Ya pasó la semana donde los países socios del Mercosur se vieron las caras y Uruguay defendió su derecho a negociar acuerdos de libre comercio con otros países, en particular el primero de ellos con China. Este lunes, una delegación del Ministerio de Comercio de la República Popular China (MOFCOM) llega a Uruguay para iniciar conversaciones con autoridades del gobierno y así seguir avanzando en los detalles del Tratado de Libre Comercio (TLC) que buscarán firmar posiblemente en 2023.
Mientras se desarrollaba la reunión en Asunción, mientras el Mercosur le pedía explicaciones y detalles al Presidente de la República, Luis Lacalle Pou, en Uruguay las voces de la dirigencia política y empresaria hacían oír sus voces acerca de los pro y los contra de la firma de un TLC con China.
Varios dirigentes empresariales se expresaron a favor, excepto algunas excepciones como el caso de la industria textil, que entiende que la firma del tratado solo profundizará la crisis que vive desde hace años.
Comercio y servicios
El presidente de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios del Uruguay (CNCS), Daniel Sapelli, luego de recoger la opinión de los socios dijo a El Observador que “en todo TLC se plantean resguardos, y este no va a ser distinto”. Expresó que el beneficio es claro ya que pondría a Uruguay en la misma situación arancelaria que Nueva Zelanda (tiene arancel 0), uno de los principales competidores en materia de comercio exterior que vende a China lo mismo que Uruguay.
Sapelli también mencionó a Australia como competidor más allá que en este momento aquel país no está pasando el mejor momento en sus relaciones bilaterales luego del gaffe político provocado durante la pandemia, donde el gobierno australiano se distanció de China en favor de EE.UU. y Europa. Desde Canberra aseguran que la situación se normalizará y volvería el arancel 0 en 2025.
En definitiva. desde la CNCS destacaron con un comunicado que “Uruguay se encuentra frente a una de las mayores oportunidades para avanzar en su senda aperturista de forma internacional”.
Industria
Desde la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU) -que lidera el empresario Alfredo Antía- la posición es un poco más conservadora. Según trascendió, una encuesta realizada entre los socios de la entidad dejó entrever que los miembros acompañan al gobierno en el acuerdo, pero no sin dejar de mirar de cerca los textos de la negociación.
El sondeo industrial mostró que el 42% de las empresas está “de acuerdo” o “muy de acuerdo” con el tratado por los beneficios que implicaría, y el 27% estaba “en desacuerdo” o “muy en desacuerdo”. Vale destacar que entre los sectores beneficiados se encuentran las arroceras, la industria frigorífica, los lácteos y la vitivinicultura.
El estudio pone la lupa sobre industrias más sensibles como el metalúrgico, la siderurgia, automotrices, calzado, vestimenta, perfumería y cosmética, el plástico y el vidrio entre los más importantes, todos creadores de productos que a escala son notablemente más barato si vienen de países China.
Dentro de los sectores más sensibles o vulnerables, el estudio de los industriales destaca al metalúrgico, el siderúrgico, el automotriz, el de calzado, el de vestimenta, el de perfumería, tocador y cosmética, el de plástico, el de vidrio, entre otros. “Para estos productos industriales —que, por escala, es más barato fabricarlos en China— hay que mirar el acuerdo con lupa”, señaló Antía.
Desde Conaprole, la empresa alimenticia más importante de Uruguay, el vicepresidente Alejandro Pérez Viazzi, dijo que se ven “muy bien estos avances”, dado que desde hace tiempo los productores manifiestan la importancia de contar con algún tipo de tratado comercial o de cuotas con China, uno de sus principales mercados.
El producto lácteo más comercializado del mundo, la leche en polvo, ingresa en el gigante asiático con un arancel de 10%, mientras que Nueva Zelanda —principal competidor de Uruguay—, tendrá 0% de aranceles en ese mercado a partir del 1° de enero de 2024.
“Si llegamos a esa fecha sin tener algún acuerdo arancelario nos estarían dejando fuera de China” dijo el empresario. El 25% de las exportaciones de Conaprole se destinan a China, el segundo destino para los uruguayos. “Es de vital importancia tener un acuerdo para competir en igualdad de condiciones”, remarcó Pérez Viazzi.
Soja y ganadería
El caso de la soja no es muy distinto, el principal producto de exportación agrícola del país, se coloca mayoritariamente en el mercado chino y las empresas uruguayas deben abonar un arancel de 3%, China importa entre el 60% y el 80% de la soja producida en Uruguay, comentó Gabriel Di Giovannantonio, presidente de la Asociación de Comerciantes de Granos (ACG) y gerente de la multinacional Cargill, que no dudó en despacharse con que “toda la apertura comercial de Uruguay es bienvenida”.
El ganado en pie es otro de los rubros de exportación que se vería beneficiado. Al igual que otros rubros, los competidores directos de Uruguay (con un arancel variable del 24%) en ese negocio son Nueva Zelanda, Australia y Chile, que ya cuentan con acuerdos comerciales con China y han alcanzado un gran reducción en la carga arancelaria para vender ganado en pie.
Los del ganado ovino no opinaron muy distinto, Romeo Volonté, gerente del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), aseguró que China tiene “una relevancia absoluta”, en las exportaciones del sector donde las lanas pagan un arancel de entrada de 38%.
China es clave para el sector que coloca el 20% de lavada, el 69% de la lana sucio y el 80% de la carne ovina en el país asiático.
China en números
No hay nada que inventar sobre China, tomando un globo terráqueo o un mapamundi es muy simple entender el peso de todo lo que produce y consume.
Según datos del Banco Mundial de 2021, el superávit comercial de China por bienes fue de US$ 535.370 millones en 2020, un aumento respecto a los US$ 425.200 millones de 2019. La balanza comercial global (incluidos los servicios) fue de US$ 369.670 millones en 2020, frente a los US$ 131.840 millones del año anterior.
Las ventas al exterior representan el 19,27% de su PIB, un bajo porcentaje comparado con el de otros países, que le sitúa en el puesto 118 de 191 países del ranking de exportaciones respecto al PIB. Con una cifra de US$ 3.363.959,4 millones China es el mayor exportador mundial.
Actualmente, la Unión Europea (27) es el principal socio comercial de China. En 2021 los principales destinos de las exportaciones chinas fueron Estados Unidos (17,2%), la UE (15,4%) y Hong Kong (10,3%).