Aparte de todos los problemas que se presentan periódicamente en el espacio de las criptomonedas, también hay muchos estafadores dispuestos a despojar a la gente de las monedas que tienen en su poder, sin importar cuánto haya bajado el valor.
La línea de robos, explotaciones y estafas es interminable. Además, por mucho que alguien como la senadora Kirsten Gillibrand diga en una entrevista con Bloomberg Technology que “la naturaleza de la tecnología blockchain es que es cien por cien transparente y si se quiere rastrear quién compró o vendió algo a través de la criptodivisa, se puede hacer con bastante facilidad”; lo cierto es que no se puede. Tener una dirección en línea no es lo mismo que tener la identidad de alguien.
Pero como ocurre con la tecnología, el uso fraudulento de la misma también sigue avanzando, como se desprende de un expediente de confiscación de la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos para el Distrito Central de California El acusado: "Aproximadamente 40,997711 monedas digitales Ethereum".
Tal y como reza la denuncia, "P.M. es residente en el condado de Orange, California, dentro del Distrito Central de California, y hace negocios en él. P.M controla un vehículo de inversión que invierte en monedas digitales, incluyendo Ethereum".
Por lo tanto, hay un propietario de la criptomoneda Ethereum, cuya identidad está siendo protegida, que mantenía una cartera de criptomonedas con Coinbase.
"El 21 de diciembre de 2021, o alrededor de esa fecha, la víctima, P.M., recibió un mensaje emergente en el que se identificaba un error mientras intentaba iniciar sesión en su cuenta de Coinbase en su ordenador portátil", continúa la denuncia. "El mensaje emergente decía: 'Debido a una actividad reciente su cuenta ha sido bloqueada. Por favor, póngase en contacto con nuestro equipo de soporte en el +1-810-420-8046 para eliminar las restricciones de la cuenta".
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P.M. llamó al número de teléfono identificado y se le puso en contacto con alguien que decía ser un representante de Coinbase. La persona con la que habló P.M. se identificó como Ankit Anwaral ("Ankit"). Ankit conocía los datos de acceso de P.M. y su ubicación actual. Ankit le dijo a P.M. que, para autentificar su información, P.M. necesitaba transferir su saldo de criptomonedas de su cuenta Coinbase a una cuenta Coinbase Pro, que era una cuenta más sofisticada diseñada para profesionales de la inversión.
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Ankit indicó a P.M. que descargara una aplicación de escritorio remoto llamada "Anydesk" en su ordenador portátil para poder controlar a distancia la computadora de P.M.. Una vez que P.M. lo hizo, personas desconocidas comenzaron a girar sus fondos.
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Poco después, P.M. se dio cuenta de que 40,997711 Ethereum, valorados en 165.145,40 dólares en ese momento, habían sido transferidos de su cuenta . Debido a las tergiversaciones de Ankit, P.M. no se dio cuenta de que había sido estafado hasta que todo el contenido había sido transferido fuera de la Cuenta de la Víctima".
La criptodivisa pasó entonces por "numerosas transferencias antes de ser montada de nuevo en otros monederos con el fin de ocultar el origen corrupto". (De nuevo, cuando alguien dice que toda la actividad de la cadena de bloques es "transparente" y que las identidades de las personas se descubren fácilmente, puede desestimar al individuo como alguien que sabe mucho menos de lo que cree).
Comúnmente, la gente es engañada por estafas que se aprovechan del miedo o la codicia. Normalmente hay una bandera roja. Sin embargo, en este caso el estafador tenía información importante sobre la víctima. ¿Se trataba de un malware que estaba en el ordenador de la persona y que proporcionaba datos que podían ser convincentes? ¿Algún tipo de penetración en los sistemas de Coinbase? Tal vez fuera otro tipo de mecanismo.
Sea lo que fuere, las empresas con buena reputación no tendrán a alguien en línea que le dé un número de teléfono al que llamar, porque es algo que recuerda demasiado a una estafa.
Tenga en cuenta que cuando hay mucho dinero que puede cambiar de manos, hay gente que no pestañeará dos veces para intentar confundirle para que haga una tontería. Tómese su tiempo para hacer lo básico, como llamar a la empresa a través de un número proporcionado de forma independiente, y haga preguntas. Cualquiera que trate de empujarle más allá de la velocidad a la consideración inteligente es alguien en quien no debe confiar.
