Muchas gracias por invitarme a este lugar tan lindo, bromeó el argentino Eduardo Costantini al empezar su entrevista con el publisher Alex Milberg para el primer Forbes Money Talk de Uruguay. Costantini era justamente el anfitrión, ya que fue en el club house de su emprendimiento inmobiliario Las Garzas donde se reunió un selecto grupo de empresarios argentinos y uruguayos para debatir sobre qué depara el 2023 en finanzas e innovación.
Ostenta 50 años de experiencia en el mundo financiero y de desarrollo de emprendimientos inmobiliarios innovadores y de gran escala. Es fundador y principal accionista de Consultatio Asset Management y Consultatio S.A. Algunos de sus proyectos destacados son Nordelta, Puertos en Escobar, Oceana Key Biscayne y Oceana Bal Harbour.
Invertiste en cripto y te fuiste. ¿Qué pensás de las criptomonedas?
No soy un fanático de las cripto. Más que para timbear, están para preservar el valor de la moneda contra la hegemonía arbitraria -que es muy discutible-, de los bancos centrales. Cuando hay más inflación la cripto, como el oro, debería ser un resguardo. Lo que le está faltando es bajar la volatilidad.
Yo creo en la cripto a largo plazo, pero también creo en la naturaleza humana: somos codiciosos, somos ambiciosos. En un mercado no regulado, cuando empieza a subir la gente compra para ganar dinero y rápido. Hay que esperar que madure para que sea una alternativa seria de inversión.
El 2022 fue un año duro para el mundo financiero. ¿Con qué nos vamos a encontrar en el 2023?
Estamos frente a un nivel de incertidumbre elevado, extraordinario. Tuvimos un periodo rosa de inversión, de crecimiento y de comportamiento económico desde la última gran crisis en 2008. EEUU tuvo 12 años de crecimiento económico. Fue el período de mayor crecimiento en su historia. Fue un período de bajas tasas de interés, de baja inflación mundial, de fuerte crecimiento de China y de los emergentes, que proveían los insumos, materias primas, maquinaria a bajo costo y permitía que la inflación fuese baja.
Tuvimos diez años donde el S&P tuvo un crecimiento del 16% compuesto con baja inflación. Fue una época dorada que termina con lo que hace el gobierno americano y la Reserva Federal (FED) producto de la pandemia, que pone a la economía en un coma inducido.
Inyectan una cantidad inusitada de dinero, más que duplican el balance del banco central y además con un déficit de más del 15% del Producto Bruto para asistir a la sociedad. Eso produjo que la economía rebotara más de lo previsto, produciendo una inflación que llegó al 9%.
Llegamos a niveles de inflación no vistos desde la década de 1970. Al principio la FED no creyó en esa inflación, pensó que era temporaria. Y en marzo del año pasado, se da cuenta y empieza a subir las tasas de la nada. Ahora dice que va a subir a 5,1% y la va a mantener hasta que la inflación baje al 2%. Eso produjo un año histórico de pérdidas, porque cayeron como 20% las acciones pero también cayeron los bonos.
Entonces de cara al 2023, el nivel de incertidumbre viene dado por la discusión de si vamos a volver al 2% de inflación, cuánto vamos a tardar, qué nivel de tasas de interés vamos a tener que tener para aquietar la economía.
En tanto, la tasa de desempleo es el 3,5%, que es histórico desde el año 69. La FED quiere que aumente el desempleo, porque el mercado laboral está muy demandado. Hay aumento de sueldos, lo que atenta contra lograr el 2% de inflación.
Además China no crece más al 9%. Agreguemos el efecto de la pandemia, con trabas de provisión de insumos y productos estratégicos. Se agrava con la invasión de Rusia a Ucrania, que puso al desnudo la vulnerabilidad de Europa y el mundo, la crisis energética.
El mundo cambió geopolíticamente. Pero también está favorecido por un proceso tecnológico y de innovación inusitado. La pandemia trajo un cambio cultural apoyado en la tecnología que cambia hábitos.
Toda esa sumatoria de cosas nos hacen ver un futuro diferente. Va a ser difícil que la bolsa crezca al 16% compuesto, que las propiedades suban vertiginosamente al compás de una tasa negativa; vamos a tener que competir con un nivel de tasas que la reserva quiere que sea del 2,5 %al 3% para tener la inflación al 2%,
¿Cómo ves la bolsa?
