Durante más de 90 años, el Rockefeller Center ha sido un ícono global en el corazón de la ciudad de Nueva York. Concebido por John D. Rockefeller Jr. como una "ciudad dentro de la ciudad", el Centro está compuesto por 13 edificios conectados por un pasaje subterráneo. Este centro alberga las principales atracciones de Nueva York, como The Rink, que ofrece patinaje sobre hielo de octubre a marzo cada año, y el mirador Top of the Rock. Y ahora llega una nueva experiencia que promete elevar a los visitantes como si flotaran en el horizonte de la Gran Manzana.

El 1 de octubre se inauguró Skylift (N. de la R.: foto de apertura, crédito: RC), una plataforma giratoria al aire libre que sube a los visitantes a casi 270 metros de altura, ofreciendo una vista única y envolvente de Nueva York. Esta nueva atracción, que forma parte del famoso observatorio Top of the Rock, es el último hito en la ambiciosa revitalización de Rockefeller Center, diseñada para posicionar al icónico complejo como un destino turístico contemporáneo y competitivo en un mercado de turismo global post-pandemia.

Skylift permite a los visitantes elevarse tres pisos por encima de la terraza del piso 70, logrando así una experiencia de 360 grados que combina una sensación de movimiento y vistas inigualables del horizonte de Manhattan. Para muchos, esta nueva inauguración representa no sólo una mejora estética y arquitectónica, sino también una inversión significativa en el futuro del turismo en Nueva York.

"Rockefeller Center está lleno de experiencias increíbles, pero ninguna tan impresionante como Skylif,," declaró en diálogo con Forbes Argentina EB Kelly, directora general senior de Tishman Speyer y jefa de Rockefeller Center. "La emocionante experiencia de girar a la altura de los rascacielos, en el corazón palpitante de Nueva York, es algo que ningún visitante olvidará".

La arquitectura de Skylift homenajea los elementos clásicos del estilo Art Déco, un sello distintivo del Rockefeller Center. Phil Hettema, fundador y CEO de THG Creative, explicó a este medio que el diseño del Skylift debía integrarse armoniosamente con el conjunto arquitectónico del complejo. "Era esencial que el diseño del Skylift encajara en la filosofía visual general de Rockefeller Center. La estructura debía ser espectacular y única, pero manteniendo la elegancia contenida del estilo Art Déco que caracteriza al complejo". La plataforma cuenta con líneas limpias, detalles en metal y piedra, y un juego de simetría y patrones geométricos que reflejan la estética de la década de 1930.

Jared Peter, productor senior de THG Creative, añadió que "la base de la plataforma incorpora motivos Art Déco sutiles, incluyendo acabados metálicos y superficies de piedra que complementan la elegancia de la estructura original del Rockefeller". Además, el sistema de iluminación fue cuidadosamente diseñado para evocar el glamour y la sofisticación de esa época, utilizando luminarias estilizadas para reforzar la atmósfera de los años 30.

A diferencia de otros miradores de la ciudad, donde los visitantes permanecen estáticos, Skylift ofrece una experiencia dinámica y envolvente al elevar a los visitantes a través del paisaje urbano. Jared Peter destacó que "Skylift no sólo permite ver Nueva York desde las alturas; crea una sensación de flotar dentro del horizonte de la ciudad". 

La atracción también contará con espectáculos de luces temáticos según la temporada, y durante el invierno ofrecerá un show de luces navideñas que convertirá el mirador en una experiencia multisensorial. "La plataforma giratoria permite que la vista de 360 grados se transforme mientras asciendes, sumergiendo a los visitantes en una conexión más profunda con la ciudad", explicó Peter.

Pero la construcción de una plataforma giratoria en un edificio histórico como el Rockefeller Center planteó desafíos significativos para los diseñadores y arquitectos de THG Creative, Tishman Speyer y sus socios de ingeniería y construcción. Jodi Roberdes, directora de arquitectura de THG Creative, explicó a Forbes Argentina que "uno de los mayores desafíos fue garantizar que el Skylift mantuviera la integridad histórica y arquitectónica de Rockefeller Center, un edificio emblemático y protegido".

