Habitan en el corazón del desierto de Atacama, esa región única de cielos despejados y más de 300 días de sol durante el año. Desde allí llegó un grupo de productores de Pisco, una tradición que toma protagonismo con el empuje de las nuevas generaciones.
Estos pisqueros de Atacama ya habían hecho una primera aproximación allá por mayo cuando, en el marco del día del Pisco chileno, se expuso en la Embajada de Chile en Buenos Aires un documental donde se los veía en su lugar, entre viñedos, alambiques, cielos diáfanos y sueños de hacer crecer una tradición.
Pero, ahora, decidieron cruzar la Cordillera en persona y el mes pasado, arribó a Buenos Aires un grupo de productores en una misión comercial organizada por ProChile Atacama para dar a conocer las bondades de su tan preciado destilado. La visita no solo fue una oportunidad para mostrar la diversidad y calidad de sus piscos, sino también para que ellos pudieron contar en primera persona y estrechar lazos con el mercado argentino, en constante búsqueda de nuevos productos premium.
En esta nota, exploramos las experiencias y testimonios de los emprendedores que participaron de esta iniciativa, quienes revelaron su pasión por un destilado que refleja la identidad y el terruño único de Atacama.
Una región de la que habla el mundo
Delicioso y aromático, con presencia actual e historia, el pisco viene sumando distinciones. Según datos proporcionados por ProChile, en los últimos 10 años, se hicieron acreedores de unos 400 reconocimientos. En 2023, diversos piscos de Atacama lograron medallas de oro y plata en el Concurso Spirits Selection by CMB 2023. Y más recientemente obtuvieron galardones en el London Spirits Competition y World Spirits Award 2024.
La zona de Atacama se sitúa en el centro norte del país vecino, una ubicación colindante con las provincias argentinas de San Juan, La Rioja y Catamarca. Es una zona árida ("el desierto más árido del planeta", según los expertos) que se encuentra entre 1000 y 1800 metros sobre el nivel del mar y lejos de centros urbanos.
Es allí donde estos emprendedores -la mayoría jóvenes que quisieron darle oxígeno y músculo a la tradición familiar- trabajan duramente para destacarse por su calidad, su versatilidad y sus características únicas.
En tal sentido, Pablo Lacoste -uno de los historiadores argentinos que más ha estudiado el vino y el desarrollo de la industria vitivinícola- hizo un relevamiento y describe a la producción en Atacama como un "ecosistema cultural campesino custodio de estos saberes que permiten elaborar los piscos en este espacio particular que es el desierto".
Al ser consultados por Forbes durante su visita, todos los productores coincidieron en la importancia del terroir, donde es de vital importancia el río que corre de cordillera a mar y que los proveé del agua requerida para producir. Este microclima es único en el planeta.
Son auténticos defensores de su lugar y sostienen que cuentan con el clima preciso para que la uva se desarrolle. En cuanto al proceso de destilación, algunos de los productores llevan décadas en esta forma de elaboración y poseen alambiques de origen europeo que, en ciertos casos, son centenarios.
Quiénes integraron la Misión Comercial de Atacama
Pisco Fundo el Mirador. Javiera Iriarte Fajardo habla en un tono suave y cálido. Es la primera vez que visita Buenos Aires y se siente fascinada por esta ciudad que supo recibirla con mucho interés. La historia de este pisco se inicia en la comuna de Alto del Carmen (específicamente en la localidad de La Majada) donde vive su familia. "Tenemos antecedentes que se remontan al año 1920, cuando ya mi familia se dedicaba a producir agua ardiente, pisco y pajarete (Vino Dulce D.O)" y resalta con orgullo: "Pablo Lacoste, historiador y analista internacional, recogió antecedentes donde explica que el apellido Iriarte estaba inscrito en el padrón de Aguas Ardientes que mandó a realizar el Rey Felipe V de España en el año 1777", se ufana.
