De los primeros en animarse a salir de la comodidad de Palermo, Bushi es más que un simple restaurante; es un concepto que nace del deseo de dos amigos de la infancia, Francisco Suárez y Bruno D'Andrea, de crear un espacio único en el corazón de Villa Crespo, Buenos Aires.
Desde sus inicios en 2017 con pop-ups, hasta la apertura de su Noodle Bar en marzo de 2023, Bushi ha logrado captar la atención de los amantes de la gastronomía con propuestas que logro recoger en su largo viaje de autodescubrimiento por los extremos de Oceanía, Asia y Europa.
La historia de Bushi comienza con Francisco -trabajaba en publicidad y cine-, un chef que estudió gastronomía en el Ott College y que, tras un viaje por el mundo que lo llevó desde Irlanda hasta Nueva Zelanda -ahí aprendió la cocina asiática en un restaurant taiwanés-, finalmente, decidido, pegó la vuelta para comenzar su propia experiencia gastronómica en la siempre exigente Buenos Aires.
"No somos ni buscamos ser un restaurante de comida asiática. Encontramos en la cocina asiática una fuente de inspiración, un punto de partida a partir del cual jugamos y experimentamos", explica con su aire tranquilo Suárez.
Esa filosofía se refleja en cada plato que sale de la cocina, en cada cambio que hace en la carta, en una corta carta de vinos que propone salir de lo convencional.
Ser o no Ser noodle
El concepto de Bushi se basa en la idea de que las "ideas fermentan y vuelven convertidas en platos libres de ataduras". La carta del restaurante incluye una variedad de platillos que destacan por su creatividad y por satisfacer a los comensales incluso a algunos exigentes veganos y vegetarianos.
Entre sus especialidades, los dumplings y los ramens -hay tres muy originales variantes- son los más aclamados.
"Variamos los estilos de caldo, a veces son más corpulentos y sedosos (paitan), y otras veces más livianos y translúcidos (chintan)", detalla Suárez que tuvo provó su primer ramen trabajando en restaurant en Dublín..
El ramen, en particular, se describe como "poco ortodoxo", una interpretación del clásico japonés que incorpora toques personales del chef. Bruno D'Andrea, socio de Francisco, añade que "los ramen más populares con los clientes suelen ser el shoyu ramen y el miso ramen con caldo vegano y hongos".
Claro, la propuesta de Bushi se adapta a las estaciones, buscando siempre utilizar ingredientes en su mejor momento, lo que garantiza frescura y calidad en cada bocado.
Un Ambiente Acogedor y Lúdico
El espacio de Bushi, justo en la esquina de Bonpland y Castillo (Villa Crespo), con capacidad para 35 comensales, en mesas que están bien separadas -un ambiente cálido y muy íntimo-, en la barra con vista total a la muy entretenida cocina y, desde este año, también en mesas a la calle en una zona que poco a poco se hace cada vez más acogedora y con un movimiento con mucha onda.
La iluminación suave y la decoración minimalista crean un ambiente propicio para disfrutar de una buena charla o una primera cita.
"Entrar a Bushi es sumergirse en el mundo lúdico del chef: los tiempos se detienen para dar paso a sabores con guiños libres de ataduras", afirma el mismo D'Andrea.
El servicio, liderado por Bruno, es cordial e inclusivo, asegurando que cada visita sea especial. "Queremos que la gente se vaya con la experiencia completa: un lugar atractivo, donde te tratan de manera personalizada y te sirven platos que te sorprenden", señala Suárez.
Esta atención al detalle se extiende a la selección de bebidas, que incluye vinos cuidadosamente elegidos -de bodegas boutique, criollas, torrontés, blancos, rosados y naranjos, kombuchas, cervezas y tragos de autor.
La Veredita de Bushi: una nueva experiencia
Desde su apertura hace dos años, Bushi ha introducido "La Veredita de Bushi", una propuesta que en primavera y verano invita a disfrutar en la tarde noche de platitos y bebidas a precios especiales durante las tardes de martes a viernes.
Con un 30% de descuento, la veredita se convierte en el lugar ideal para relajarse después del trabajo, acompañado de buena música y un ambiente distendido. Esa esquina de Bonpland y Castillo es cada vez más concurrida.
La trayectoria y la pasión del Chef
La pasión de Francisco Suárez por la cocina se desató de manera inesperada. "Cuando estaba terminando la facultad no podía dormir y empecé a mirar el canal El gourmet. A partir de ahí empecé a ser el que cocinaba siempre para sus amigos", recuerda.
Su camino lo llevó a trabajar en diversas cocinas y a explorar la gastronomía asiática en profundidad -confiesa que ese amor comenzó trabajando en un restaurant en Dublin, Irlanda-, lo que se traduce en la propuesta actual de Bushi.
"Todo lo que vivo se empieza a transmitir en mis platos. Este es un restaurante de índole asiática, pero está pasado por el prisma de un chico de zona norte. No me puedo pretender japonés", comenta Suárez, reflexionando sobre su estilo personal de cocina.
Esta reflexión sobre la identidad cultural se convierte en un pilar fundamental de su propuesta. "Hacemos Bushi, que es nuestra manera de expresarlo", añade.
Mente inquieta, siempre con un ojo en el futuro
Bushi no se limita a ser un simple restaurante; sus creadores tienen grandes planes para el futuro. "Nuestra intención es que a mediano o corto plazo podamos hacer los kits de ramen en tu casa. También, en algún punto, esto se pensó como un multiespacio para dar clases de cocina, para hacer eventos. Que no sea solo un restaurante", explica Suárez.
Además, en el contexto actual de la industria gastronómica, Suárez y D'Andrea están comprometidos con la creación de un ambiente laboral saludable y libre de violencia.
"La violencia es una cuestión muy de la vieja escuela que no debería existir más y que estamos haciendo algo para cambiarlo", afirma el chef, enfatizando la importancia de la comunicación y el bienestar en su equipo.
Bushi Resto es un testimonio de cómo la amistad y la pasión por la cocina pueden dar lugar a un proyecto único que trasciende la simple experiencia gastronómica. Con su enfoque en la creatividad, la diversidad de sabores y un ambiente acogedor, Bushi se ha establecido como un referente en la gastronomía porteña.
"Todo el mundo tiene que alimentarse y nosotros podemos hacer que vos te vayas habiendo comido acá pero que al mismo tiempo tu memoria emotiva se prenda y lo recuerdes", concluye Suárez. Sin duda, Bushi es un lugar donde cada visita se convierte en una experiencia memorable para ir más de una vez, y otra y otra.