La bolsa había subido inusitadamente. Habían subido todos los activos. Y después se reventó la burbuja y cayó 20%. No fue como la caída en el 2001 o el 2008, que cayó casi 50%. Fue una del 20%. Y eso te lleva a un valor que es más o menos el promedio histórico. No es que la bolsa está regalada como en el 2018, ni tampoco está carísima como en el año pasado. La bolsa tiene un valor razonable según la expectativa hacia el futuro.
¿Cuál es tu regla de oro para tomar decisiones de inversión en contextos de incertidumbre?
Un porcentaje importante de los portafolios deberían estar en deuda, deberían colocarse a tasa. Es lo que yo hice. Ponele que tengas una cartera que te de una tasa del 5%. Por ahí tenés algunos bonos corporativos. También podés invertir en bonos de empresas corporativas de mercados emergentes que conoces que son buenas, que tienen 5 o 6% de rendimiento, y como la tasa de inflación está bajando ya no estás perdiendo. Para preservar el capital, tendría el mayor porcentaje claramente en bonos.
En el caso mío tengo un 12% en acciones y después lo demás en bonos y en liquidez pero con tasas -liquidez con una tasa de 3,7 o 4-. Viendo un poco la dinámica, si se consolida la baja de la inflación, como parece, ahí aumentaría el equity o no.
Tenés un gran inversor que dice que no hay que fijarse lo que dice la FED de llevar la tasa al 5%, sino que hay que fijarse lo que dice el mercado. Lo que estaría prediciendo el mercado es que va a haber una recesión suave que va a hacer que la FED tenga que empezar a bajar las tasas antes de lo que piensa.
¿En acciones tenés el 40% como el inversor estadounidense Warren Buffett?
No. Tengo índice. La tecnología es la más golpeada ante la suba de tasas, por ser empresas que están endeudadas por estar financiando crecimiento. Hay una mudanza de tecnología a empresas con valor, con cash flow positivo, con utilidades.
Esa dinámica también es incierta. Me parece que tenemos que ser prácticos, flexibles en nuestro portafolio e ir viendo como reacciona la macro, que en realidad no lo sabe nadie, no lo sabe ni Jerome Powell, el presidente de la Reserva Federal, ni Warren Buffett.
¿Es momento de invertir en compañías argentinas?
Compré en el margen, también compré deuda soberana. Además tengo bonos corporativos argentinos de empresas que son buenas y que tienen buenos rendimientos. Tengo bonos de YPF que tiene muy buen rendimiento.
Mi forma de invertir siempre fue tratar de encontrar tendencias, acompañarlas y ante un aumento de incertidumbre o una equivocación bajar rápidamente la exposición. Por la edad que tengo, busco preservar el patrimonio.
Tenés que conocer tu perfil y en qué estás metido. Salir a ganar al mercado sin ser financista es el peor negocio que se puede hacer. No hay que invertir en algo que uno no conoce. Lo más importante es tratar de ganar lo máximo pero con bajo riesgo, entonces hay que medir la volatilidad.
En materia de microinversiones, ¿conviene EE.UU.?
La opinión general es que está muy caro. La inflación de costos de los departamentos el año pasado fue más del 20% en dólares.
Y a Argentina, ¿la ves barata para invertir?
Depende de la situación política. El mercado ahora empieza a descontar el cambio de gobierno. Debe estar pensando en un cambio de un candidato moderado. La Argentina no tiene grado de libertad, no puede hacer locuras.
La tasa de inflación está altísima. Tenemos problemas serios para este año porque la sequía es enorme y se pueden perder más de US$ 10 mil millones. Tenemos la deuda en pesos, donde hay un porcentaje importante que es remunerada, entonces vas a tener que emitir un porcentaje enorme.
Conocés Uruguay y pasás mucho tiempo acá. ¿Qué es lo que más te sorprende de Uruguay hoy?
Lo que es novedoso es la cantidad de argentinos que hemos venido acá. Es un cambio estructural. Las otras cosas que ocurrieron, como el éxodo del centro, es común ya que es un fenómeno internacional . Vale la pena resaltar la estabilidad que hay. Uruguay es un país caro. La construcción sale muy cara. Lo que pasa es que la moneda está muy apreciada.
¿Te parece que se va a mantener ese nivel de apreciación?
Debería estudiar y conocer mejor la estructura del mercado. En Uruguay el dólar es como que tiene un problema estructural donde cuesta apreciarlo. Entonces se hace muy caro y encima ahora los argentinos apreciamos más a Uruguay, tenemos más demanda, venimos a vivir y Uruguay es cada vez más internacional. Todo eso te trae un flujo de capitales que te hace difícil apreciar el dólar.
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