Una tradición de más de 140 años: por qué los presidentes saludan desde el Palacio Estévez
La historiadora Ana Ribeiro explicó la importancia de este edificio y los símbolos que rodean a la Plaza Independencia, donde se realizará la ceremonia de cambio de mando entre Luis Lacalle Pou y Yamandú Orsi.

Luciendo su nueva banda presidencial, el flamante mandatario saluda sonriente desde el balcón del Palacio Estévez a la multitud que lo espera abajo. Esta escena ya es una tradición en las jornadas de cambio de mando que ocurren en Uruguay cada cinco años. Pero ¿desde cuándo se hace y por qué ocurre en ese emblemático edificio?

La historiadora Ana Ribeiro explicó a Forbes Uruguay que esta práctica tiene lugar desde 1880, momento en que el Palacio Estévez pasó a funcionar como Casa de Gobierno. "El edificio pertenecía a la familia y firma económica homónima, luego Estévez cae en desgracia y pasa a manos del Estado. Es en ese momento que, por orden del militar y expresidente (Lorenzo) Latorre, se lo adecúa a esa nueva función", explicó.

Para que pudiera adaptarse a las nuevas tareas se realizaron modificaciones arquitectónicas, entre ellas eliminaron los miradores con los que contaba el edificio y arreglaron los balcones. "En 1985 (José María) Sanguinetti toma la decisión de trasladar las operaciones al edificio Libertad, ya que no tenía ni la suficiente capacidad locativa ni la modernidad requerida. A su vez, (Tabaré) Vázquez lo vuelve a cambiar y habilita la Torre Ejecutiva, ubicada al lado del palacio", detalló Ribeiro.

De todas maneras, pese a los cambios solicitados por cada mandatario durante su gestión, el Palacio Estévez continuó como sede de operaciones diplomáticas, alberga el Museo de la Casa de Gobierno y recibe a los nuevos presidentes para realizar el tradicional saludo.

Ubicación privilegiada

Además de su historia e importancia histórica, el Palacio Estévez también es relevante por su ubicación estratégica. "El edificio está en la zona de la ciudad que condensa más simbólicamente el Poder Ejecutivo", indicó Ribeiro.

"Está frente a la Plaza Independencia que tiene su nombre en forma de celebración de la existencia del Uruguay como nuevo país. En el medio está el monumento a su héroe máximo, el pater José Artigas, caudillo nacional. Debajo está el mausoleo que se mandó a construir en época de la dictadura del siglo XX", dijo y agregó que antes de adquirir esta entidad, ya era relevante para la sociedad porque funcionaba como una gran plaza de frutas y verduras.

Plaza Independencia, Palacio Estévez, Torre Ejecutiva. Foto: Flickr.

Además de estos detalles que realzan su relevancia, indicó que la plaza está ornamentada con 33 palmeras que recuerdan a los 33 orientales que participaron en la segunda etapa de las luchas por la independencia. 

La plaza tiene además otra curiosidad, un elemento arquitectónico que se repite en todos los edificios que la rodean: la fila de columnas alineadas. "Son las columnatas, lo que la equipara bastante a las plazas mayores de España. El Palacio Estévez cumple con la columnata, el Palacio Salvo también, incluso la nueva Torre Ejecutiva cumple con esto", expresó.

Reformas del Palacio Estévez

Cuando Sanguinetti asume la presidencia decide, en el año 1987, que el artista uruguayo Manuel Espínola Gómez y el arquitecto Enrique Benech realicen una intervención en el palacio. "Entre ambos hacen las ornamentaciones en madera que le dan mayor majestuosidad y barroquismo a un edificio que obedecía a la escala clásica y a la cosa despojada propia de fines del S XIX", dijo Ribeiro. 

Con el mismo concepto se realiza el escudo que hoy está en la entrada del Palacio Estévez. "Aunque ya no es la sede central de trabajo del Poder Ejecutivo, se conserva el escudo en la órbita de sus actuales funciones, que no están alejadas", contó. "Lo que hace Espínola Gómez es una especie de diseño barroco con las telas que ofician de fondo para el escudo y le hace un gran marco en sintonía con todas las decoraciones de madera que adornan el palacio", añadió.

Cambios en la agenda

Este sábado el presidente electo Yamandú Orsi asume como el mandatario número 43 de la República Oriental del Uruguay. Luego de la jura frente a la Asamblea General en el Palacio Legislativo, el jefe de Estado se trasladará junto con la vicepresidenta, Carolina Cosse, a la Plaza Independencia. 

Si bien en un momento se informó que la ceremonia de traspaso de banda entre Orsi y Luis Lacalle Pou tendría lugar en el Sodre a causa de las condiciones climáticas, finalmente se decidió que se realizará en la principal plaza del país, donde horas más tarde tendrá lugar un espectáculo musical. 

Asimismo y como es tradición, está previsto que antes de finalizar la jornada Orsi salude desde el balcón del Palacio Estévez junto con su esposa Laura Alonsopérez y sus dos hijos Vitorio y Lucía de 12 años.