Cuatro consejos prácticos de ahorro para terminar el año con las "cuentas en orden"
Para algunas personas, el arranque del último trimestre del año se trata de un verdadero disparador para replantear múltiples cuestiones de la vida, y las finanzas no son la excepción.

La llegada de octubre no sólo marca el inicio de un nuevo mes, sino también el del último trimestre del año. Si bien para muchas personas el tema de los cronogramas y calendarios no es más que una "construcción social" carente de sentido, lo cierto es que para otras se trata de un verdadero disparador para replantear múltiples cuestiones de la vida, y las finanzas no son la excepción. En estos casos, el último trimestre del año implica preparar todo para terminar el ciclo "con las cuentas en orden". Afortunadamente, lograrlo es muy sencillo: sólo bastan cuatro pasos.

1. Revisá y recortá

En primer lugar, llega el momento de revisar y recortar gastos para mejorar la capacidad de ahorro y sanar las finanzas personales. Hoy en día, hacerlo es realmente muy fácil gracias al extendido uso de las cuentas digitales. De hecho, según Coelsa, hay alrededor de 228,5 millones de cuentas bancarias y no bancarias abiertas en el país, lo que equivale a un promedio de casi siete cuentas por argentino.

Entonces, lo que debemos hacer es simplemente tomarnos el tiempo de anotar todos los gastos fijos que consumen los ingresos y clasificarlos en esenciales y no esenciales. Luego, en el caso de los indispensables, hay que tratar de buscar alternativas más económicas (como cambiar de proveedor de internet). Y en cuanto a los consumos de ocio o comodidad, hay que analizar si vale la pena mantenerlos; de ser así, entonces también llega el momento de encontrar opciones que cuesten menos (como pasar a productos con mejor relación calidad-precio).

 

Muchas veces, al estudiar los gastos, detectamos los peligrosos gastos hormiga (aquellos que individualmente no representan mucho dinero, pero que juntos sí lo hacen) y los gastos fantasma (suscripciones que pagamos automáticamente por bienes y servicios que no utilizamos para nada). En ambos casos, también es momento de replantearlos para ahorrar más.

2. Analizá la deuda

Por otra parte, la llegada de la recta final del año también es ideal para analizar la situación de deuda, esa herramienta que mal utilizada puede ser muy destructiva y, literalmente, arruinar el futuro económico y personal de un individuo o familia.

En este punto, lo primero que hay que hacer es chequear con todos los bancos y tarjetas que utilizamos cuánto dinero debemos exactamente y de qué forma lo hacemos. A veces, una pequeña deuda olvidada con altos intereses puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza. Y otras veces, una deuda grande puede ser refinanciada a una menor tasa de interés y con un mayor plazo de vencimiento.

 

En tanto, si tenemos numerosas deudas de bajo valor, pero alto interés, entonces tal vez convenga obtener un préstamo de "consolidación de deuda" para saldar todas y quedarte con una única obligación mensual controlada de mediano plazo. Cada persona es un mundo, por lo que hay que investigar muy muy bien las deudas.

3. Controlá tus inversiones

Para llegar a fin de año con las "cuentas en orden" y una situación financiera personal bajo control, también es indispensable verificar cómo se están comportando nuestras inversiones y si siguen siendo compatibles con los objetivos y necesidades iniciales.

Evidentemente, la gran mayoría de las inversiones, en especial si se trata de acciones, son de largo plazo y no deben tocarse en lo absoluto hasta que maduren. Pero puede suceder que la compra inicial se haya realizado sin conocimientos suficientes, de forma aleatoria y con una idea base errónea. En estos casos, puede llegar a ser mejor desprenderse de una mala inversión en lugar de conservarla en cartera.

 

Además, en lo que va del año, algunas obligaciones negociables pudieron haber amortizado todo el capital para dejar todo el saldo líquido disponible en la cuenta comitente. Por estos motivos, no está de más revisar las distintas plataformas de los brókers y hablar con un asesor financiero de confianza en caso de que sea necesario.

4. Armá un presupuesto

Por último, llega el momento de implementar una de las herramientas más poderosas dentro de la gestión financiera: el armado de un presupuesto.

Concretamente, el presupuesto consiste en un documento que tendrá todas las proyecciones de gastos, ajustadas por inflación, vinculadas al porcentaje de ingresos que se les destinará. La idea es mantener el orden y la disciplina y no desviarse de este presupuesto para evitar el derroche y los gastos innecesarios.

Pero llevar a cabo un presupuesto también ayuda a tomar consciencia de los consumos para poder detectar más fácilmente si estamos gozando de un estilo de vida austero y sostenible o uno más consumista y peligroso que puede arruinarnos en caso de perder la principal fuente de ingresos.