Las recientes políticas arancelarias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, generaron preocupación entre algunos de los empresarios y líderes financieros que lo apoyaban. Figuras como Ken Griffin, Jamie Dimon, Bill Ackman, Daniel Loeb, Larry Fink, Joe Lonsdale, Ken Langone, Ray Dalio y Stanley Druckenmiller expresaron su desacuerdo con estas medidas.
Ex aliados del gobierno republicano advirtieron por posibles impactos negativos en la economía y en sus respectivas industrias.
En conjunto, los diez principales donantes de la campaña del presidente perdieron US$ 10.000 millones el jueves pasado, tras el desplome de las acciones en el mercado luego del anuncio de los nuevos aranceles. Eso representa solo una fracción de los US$ 270.000 millones que se evaporaron del patrimonio neto de los más ricos del mundo ese día, según cálculos de Forbes.
Entre los más afectados estuvieron Mark Zuckerberg (Meta), Jeff Bezos (Amazon), Larry Ellison (Oracle) y Elon Musk, mano derecha de Trump a cargo del Departamento de Eficiencia Gubernamental, al frente de la reducción del gasto público.
Elon Musk y Tesla recibieron el impacto directo de los aranceles
Elon Musk, CEO de Tesla, compartió un video del economista Milton Friedman elogiando el libre comercio y los beneficios de importar bienes. Según informes de The Washington Post, le insistió personalmente a Trump para no imponer los aranceles. También tuvo enfrentamientos con Peter Navarro, principal asesor comercial del mandatario, a quien calificó de "más tonto que una bolsa de ladrillos".
Su hermano, Kimbal Musk, miembro de la junta directiva de Tesla, también criticó los aranceles. Llamó a Trump "el presidente estadounidense con más impuestos en generaciones", y agregó que "con su estrategia arancelaria, impuso un impuesto estructural y permanente al consumidor estadounidense".
Tesla, que depende en gran medida de una cadena de suministro global, fue particularmente afectada por los aranceles. China es el segundo mercado más grande para vehículos eléctricos, y representa más del 20% de sus ventas globales. En 2024, Tesla obtuvo más de US$ 20.900 millones en ingresos provenientes del país asiático, lo que subraya la importancia de este mercado para el futuro de la empresa. Los nuevos aranceles, que afectan a los vehículos eléctricos importados de China a Estados Unidos, presentan un desafío directo para los intereses de Musk.
El director financiero de Tesla, Vaibhav Taneja, advirtió que los aranceles podrían perjudicar la estabilidad financiera de la empresa. "La imposición de aranceles tendrá un impacto en nuestro negocio y rentabilidad", señaló en una llamada de ganancias reciente. La reacción del mercado fue inmediata. Las acciones de Tesla cayeron un 5% el lunes, lo que representó la mayor pérdida porcentual entre las principales empresas estadounidenses. Esta caída eliminó casi US$ 11.800 millones de la fortuna de Musk en un solo día.
Otros líderes empresariales y financieros contra los aranceles
Las críticas de los multimillonarios se hicieron escuchar, a pesar de que muchos de ellos financiaron la candidatura de Trump. Más de 50 lo apoyaron públicamente y aportaron millones, aun sabiendo que los aranceles eran una de sus banderas de campaña.
Ken Griffin: el fundador de Citadel y destacado donante republicano, calificó los aranceles de Trump como un "enorme error de política" y alentó a los asistentes a un evento a presionar a Trump para que retroceda en esta medida, expresando temor de que EE.UU. abdique su rol de liderazgo en el mundo libre.
Jamie Dimon: el CEO de JPMorganChase, en su carta anual a los accionistas, manifestó inquietudes sobre los aranceles, indicando que, aunque existen razones legítimas para imponerlos, probablemente aumentarán la inflación y podrían incrementar la probabilidad de una recesión, afectando las alianzas económicas a largo plazo de EE.UU.
Bill Ackman: este gestor de fondos de cobertura, aunque fue un partidario de Trump, expresó preocupación por los aranceles, criticando al Secretario de Comercio, Howard Lutnick, y solicitando una pausa de 30, 60 o 90 días en los aranceles para permitir negociaciones sin una disrupción económica global que perjudique a las empresas y ciudadanos más vulnerables del país.
