Después de que los Boston Celtics derrotaran a los Indiana Pacers en su cancha el lunes y avanzaran a sus segundas finales de la NBA en tres años, el dueño Wyc Grousbeck se tomó un momento para conmemorar a una leyenda de la franquicia que murió ese día. “Hoy perdimos a un gran Celtic, Bill Walton, uno de los mejores de todos los tiempos", dijo el CEO de 61 años a la multitud en Indianápolis, Estados Unidos. ”Esta victoria está dedicada a Bill".
Grousbeck tenía sólo veinte años cuando la destreza de Walton llevó a los Celtics a ganar su 16º campeonato de la NBA en 1986, pero su pasión por la franquicia se remonta a mucho antes de que él liderara un grupo de inversores que compró el equipo por 360 millones de dólares en 2002.
Nacido en Boston, el millonario admiró a los Celtics toda su vida, y cuando Grousbeck y su familia se mudaron de nuevo a la ciudad en la década de 1990, compró pases de temporada, incluso recuerda haber llevado a su hija pequeña a los partidos.
Unos años más tarde, cuando se hizo con la propiedad del equipo, su principal objetivo no fue enriquecerse, aunque ahora los Celtics son el cuarto equipo más valioso de la NBA.
Así lo dijo Grousbeck en una charla de ánimo a otros propietarios: "Ustedes vienen por amor, vamos a obtener ganancias disfrutando. Ése es el único objetivo: ganar un campeonato, no hacer dinero". Los Celtics lo consiguieron, ganando el título en 2008.
Este año, los Boston Celtics podrían sumar el récord del 18º campeonato a su historia cuando se enfrenten a los Dallas Mavericks esta noche en las finales de la NBA.
Incluso si hacer mucho dinero no era la intención de Grousbeck, eso no impidió que la franquicia lo lleve precisamente eso. Los Celtics son el 18º equipo más rentable del deporte, generando unos ingresos de explotación estimados en 269 millones de dólares en las tres últimas temporadas.
Según las estimaciones de Forbes, los Celtics valen ahora 4.700 millones de dólares, incluida la deuda, lo que supone un incremento de aproximadamente el 1.200% sobre el precio que pagaron Grousbeck y sus socios.
Ese crecimiento exponencial también se tradujo en una riqueza considerable; se estima que la familia de Irving Grousbeck, el padre de Wyc, vale 1.800 millones de dólares.
Sin embargo, no son los únicos que se enriquecieron con el rápido crecimiento de la NBA en este siglo.
Mark Cuban compró los Dallas Mavericks por 280 millones de dólares en los 2000 y, en octubre, Forbes valoró al equipo en 4.500 millones de dólares, tres puestos por detrás de los Celtics.
Al parecer, Cuban, multimillonario de 65 años, cobró un precio considerablemente más bajo, al vender la mayor parte de su participación el año pasado a Miriam Adelson, viuda del presidente y CEO de Las Vegas Sands, Sheldon Adelson, y su familia por una valoración de 3.500 millones de dólares.
La venta de los Mavericks sigue siendo, sin duda, una inyección para la fortuna de 5.400 millones de dólares de Cuban, quien además sigue controlando las operaciones de básquet.
Desde 1998, cuando Forbes empezó a hacer un seguimiento de los valores de las franquicias deportivas, los equipos de la NBA se revalorizaron un 2.200% en promedio. Los Celtics y los Mavericks se encuentran entre los 10 equipos que más crecieron durante este periodo.
Independientemente de qué equipo gane el trofeo Larry O'Brien este año, el crecimiento no muestra signos de retrasarse. Al parecer, la NBA está planeando un nuevo conjunto de acuerdos sobre los derechos de los medios de comunicación que pagarían a la liga 76.000 millones de dólares en 11 años, más del doble de su anterior tasa media anual.
“Me río un poco del destino, de este enorme crecimiento. ¿Quién iba a saberlo? Nunca pensamos que los equipos iban a crecer así”, dijo Grousbeck.
La gran batalla
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Los Celtics de Boston
Para Grousbeck, la idea de ser propietario de un equipo comenzó con su padre. Irving, empresario de éxito por derecho propio que fundó Continental Cablevision en 1963 y la fusionó con la empresa de telecomunicaciones US West 33 años después. En los años 80, el mayor de los Grousbeck meditó comprar los Boston Red Sox, pero como relata su hijo: “Nunca llegó a un acuerdo”.
