Forbes Uruguay
Gabriel Oddone. Fuente FA
Macroeconomía

Las 10 batallas y prioridades económicas que encarará el nuevo gobierno del Frente Amplio

Andrés Oyhenard

Share

Gabriel Oddone, el jefe del equipo económico de Yamandú Orsi, deberá encarar su gestión con varios desafíos y tensiones políticas a la hora de definir cómo enfrentar los principales temas de la agenda

28 Febrero de 2025 13.33

En el manejo de la política económica los gobiernos se juegan buena parte de su suerte. Desde la evaluación que hace la ciudadanía sobre los precios que día a día ve en el supermercado a la nota que las calificadoras de riesgo le ponen a la deuda soberana uruguaya, clave para pagar el menor costo posible para financiar el rojo de las cuentas públicas. Ahora, ¿cuáles son las 10 prioridades o desafíos que deberá encarar la gestión de Gabriel Oddone al frente del Ministerio de Economía y Finanzas? 

  1. El déficit fiscal y un ajuste inevitable

Con un déficit fiscal que hoy se ubica en el equivalente al 4,1% del PIB, una "consolidación" de las cuentas públicas (ajuste) como lo ha reconocido el propio Oddone y diversos analistas económicos será un ancla clave que deberá encarar la futura administración para no comprometer la estabilidad macroeconómica. El titular del MEF reconoció que ese ajuste deberá rondar 1 punto del PIB (unos US$ 800 millones) y que no es urgente, aunque sí tendría que implementarse en el transcurso de su gestión para que la trayectoria de la deuda pública versus el PIB pueda sostenerse en niveles razonables y no encienda las alarmas de las calificadoras de riesgo. Esta es una variable central para mantener el invesment grade

     2. La "batalla" del Presupuesto 

Suele ser uno de los picos de tensión y negociación en cualquier administración de gobierno, tanto a nivel del Poder Ejecutivo como del Parlamento. En el Presupuesto quinquenal se define buena parte de la suerte de los gastos e inversiones de todo el aparato estatal y se proyectan los ingresos. La nueva administración del Frente Amplio —con un rol central del superministerio de la calle Colonia y Paraguay— tendrá que administrar y gestionar las prioridades de su programa de gobierno con una frazada que siempre queda corta para cubrir todas las demandas. Además, en esta oportunidad se suma una nueva restricción política ya que ni el oficialísimo ni la Coalición Republicana cuentan con mayoría en Diputados. Eso seguramente obligará al gobierno a contemplar planteos de la oposición en el armado de su Presupuesto. 

       3. La inflación a raya 

El gobierno saliente dejó una inflación sobre un eje del 5%, esto es 3 puntos porcentuales por debajo del promedio histórico (8%) que tuvo Uruguay luego de la salida de la crisis del 2002. El nuevo equipo económico confirmó que mantendrá su compromiso con el actual rango meta (3%-6%) y su objetivo de converger al centro del mismo (4,5%). El perfil y trayectoria (exfuncionario del FMI) del futuro presidente del Banco Central (BCU) Guillermo Tolosa da una carta de crédito al inicio de su gestión para que el manejo de la política monetaria mantenga su autonomía técnica. Tolosa fue escogido por el propio Oddone, por lo que no deberían darse divergencias a la hora de mantener la inflación como su principal objetivo, tal cual como lo define su Carta Orgánica.

        4. Acelerar la tasa de crecimiento 

Sin grandes proyectos de inversión privada a la vista para el arranque de la nueva administración, uno de los temas que deberá atender la cartera de Oddone será cómo acelerar la tasa de crecimiento de la economía uruguaya, tras un magro desempeño durante la última década (por debajo del 2% promedio anual). El crecimiento potencial de la economía uruguaya a largo plazo (2024-2033) es de 2,5% promedio anual, según un Comité de Expertos. Para cumplir con los nuevos compromisos en materia de gastos que se asumirán desde el 1º de enero de 2026, el nuevo equipo económico tendrá que asegurarse un piso de crecimiento promedio muy cerca del potencial de la economía. Si ello no ocurre, la posibilidad de recurrir a medidas más antipáticas como la suba de impuestos se volverá latente

        5. El dólar, ayuda y dolor de cabeza

El diagnóstico en materia de una competitividad golpeada ha quedado de manifiesto en las últimas semanas con el cierre de distintas industrias. El aumento de los costos en dólares para muchas empresas viene siendo una mochila que distintas cámaras empresariales vienen denunciando. Si bien el tipo de cambio ganó un 13% punta a punta en 2024 (más que duplicando la inflación), en el arranque de este año (enero-febrero) el dólar se desinfló con una depreciación frente al peso uruguayo que ronda el 4%. El Banco Central ha reconocido un desvío del tipo de cambio respecto a sus fundamentos que supera el 10%, aunque hoy no está claro cuándo efectivamente esa brecha se acortará. Un dólar deprimido ayuda a contener las presiones inflacionarias, pero tiene sus efectos colaterales en materia de competitividad. 

