tomarán para lograr su libertad. Venden la idea de altos rendimientos con bajo riesgo. Además, aprovechan las lagunas de conocimiento de las personas y lo combinan con el miedo a perderse algo. Muchos de ellos son igualmente depredadores, ya que tienden a apuntar a personas interesadas en la educación financiera, pero la corrompen con aspiraciones infundadas. De hecho, son maestros de la ilusión. Lo terrible de su ilusión es hacer que el dinero de la gente real desaparezca después de que sus trucos surtan efecto.
Lo único que difiere de una estafa criptográfica a otra es su escala. Aunque en los primeros días de las estafas criptográficas había un conocimiento disperso sobre ellas, ahora hay más recursos para ayudar a los inversores a identificar posibles estafas antes de que pierdan dinero.
Olla proverbial de oro
El hecho de que los primeros participantes en una estafa realmente se beneficien muestra a otras personas desprevenidas que sí funcionan. La desafortunada realidad es que las estafas criptográficas funcionan hasta que los fundadores ejecutan un tirón de alfombra. Al apuntar a la codicia y bombear su esquema antes de que lo descarten, logran que su ilusión sea realista.
Las estafas criptográficas utilizan de manera convincente a personas influyentes, personas famosas y otros marcadores de éxito social para vender sus ilusiones. Lanzan palabras relacionadas con (pero que no tienen nada que ver con) Bitcoin, éxito, libertad financiera, estilo de vida de lujo, influencia, opulencia e ingresos pasivos. Todas estas cosas en su forma legítima tienen valor, pero en una estafa criptográfica, el fuego está a la vuelta de la esquina.
Para concluir con estas consideraciones, piense en una estafa que casi lo atrapa. ¿Por qué te atrajo? Si en cambio le pasó a alguien que conoces, ¿qué se perdió de la estafa que llevó a la pérdida de su dinero?
Para que la adopción de criptografía crezca al próximo millón para sus casos de uso legítimos, será imperativo identificar, comprender y, en última instancia, escapar de las trampas que instalan.
*Nota publicada en Forbes EE.UU.