Para entonces, Wyc había emprendido su propio camino empresarial. La facultad de derecho lo llevó a la Costa Oeste, pero abandonó sus días como abogado corporativo en favor de un MBA en Stanford y una carrera como inversor. En esa época, Internet apenas estaba tomando forma, y el empresario se se anotó grandes victorias en empresas como el minorista digital eToys.com, el motor de búsqueda Lycos y la empresa de tecnología médica Conor Medsystems.
Con algo de capital a su nombre, Grousbeck encontró una nueva idea en un sector totalmente distinto. Tras trasladar a su familia de nuevo a Boston en la década de 1990, se deleitó de inmediato con el rico panorama deportivo de la ciudad: además de comprar pases de temporada para los Celtics, también tenía asientos para los New England Patriots, los Boston Red Sox y los Bruins. El básquet resultó ser una oportunidad única.
Los Celtics, dijo el millonario, llenaban sólo la mitad de su estadio para cada partido, y el equipo era parcialmente propiedad de una sociedad limitada que cotizaba en la Bolsa de Nueva York, lo que le permitía echar un vistazo al interior de un negocio con un flujo de caja positivo.
Confiado en la visión que tenía para mejorar al equipo, Grousbeck se reunió con el entonces propietario de los Celtics, Paul Gaston, en su casa de Manhattan. Diez minutos después, salió con un acuerdo en la mano. “Cualquiera en Wall Street podría haber ido y comprado este equipo porque era público, estaba ahí mismo. Pero fui yo quien hizo la presentación y consiguió la cita, pensaron que era una cifra exorbitante, pero yo acepté en el acto e hice funcionar la inversión".
Ese precio de compra eran 360 millones de dólares y Grousbeck no disponía ni de lejos de esa suma. Con tres meses y medio para reunir el dinero, hipotecó su casa, envió un depósito no reembolsable de ocho cifras y pidió prestado el 50% del precio de venta. Para conseguir el resto, Grousbeck reunió a un grupo de más de 20 socios, entre ellos su padre, el copresidente de Bain Capital, Stephen Pagliuca, y el cofundador de TPG Capital, David Bonderman. El grupo, Boston Basketball Partners, completó la compra en 2002.
Grousbeck tomó el mando como gobernador de los Celtics, un cargo que exige la NBA para poseer al menos el 15% de una franquicia. Pero contar con un amplio abanico de propietarios jugó a favor de la franquicia. Pagliuca, por ejemplo, contribuyó decisivamente a que el ex grande de los Celtics Danny Ainge regrese como director de operaciones.
Bajo su espíritu competitivo los Celtics adquirieron a los futuros miembros del Salón de la Fama Kevin Garnett y Ray Allen para formar equipo con el jugador estrella Paul Pierce. El equipo ganó el campeonato de la NBA en 2008, un momento que Grousbeck recuerda “todos los días”, y hicieron 15 de 16 playoffs desde entonces.
El básquet también abrió la puerta a otra aventura para Grousbeck. En 2019, lanzó el tequila Cincoro junto a su esposa, Emilia Fazzalari, la copropietaria de Los Ángeles Lakers, Jeanie Buss, el copropietario de los Milwaukee Bucks, Wes Edens, y un miembro del Salón de la Fama del básquet que les ganó a todos unos cuantos campeonatos, Michael Jordan.
Cincoro vendió cerca de dos millones de botellas en los últimos cinco años, según Grousbeck, y recientemente sumó algunos nuevos inversores, entre ellos los legendarios atletas Serena Williams, Derek Jeter y Michael Strahan.
La historia de la vida de Grousbeck es también la inspiración de la comedia de la NBC Extended Family (producida por su amigo, el propietario de los Red Sox, Tom Werner), protagonizada por Donald Faison en el papel del propietario de los Boston Celtics y Jon Cryer como el ex marido de su mujer, que vive con ellos.
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Los Dallas Mavericks
Al igual que su colega de los Celtics, Mark Cuban lleva toda la vida apasionado por el básquet. Se graduó en la Universidad de Indiana en 1981, el mismo año en que el legendario entrenador Bob Knight ganó su segundo Campeonato Nacional con los Hoosiers. Como propietario de los Dallas Mavericks, Cuban se forjó una reputación de superfan, sentándose en primera fila, animando a su equipo y provocando alguna que otra falta técnica.