       6. Política salarial bajo tensión 

Los lineamientos de la nueva pauta de ajuste salarial para la próxima ronda de los Consejos de Salarios es otro capítulo abierto para la gestión Oddone y donde han quedado en evidencias fisuras en el oficialismo. El planteo de "desindexar" los salarios (excluyendo los ingresos más sumergidos) del futuro ministro no es compartido por el titular de Trabajo, Juan Castillo, el PIT-CNT, y por el sector político con mayor peso en la estructura política del gobierno (el MPP). La política salarial tiene una incidencia directa en la expectativa de formación de los precios, una variable que será determinante para que el equipo económico pueda aspirar a llevar la inflación al centro del rango meta (4,5%). 

        7. Un IVA personalizado 

El futuro ministro de Economía tiene en la agenda implementar un IVA personalizado durante su gestión, más allá de los beneficios que hoy se otorgan con ese impuesto a distintos beneficiarios del Mides. El objetivo es elevar el poder adquisitivo de los sectores con menores ingresos, y quitar/reducir exoneraciones de este impuesto sobre los sectores más pudientes. Dada la agenda de temas más urgentes que tendrá el nuevo equipo económico, su puesta en práctica no sería inmediata, pero se buscará avanzar en esta línea durante el transcurso de 2025. Esta iniciativa tiene el apoyo de uno de los partidos minoritarios de oposición, Cabildo Abierto, clave para que una posible modificación tributaria tenga éxito en el Parlamento. 

      8. Los costos "invisibles" 

Con poco margen de maniobra para corregir (a corto plazo) variables que tienen incidencia en los costos de las empresas como la cotización nominal del dólar, el futuro ministro de Economía anunció que su equipo está trabajando en un conjunto de reformas microeconómicas con el objetivo de reducir costos para las empresas. Esta agenda de medidas incluirá revisiones sobre el régimen de promoción de inversiones, desburocratizaciones de trámites del sector público o regulaciones duplicadas. También Oddone anunció que pretende darle una mayor autonomía a la Comisión de Promoción y Defensa de la Competencia (Coprodec) para que exista una mayor "transparencia" en la formación de los precios de la economía. 

        9.El empleo y la pobreza 

La economía uruguaya tiene actualmente más de 1,75 millones de empleos y una tasa de desempleo baja en términos históricos (6,2%). De todas formas, una informalidad persistente (23%), cierta precariedad en los puestos de trabajo, y tasas más altas de desocupación en jóvenes, son desafíos a atender para la política de empleo del nuevo gobierno. A su vez, el nuevo indicador de pobreza multidimensional —que comenzó a divulgar el INE— determinó que casi el 19% de la población está en esa condición. Estas personas están privadas en 4 o más de los 15 indicadores que integran las dimensiones de educación, condiciones habitacionales, servicios básicos del hogar, protección social y empleo. El combate a la pobreza infantil y cómo se maximizan las transferencias del Estado a esa población más vulnerable será otro capítulo relevante de la agenda. 

       10. Apertura comercial, ¿nuevo rumbo?

La irrupción del segundo mandato de Donald Trump y el giro político que están tomando diferentes países europeos está llevado a que el papel de organismos multilaterales del comercio —como la OMC— siga en declive. Eso supone nuevos desafíos para la estrategia de inserción de una economía pequeña y abierta como la uruguaya. Nuevas barreras proteccionistas en materia de acceso a mercados parecen estar a la vuelta de la esquina, una postura que deja a un país como Uruguay en una posición de mayor vulnerabilidad. El futuro del Mercosur con la dicotomía Milei-Lula es toda una incógnita. Todo parece indicar que las agendas bilaterales van a tener un papel relevante para que Uruguay puede mejorar su acceso a mercados durante el próximo quinquenio. 

10