Tudor Black Bay 54: una de las estrellas del salón "Watches & Wonders 2023" de Ginebra
En los últimos 30 años, coleccionar relojes se ha convertido para muchos en algo así como un deporte incluso, para algunos, en una pasión tan irresistible como cuando éramos niños, coleccionar cromos y figuritas.
Es una realidad que va más allá de los fashionistas y fanáticos de la imagen y la estética, cada vez hay más gente que, más allá de usarlos y lucirlos, los colecciona.
Las historias más comunes comienzan con un reloj especial, uno heredado de papá o mamá, un regalo de cumpleaños, una novia, un amigo, alguien que quería que recordemos ese momento para toda la vida.
Esa es la idea de los creadores del Tudor Black Bay 54, una hermosa pieza para toda la vida. Una verdadera reinterpretación moderna y muy agradable del primer reloj de buceo Tudor. Con el pequeño toque marca de la casa que distingue a todos los relojes de la marca desde 1969: las agujas conocidas como “Snowflake”.
Esa aguja horaria, ancha, que le da su nombre de “copo de nieve” que acompaña a la minutera que es más fina pero con un acabado que puede calificarse de “punta de lápiz”.
El Black Bay 54 que encarna la expresión más pura y moderna del primer reloj de submarinismo de la marca que se presentó en 1954 y que este nuevo modelo recuerda con una caja de 37 mm y mantiene las proporciones clásicas de antaño y aun así posee la proeza técnica del Calibre de Manufactura MT5400 de TUDOR y un grado de profundidad de 200 m.
Como es de esperar, el bisel unidireccional está desprovisto de numerales graduados, evocando los inicios de la época de los años 50 cuando el buceo estaba en sus primeras etapas y TUDOR fabricó un reloj para aquellos, lo suficientemente atrevidos, como para participar en un deporte que continúa sumando fanáticos en todo el mundo.
Los nuevos detalles estéticos, sin embargo, no se detienen en las dimensiones de la caja y el bisel. El segundero recuerda el aspecto del original con un diseño de piruleta. La ergonomía también ha evolucionado, con una corona y bisel rediseñados, ambos con proporciones históricas, clásicas de la marca.
El Black Bay 54 es quizás el Black Bay más fiel que haya sido creado hasta ahora.
El Oyster Prince Submariner, referencia 7922, es posiblemente un inmejorable candidato para inspirarse: fue conocido por haber sido evaluado y por consiguiente adoptado por el personal profesional de las marinas francesa y estadounidense y, en mayor medida, desde aquellos días, por los buceadores con mayor experiencia.
Las primeras iteraciones del 7922 utilizaron una «corona pequeña» y evitaron el posterior triángulo rojo emblemático a las 12 horas para un diseño más puro e uniforme. El Black Bay 54 continúa con esta tradición. De hecho, el Black Bay 54 recuerda una serie de pequeños detalles estéticos que marcan una gran diferencia.
Por ejemplo, las agujas que mencionamos anteriormente. Además de los ajustes en las proporciones, están sujetas a la base, de la misma forma que aparecen en 1954.
Pero, además de todos esos toques que le dan la elegancia de los clásicos, el Black Bay 54 todavía posee toques modernos, como una esfera con un sutil acabado satinado rayo de sol y un cierre de TUDOR «Tfit» para un ajuste perfecto. Y por supuesto, el Calibre de Manufactura MT5400 de vanguardia, el que ofrece funciones de horas, minutos y segundos.
Su acabado es típico de los Calibres de Manufactura de TUDOR: El rotor troquelado en tungsteno monobloque está satinado con detalles pulidos a chorro de arena, mientras que los puentes y la placa alternan superficies pulidas a chorro de arena y decoraciones láser.
Su construcción está diseñada para asegurar robustez y precisión. Al igual que su volante de inercia variable, mantenido por un robusto puente transversal con dos anclas de fijación. Este sistema, junto con su espiral de silicio amagnético, permite al Calibre de Manufactura MT5400 funcionar en un rango de tolerancia de 6 segundos (-2/+4) puesto a prueba en un reloj completamente ensamblado.
El enamoramiento con este tipo de piezas no tiene límite de tiempo, en ese sentido es destacable la reserva de marcha del Calibre de Manufactura MT5400 que puede superar tranquilamente cualquier fin de semana; es decir, tiene una reserva de marcha de 70 horas, lo que permite al usuario quitarse el reloj un viernes por la tarde y volver a ponérselo el lunes por la mañana sin tener que darle cuerda.
Es una obviedad, los humanos necesitamos descansar, está maquina perfecta no.
Cada reloj TUDOR, incluido el Black Bay, está ensamblado y completamente puesto a prueba siguiendo los estándares superiores de TUDOR en la nueva Manufactura TUDOR ubicada en Le Locle, Suiza.
Esta nueva instalación de vanguardia, que reúne el savoir-faire de los relojeros con lo mejor de la gestión de producción y de los sistemas de certificación automatizados, se completó en 2021 tras tres años de construcción.
Decorada en su totalidad en rojo TUDOR, la Manufactura abarca unas cuatro plantas, un total de 5500 m2, y está conectada física y visualmente con su vecina, la Manufactura Kenissi, la instalación donde se producen los movimientos de Tudor fundada en 2016.
Con Kenissi y una red de filiales propiedad de TUDOR, la marca ha podido integrar el desarrollo y la producción de calibres mecánicos de alto rendimiento. En consecuencia, TUDOR controla ahora plenamente la manufacturación de componentes estratégicos y garantiza su calidad.