Cuando Cuban compró la franquicia por 280 millones de dólares en los 2000, ya era un hombre bastante rico. Hijo de padres de clase trabajadora, fundó el revendedor de software MicroSolutions en 1983 y lo vendió siete años después por 6 millones de dólares. “El día que vendí MicroSolutions, me saqué el reloj y dije que no volvería a ponerme uno porque no quiero vivir pendiente de la hora nunca más”, dijo Cuban recientemente en The Draymond Green Show. Hizo un breve retiro, pero no duró mucho.
En 1995, Cuban unió fuerzas con un viejo amigo de la universidad, Todd Wagner, y compró Broadcast.com, entonces llamada AudioNet, que buscaba dar a los fanáticos acceso a la cobertura jugada por jugada desde lugares fuera del estadio. La empresa tuvo problemas, incapaz de encontrar el medio adecuado, e incluso experimentó con la radio de onda corta antes de que Cuban y Wagner la pusieran online.
Cuando se disparó la burbuja de las puntocom, Broadcast.com tuvo la mejor OPI de la historia en aquel momento, superando una capitalización bursátil de 1.000 millones de dólares en su primer día de cotización. Un año después, en 1999, Yahoo compró la empresa por 5.700 millones de dólares (y luego cerró el sitio web en 2002), lo que supuso para Cuban un pago estimado de 1.100 millones de dólares después de impuestos.
Cuban no tardó en empezar a gastar su recién adquirida fortuna. “Tenía 40, 41 años y jugaba a la pelota tres o cuatro veces por semana”, dijo, “Así que la idea de jugar con Steve Nash, Dirk Nowitzki y Michael Finley, meterme en pequeñas carreras y no arrepentirme de nada era como un sueño”.
Cuban compró los Mavericks al promotor inmobiliario tejano Ross Perot Jr. en el año 2000, admitiendo que ni siquiera negoció. Bajo su dirección, el equipo disfrutó de un gran éxito en la cancha. Se clasificaron para los playoffs en 19 de las últimas 25 temporadas y derrotaron a LeBron James y a los Miami Heat en las Finales de la NBA de 2011.
Sin embargo, su mandato no estuvo exento de polémica. En 2018, Sports Illustrated habló con más de una docena de empleados actuales y anteriores en una investigación detallada que expuso un ambiente de trabajo hostil en la organización de los Mavericks. "Está mal, condenamos la situación", dijo Cuban. Aunque afirmó no tener conocimiento del escándalo, asumió la responsabilidad y más tarde contrató a la ex directora de diversidad de AT&T, Cynthia Marshall, como CEO para modificar la organización.
En noviembre, la etapa de Cuban como propietario mayoritario de los Mavericks llegó a su fin cuando Miriam Adelson y su familia compraron el 68% del equipo a una valoración comunicada en 3.500 millones de dólares, con la opción de comprar más. Para financiar la operación, Adelson vendió acciones de Las Vegas Sands Corp. por unos 2.000 millones de dólares.
Su yerno, Patrick Dumont, es ahora el gobernador del equipo, además de su cargo de director de operaciones de la empresa de casinos y complejos turísticos.
Por ahora, Cuban conserva una participación del 27% en el equipo y el control de la toma de decisiones en el básquet. Cuando se le preguntó por qué había vendido a los Mavericks, Cuban señaló los fuertes vínculos de sus nuevos socios con la industria de los casinos y los hoteles, ya que Texas lleva varios años debatiéndose sobre la legalización del juego y las apuestas deportivas. "Ellos no son gente del deporte; yo no soy una persona de bienes raíces. Por eso lo hice", declaró el copresentador de Shark Tank al Dallas Morning News.
El impulso de Adelson para legalizar el juego en ese estado fue todo menos un secreto, y una parcela de terreno adicional comprada a Cuban frente al estadio de los Mavericks, el American Airlines Center, muestra intenciones de convertirse en un casino y complejo turístico con sede en Dallas. Además, el empresario donó más de dos millones de dólares a un comité de acción política centrado en Texas en 2022, así como un millón de dólares directamente al gobernador del estado, Greg Abbott, según NBC News.
Con un patrimonio neto de 29.700 millones de dólares, Adelson es la segunda propietaria más rica de la NBA, sólo por detrás del dueño de los Clippers de Los Ángeles, Steve Ballmer, que tiene un patrimonio estimado de 122.400 millones de dólares.