"Consideramos que el Q-1 (primer trimestre) de 2023 será el suelo del mercado de las criptomonedas" dijo desde Luxemburgo a Forbes Uruguay el CEO de Protein Capital, el español Alberto Gordo, en pleno derrumbe de divisas digitales y la quiebra de FTX el viernes 11.
Gordo estuvo semanas atrás en Montevideo reunido con dos de los brokers locales candidatos a ser, desde febrero del año próximo, el representante de este hedge fund en criptoactivos. Su meta es captar inversores profesionales uruguayos, argentinos o brasileños residentes en nuestro país, que inviertan de US$ 50.000 a US$ 300.000 cada uno. El abordaje de la plaza nacional le llevó año y medio de viajes o trámites para respaldar sus activos digitales en Suiza.
Ante la crisis de la plataforma FTX de intercambio de criptomonedas, el CEO emitió una nota urgente a sus inversores —a la que Forbes Uruguay tuvo acceso— en que planteó tres escenarios. El mejor, a su entender, era que su competidora "Binance adquiere FTX", lo que se descartó pues pendían "resolverse temas regulatorios de monopolio".
El segundo escenario, en difícil proceso que actualmente pasó a la intervención, es la "búsqueda de otro comprador de FTX”. La tercera opción, considerada como más grave, es que "FTX va a suspensión de pagos, y aquí lo que es una incógnita es saber cuál es el tamaño y a qué empresas afectaría dicho cierre".
Cree que "de los tres escenarios, el más negativo es el último y las posibles caídas del mercado dependerían del tamaño de las pérdidas". El responsable de Protein Capital aclaró que, “a pesar de que FTX estaba en el top 10 por capitalización”, no estaba dentro de su cartera pues, por "filosofía de inversión durante los ciclos bajistas, nosotros estamos prácticamente un 80% en BTC (bitcoin) y 20% en ETH (ethereum)", cuyas cotizaciones de igual forma cayeron.
Vale precisar que tanto el 12 de octubre en Uruguay como el 20 de octubre en España, Gordo había dicho —ante un CEO del BBVA— que “falta un impulso bajista más antes de tocar el piso” de cotización de criptomonedas y “un rebote” luego del primer cuarto del año que viene.
I am Sam
La tradición dictaba que el nombre condicionaba el destino de un ser humano. Desde esa óptica, haber invertido en el negocio de un financista de 30 años apellidado Bankman-Fried ("banquero frito", en inglés) no debería haber parecido buena idea o muy alentador, salvo que se llamaba Sam en EE.UU. y era tío —como gran donante— del gobernante Partido Demócrata.
El viernes 11 de mañana debió renunciar y declararse en bancarrota, tras vanos intentos desesperados por salvar su plataforma de intercambio, bajo acusación de usar US$ 10.000 millones de los US$ 32.000 millones de sus clientes para invertir con su trading crypto Alameda Research, que aún giró US$ 50 millones, fuera del alcance de las autoridades, cuando estalló el escándalo.
Como claro mensaje sobre la proyección de esta nueva crisis —que hundió al bitcoin al cuarto de su precio de hace un año— se encargó de la bancarrota al mismo abogado John Ray III, que supervisó en 2001 la quiebra de la energética Enron, mayor bancarrota en la historia de EE.UU.
Modelo copiado de crisis bancaria
La experiencia bancocentralista es que en la raíz de la mayoría de crisis bancarias está el uso de depósitos para financiar empresas colaterales o vinculadas al grupo bancario. En el mismo sentido, el experto español Alberto Gordo fundamenta que la plataforma de Exchange FTX estaba usando el dinero de los consumidores —que debía devolver— para que su fondo se dedicara a arriesgarlo.
Sam, CEO de la firma de comercio de criptomonedas Alameda Research fundó en 2019 FTX, uno de los cinco mayores exchange globales de activos digitales, financiado por Binance. Esta se libra de las acciones de FTX en 2021 pues regulatoriamente eran competidores, cobrando US$ 2.000 millones, pagos en la criptomoneda de FTX (FTT) y en stablecoin de Binance (BUSD).
Gordo argumenta que, cuando se supo que Alameda "tiene posiciones muy apalancadas sobre FTT (token de FTX), pues bien unos días después el CEO de Binance anuncia por Twitter que va a liquidar todas su posiciones de FTT", la criptomoneda que entraba bajo sospecha, por unos US$ 530 millones, "con lo cual el token se desploma más de un 80% y esto hace que Alameda Research entre en problemas de liquidez", causando "que los usuarios de FTX ante esta situación se apresuran a sacar sus activos digitales de FTX" por otros US$ 5.000 millones.
Explicó desde Luxemburgo que, como FTX es un exchange, tiene prohibido “especular o invertir con el dinero de sus usuarios, por lo tanto si los clientes quieren sacar los activos digitales no habría en principio ningún problema a no ser de que parte de esos activos digitales FTX los haya enviado a Alameda Research para invertir o usarlos como colateral y aquí es donde está la gran duda: ¿por qué FTX paraliza todas las salidas de activos digitales de su plataforma? A no ser de que lo hayan enviado a Alameda Research no habría ningún problema”, argumenta.
Como conclusión para Protein Capital, sobre cómo van a manejarse con su exposición a las criptomonedas con el dinero que capten en Uruguay, Alberto Gordo dice que "en momentos cuando se producen estos eventos de limpieza de activos que no están bien gestionados, una vez que demos por concluido este mercado bajista es cuando empezaremos a tener mayor ponderación en los activos digitales que hayan pasado ese ciclo bajista con mayor fortaleza".
Proa a Uruguay
Como conclusión para Protein Capital, sobre cómo van a manejarse con su exposición a las criptomonedas con el dinero que capten en Uruguay, Alberto Gordo dice que "en momentos cuando se producen estos eventos de limpieza de activos que no están bien gestionados, una vez que demos por concluido este mercado bajista es cuando empezaremos a tener mayor ponderación en los activos digitales que hayan pasado ese ciclo bajista con mayor fortaleza".
Con despacho en Madrid, activos respaldados en Suiza y uno de los tres hedge funds de Luxemburgo, el CEO español manifiesta en entrevista con Forbes Uruguay: “Uruguay: para nosotros es la entrada al mercado del Cono Sur de América, al ser uno de los mercados más estables y seguros de la región, donde los individuos de grandes patrimonios buscan su refugio. Estimamos que aproximadamente US$ 30.000 millones, principalmente de Argentina, Chile y Brasil han tenido como destino las instituciones financieras de Uruguay”, destacó Gordo, quien desea ofrecerles un segundo fondo de venture capital a abrir el Q1 2023, "la pesar de las caídas del mercado, parecidas a las que estamos teniendo en esta corrección" de los criptoactivos.