Para lograrlo, el equipo tuvo que colaborar estrechamente con Tishman Speyer, ingenieros de GMS, arquitectos de MDA y las empresas de construcción Gilbane y TAIT, además de obtener la aprobación de la Comisión de Monumentos Históricos de Nueva York.

Otro reto clave fue la integración de Skylift con la infraestructura ya existente, sin alterar el diseño original del edificio. "La plataforma debía conectarse con las escaleras, ascensores y demás elementos estructurales sin modificar la estructura original, y al mismo tiempo, debía dejar espacio suficiente para las filas de visitantes y su preparación antes del ascenso", señaló Roberdes.

Además de los desafíos estructurales, la seguridad fue una prioridad absoluta en el diseño de Skylift. La plataforma se construyó teniendo en cuenta las normativas de seguridad más estrictas, implementando un completo análisis de riesgos que incluyó medidas de reducción de riesgos en los sistemas mecánicos y eléctricos. 

"Una parte fundamental del proceso fue desarrollar un Análisis de Riesgos de Peligro (HARA) que permitió un examen exhaustivo de los riesgos asociados a la maquinaria y demás elementos de diseño," afirmó Roberdes. Así, la plataforma cuenta con múltiples sistemas de seguridad, incluyendo un vidrio protector de un metro y medio de altura, barandillas verticales y un piso de vidrio tratado con material antideslizante.

Para maximizar la seguridad, cada viaje es acompañado por un host que puede comunicarse directamente con el operador de la plataforma en caso de cualquier eventualidad. Además, se realizaron pruebas extensivas para garantizar la estabilidad y durabilidad del sistema frente a condiciones climáticas como el viento y la lluvia, esenciales en una estructura a gran altura.

Jim Shumway, vicepresidente de entrega de proyectos en TAIT (firma que crea eventos inolvidables y experiencias en vivo innovadoras en todo el mundo), destacó el esfuerzo conjunto del equipo para superar los desafíos del proyecto. "TAIT está encantado de haber sido invitado por Tishman Speyer y nuestros amigos de THG para ser parte de llevar una nueva experiencia increíble al histórico horizonte de Nueva York. Estamos orgullosos de la ingeniería, fabricación e instalación que aportamos a Skylift", declaró Shumway.

La inauguración de Skylift también marca la finalización de un proyecto de revitalización integral en el Rockefeller Center que incluyó la apertura de nuevas experiencias, como The Beam, una recreación de la icónica fotografía "Lunch Atop a Skyscraper" de 1932, y una Galería de Bienvenida con un espectáculo teatral inmersivo que introduce a los visitantes en la historia del complejo. Esta transformación ha traído una nueva energía al Rockefeller Center, atrayendo a visitantes de todo el mundo.

Además, se han incorporado nuevos restaurantes y destinos de compras, como los reconocidos Jupiter, Le Rock y NARO, así como tiendas como N.Peal, Todd Snyder y McNally Jackson. Este enfoque integral, impulsado por la visión de John D. Rockefeller Jr. de una "ciudad dentro de la ciudad", ha dado un nuevo impulso al turismo en la zona, un sector que continúa recuperándose de los efectos de la pandemia.

Skylift se convierte, así, en el epicentro de una experiencia estacional en el Rockefeller Center. Este diciembre, el espectáculo de luces temáticas navideñas transformará la plataforma en una atracción imprescindible para los visitantes de Nueva York. La época festiva, con el icónico árbol de Navidad y la pista de patinaje, hacen de Rockefeller Center un destino popular para locales y turistas. Como describió Kelly: "Skylift es la joya de la corona de nuestra revitalización del Rockefeller Center, que ha traído nueva vitalidad y energía a cada rincón del campus".