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Lo que revelan los tuits de Musk sobre su relación con China

John Hyatt

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A medida que el fundador de Tesla hizo crecer su negocio de vehículos eléctricos en China, se acercaba públicamente a los líderes del país asiático a través de su plataforma de redes sociales favorita.

21 Enero de 2025 14.38

A principios de esta semana, surgieron informes que decían que los líderes de China veían a Elon Musk, la persona más rica del mundo y asesor informal de Donald Trump, como un comprador ideal para TikTok, la plataforma que fue prohibida el domingo, pero que el presidente electo hizo que volviera a funcionar.

Esta red social calificó esos informes como "pura ficción". Igual, el director ejecutivo de TikTok, Shou Chew, estuvo presente junto con Musk y otros grandes líderes políticos y empresarios en la asunción de Trump. Además, el vicepresidente de China, Han Zheng, también estuvo entre el público, siendo la primera vez que un líder chino asiste a la juramentación de un presidente estadounidense.

Si bien Musk estuvo al lado de Trump desde las elecciones de noviembre, fue leal a la clase política gobernante de China durante más de una década, como puede atestiguar cualquiera de sus 213 millones de seguidores en X. Forbes analizó los comentarios de Musk sobre China en 110 tuits publicados a lo largo de una docena de años. 

Las publicaciones en X (antes conocido como Twitter), que abarcan desde 2011 hasta el presente, ofrecen una ventana a la evolución de la relación del empresario estadounidense con China y plantean preguntas sobre su creciente influencia política. El fundador de Tesla y SpaceX está listo para desempeñar un rol central en la formulación de políticas de Estados Unidos durante los próximos cuatro años como asesor de Trump y director de DOGE, una nueva organización creada para recortar el gasto estadounidense.

Elon Musk
Elon Musk, la persona más rica del mundo y asesor informal de Donald Trump, es un potencial comprador ideal para TikTok.

Al principio, antes de que Tesla tuviera negocios en China, Musk era bastante frío con el país, pero cambió de actitud cuando empezó a presionar a los líderes chinos para construir una enorme fábrica de su automotriz en Shanghái. Si bien nunca mencionó al presidente de China, Xi Jinping, por su nombre ni comentó sobre temas polémicos como el internamiento de las minorías uigures en la provincia de Xinjiang, sí hablaba de temas relacionados con sus negocios.

En decenas de tuits, el multimillonario elogió la infraestructura y el sistema ferroviario de alta velocidad de China, destacó su programa espacial, celebró sus políticas de energía verde y alentó a sus seguidores a visitar el país. En dos ocasiones, respondió o etiquetó cuentas de medios estatales chinos.

Musk casi nunca dijo algo negativo sobre el régimen político de China. Forbes encontró solo dos casos de críticas explícitas, ambas en 2012: una publicación donde criticaba a China y Rusia por vetar una resolución de la ONU que pedía la renuncia del presidente sirio Bashar al-Assad, y otra donde acusaba a China de ocultar una crisis en su sector inmobiliario. En otras dos ocasiones, en 2019 y 2022, el empresario estadounidense cuestionó algunas políticas del gobierno chino que afectaban al negocio de Tesla (subsidios para fabricantes locales y restricciones por covid-19), pero sin criticar abiertamente a las autoridades.

El acercamiento de Musk a los líderes chinos comenzó en octubre de 2015, cuando, durante una visita a la Universidad Tsinghua en Pekín, confirmó que estaba negociando con el gobierno la apertura de una planta. Al mismo tiempo, empezó a ganarse el cariño de China públicamente en Twitter.

A finales de 2016, felicitó a China por el lanzamiento de un cohete de carga pesada, etiquetando la cuenta de la agencia oficial del Partido Comunista Chino. Cuando un segundo lanzamiento falló, el multimillonario expresó su simpatía por los constructores y defendió las capacidades de fabricación del país frente a un crítico. "El progreso de China en infraestructura avanzada es más de 100 veces más rápido que el de Estados Unidos", afirmó después.

Su postura pro-China coincidía con su escepticismo hacia Donald Trump. Después de unirse inicialmente al consejo asesor empresarial del presidente electo, el fundador de Tesla y SpaceX anunció su salida en junio de 2017 tras la decisión de Trump de retirar a Estados Unidos de los Acuerdos Climáticos de París, y luego usó a China como un ejemplo positivo frente a Estados Unidos. "En virtud del acuerdo de París, China se comprometió a producir tanta electricidad limpia para 2030 como lo hace Estados Unidos a partir de todas las fuentes en la actualidad", tuiteó.

Elon Musk, Tesla
Musk casi nunca dijo algo negativo sobre el régimen político de China.

Unos meses después, en marzo de 2018, cuando Trump instó a China a reducir su déficit comercial con Estados Unidos, Musk, que en ese momento luchaba por mantener a Tesla a flote, respondió en una serie de publicaciones quejándose de las reglas comerciales desiguales entre los dos países. "Un auto estadounidense que va a China paga un arancel de importación del 25%, pero un auto chino que llega a Estados Unidos solo paga el 2,5%", señaló.