Daniel Loeb: inicialmente pensó que los aranceles de Trump a México y Canadá no afectarían al mercado bursátil, pero posteriormente se pronunció en contra de políticas más amplias, compartiendo publicaciones que critican la volatilidad del mercado atribuida a una sola persona y respaldando críticas de otros líderes empresariales y políticos.
Larry Fink: el CEO de BlackRock sugirió en el Economic Club de Nueva York que la economía se está debilitando y que el mercado podría caer otro 20% debido a los aranceles de Trump, indicando que EE.UU. probablemente ya esté en recesión, aunque mostró optimismo a largo plazo, viendo esto como una oportunidad de compra más que de venta.
Joe Lonsdale: cofundador de Palantir, expresó preocupaciones sobre los aranceles, entendiendo algunas razones detrás de la postura de la administración Trump, pero señalando que están estructurados de manera incorrecta al gravar productos terminados y componentes al mismo nivel, reflejando inquietudes sobre cómo podrían mejorarse.
Ken Langone: cofundador de Home Depot y megadonante del Partido Republicano, opinó que Trump ha sido mal asesorado en la situación comercial y criticó la fórmula utilizada para calcular los aranceles, sugiriendo que habría sido más manejable y constructivo imponer aranceles base del 10% antes de iniciar negociaciones.
Ray Dalio: líder de Bridgewater Associates, escribió que los aranceles se basan en una ruptura más amplia del orden monetario, político y geopolítico, mostrando preocupación por su practicidad, aunque está de acuerdo con el problema que intentan solucionar, cuestionando la solución propuesta.
Stanley Druckenmiller: este experimentado gestor de fondos de cobertura mostró cierto optimismo sobre los aranceles, considerándolos el "menor de dos males" en comparación con un impuesto sobre la renta, aunque posteriormente aclaró que no apoya aranceles que excedan el 10%.
¿Va a retroceder Trump con sus aranceles?
El miércoles pasado, durante el acto por el "Día de la Liberación", Trump confirmó su plan de aranceles del 10% o más a importaciones de casi todos los países (incluso algunos sin población). Así cumple con una de sus principales promesas: restaurar la industria manufacturera estadounidense y penalizar lo que considera prácticas comerciales desleales.
El mandatario defendió la medida con firmeza. En Truth Social pidió "no ser débiles", y llamó a ser "fuertes, valientes y pacientes", asegurando que la grandeza será el resultado. Desde la oficina de la Casa Blanca, sostuvo que los aranceles son la única forma que tiene el país de reconfigurar sus relaciones comerciales. Aseguró que otros presidentes no se habrían animado, pero él sí, porque ve un resultado positivo al final del camino.
Trump dio señales de estar dispuesto a hablar con otros países. El lunes dijo que las conversaciones iban a comenzar "de inmediato" y prometió buscar "acuerdos justos que pongan a América primero". El secretario del Tesoro, Scott Bessent, confirmó que se iniciará una ronda de negociaciones (posiblemente con Japón como primer paso), aunque advirtió que el proceso llevará tiempo: "Va a ser un abril, mayo y quizá junio muy ocupados".
Ese mismo día, la Casa Blanca desmintió los rumores sobre una pausa de 90 días en los aranceles, que calificó de "noticias falsas". Trump también fue tajante: "No está considerando" suspender los aranceles de forma unilateral.
Sin embargo, el Congreso de Estados Unidos podría bloquear la medida. Un proyecto bipartidista exige que cualquier nuevo arancel impuesto por el presidente cuente con aprobación legislativa. Por ahora, su futuro es incierto. El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson (republicano de Luisiana), pidió apoyar la política arancelaria de Trump. Sin embargo, varios legisladores del Partido Republicano ya respaldaron la propuesta y podrían sumarse más si el impacto económico se agrava.
Al mismo tiempo, avanzan varias demandas judiciales que cuestionan la legalidad de los aranceles. Esta semana podría presentarse otra más, impulsada por cámaras empresarias.
Nota publicada en Forbes US.