 "Además, a ninguna automotriz estadounidense se le permite ser dueña de más del 50% de su fábrica en China, pero hay cinco empresas de autos eléctricos 100% chinas operando en Estados Unidos", detalló el multimillonario. Sin embargo, a pesar de sus críticas, dijo que seguía siendo optimista: "China ya demostró que está dispuesta a abrir sus mercados y creo que harán lo correcto".

Trump nunca respondió al reclamo de Musk, pero China sí lo hizo. Cuatro semanas después, el presidente Xi Jinping anunció que reduciría los aranceles de importación de vehículos, medida que recibió elogios públicos por parte del dueño de Tesla. En julio de 2018, firmó un acuerdo con las autoridades chinas para construir su planta en Shanghái y obtuvo préstamos a bajo interés de bancos estatales chinos para financiar la construcción. Tesla se convirtió en el primer fabricante extranjero de autos en tener el 100% de la propiedad de su subsidiaria en China.

Para cerrar el acuerdo, Musk trabajó muy de cerca con Li Qiang, un alto funcionario de Shanghái que en 2023 fue ascendido a primer ministro de China, quedando solo detrás del presidente en el orden jerárquico del Partido Comunista Chino. "Acabo de terminar una visita increíble de tres días a China", tuiteó el empresario estadounidense, emocionado por la conclusión del acuerdo, y agregó que había disfrutado una "discusión profundamente interesante" con el entonces vicepresidente de China, Wang Qishan, quien antes había liderado la campaña anticorrupción del Partido Comunista.

"El Estado chino tiene enormes poderes regulatorios. Ser al menos públicamente cooperativo es una estrategia bastante común", dice Scott Kennedy, experto en China del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.

La fábrica de Shanghái, que abrió en diciembre de 2019, significó un impulso enorme para el negocio de Tesla. Desde entonces, las ventas en China se multiplicaron por más de siete. En 2024, los clientes chinos compraron el 36,7% de todos los autos de la compañía de Musk, convirtiendo a China en el mayor mercado de la empresa, incluso por encima de Estados Unidos. La fábrica, que también exporta autos a otros países, produce más de la mitad de los vehículos a nivel mundial. Los bajos costos de mano de obra e insumos en China incrementaron los márgenes operativos de la empresa, llevando sus acciones (y la fortuna de Musk) a niveles récord.

Donald Trump Elon Musk
Cuando Musk abrazó al Partido Republicano y a Trump, sus opiniones favorables a China lo llevaron a chocar con algunos sectores de la coalición MAGA, especialmente en temas delicados como la inmigración.

"No puedo subestimar lo importante que es el mercado chino para Tesla ahora y en el futuro, especialmente considerando que Estados Unidos y Europa están pensando en reducir o revisar los subsidios y otros apoyos para la adopción de vehículos eléctricos", afirma Tu Le, quien dirige la consultora Sino Auto Insight. "Es su mercado clave, no solo por las ventas, sino también por la producción", agregó.

Aunque fue una ventaja para Tesla, el apoyo de China a las ambiciones de Musk también fue una estrategia calculada para impulsar la industria local de vehículos eléctricos. La demanda de materiales por parte de Tesla fomentó el desarrollo de proveedores como CATL, que ahora es el mayor proveedor de baterías del mundo. Sin embargo, la participación de mercado de la automotriz estadounidense en China bajó durante los últimos años, en parte por el avance de BYD, que se convirtió en el mayor fabricante de vehículos eléctricos del mundo.

"Fue una sinergia increíble", dice Scott Kennedy. "Fue una bendición tanto para Tesla como para la industria de vehículos eléctricos en China", explicó el experto. 

Durante la campaña presidencial de 2024, cuando Musk abrazó al Partido Republicano y a Trump, sus opiniones favorables a China lo llevaron a chocar con algunos sectores de la coalición MAGA, especialmente en temas delicados como la inmigración. "Los inmigrantes de China y otros países asiáticos han hecho contribuciones increíbles a Estados Unidos", tuiteó Musk en febrero de 2023, en respuesta a una noticia sobre el aumento de inmigrantes chinos cruzando ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México.

En marzo, cuando su futuro socio de DOGE, Vivek Ramaswamy, criticó la dependencia del ejército estadounidense de China para materias primas, Musk respondió: "Tanto Estados Unidos como China dependen enormemente el uno del otro". Ramaswamy había comentado en su podcast que Musk "saltaría como un mono de circo si Xi Jinping lo llamara en un momento de necesidad".

Desde la victoria electoral de Trump, Musk moderó sus elogios a China, pero el miércoles dedicó un rato para alabar a un influencer chino en redes sociales que se parece mucho a él. "Amo a mi alter ego chino 😂", tuiteó Musk.

*Con información de Forbes US.

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