Si hablamos del pisco, todo se inició de la mano de Don Enrique Iriarte Marín, quien heredó dicho legado a su hijo Enrique Iriarte Godoy. A través de los años, la Familia Iriarte siempre estuvo ligada a la agricultura ya que el padre de Javiera -Guillermo Iriarte Fredes - y sus hermanos continúan con esta tradición familiar.
Ellos utilizan un alambique a gas lo que es menos contaminante que el alambique a leña. Además, todos los desechos de la uva se descomponen y se mezclan con guano y se incorporan nuevamente a la tierra. Usan sistema de riego por goteo o tecnificado lo que optimiza el recurso hídrico en esta zona desértica.
Javiera sostiene que el clima cálido, sumado al encajonamiento del valle y a su altura geográfica, ayuda a que las uvas maduren muy bien. En su caso, cuentan con las variedades Moscatel de Alejandría y Moscatel Rosada para elaborar pisco y, para los vinos dulces, usan estas variedades, además de otra llama Uva Negra País.
Además de elaborar de forma artesanal, Javiera sostiene que una de las cualidades destacables es "la calidad de la uva que producimos y que no se mezcla con jugos de otras cepas de uvas que sean poco aromáticas".
En cuanto a la misión comercial que la trajo a Buenos Aires, Javiera se mostró muy contenta: "los bartenders que conocimos en Argentina preparaban tragos exquisitos con nuestros productos y nos dimos cuenta de que tiene un potencial inagotable y desde mi parecer pueden ser ellos quienes hagan el match para introducir de manera fuerte el Pisco con la comunidad argentina".
Pisco Paitanás. Después de venir en la misión comercial a Buenos Aires, Jahdiel Bejares Escorcia y Pamela Juárez viajaron a Japón para promocionar su pisco. Ellos son pareja y socios. Y él es el encargado de contar cómo nació Pisco Paitanás: una hermosa historia de amor.
Allá por el 2019, Pamela y Jahlel vivían juntos en Valparaíso pero ella encontró un mejor trabajo en la Municipalidad de Alto del Carmen; su familia es de la Región de Atacama. En ese momento, tuvieron que estar distanciados ya que él continuaba trabajando en Valparaíso aunque viajaba a verla frecuentemente. "Me gustaba mucho el Valle del Huasco, la naturaleza, las tradiciones, el entorno, y por supuesto ir a ver a mi enamorada -nos relata-. Pasaron un par de meses y tomé la decisión de cambiar mi hogar en la Quinta Región por uno nuevo en Vallenar. No podía hacerlo de manera inmediata ya que no tenía un trabajo en la zona, pero sabía que tenía que buscar un proyecto que me acercara a Pamela y al valle del Huasco. Las visitas a Alto del Carmen eran recurrentes, y no pasó mucho tiempo hasta que encontré el proyecto que sería mi boleto permanente a Atacama".
Eso se dio un día en que fue a la casa de los padres de su novia y conoció a Félix, tío de Pamela, quien estaba cocinando algo en unas ollas de cobre que se llamaban alambiques. "Le pregunté un poco confundido qué estaba haciendo y me dijo: estoy haciendo Pisco". Félix le dio a degustar y tal como cuenta "en ese preciso momento supe que ya tenía mi proyecto, eureka!!! En mi manos tenía el mejor pisco que había probado en mi vida".
Allí fue el momento de comenzar un negocio de manera inmediata y hacer una prueba de mercado cuanto antes. Jahdiel se llevó Valparaíso los 200 litros de pisco que Félix había destilado ese fin de semana; su mejor amigo diseñó la primera etiqueta; recolectó botellas de vidrio vacías en bares cercanos y fue así cómo nació la primera versión de Paitanás.
Luego, en marzo de 2020 viajó solo con una mochila a la parcela de sus suegros, Raquel y Wilfredo, a pasar el confinamiento afuera de la ciudad. "En ese periodo de tiempo -cuenta-, con Pamela invertimos el dinero que había recaudado de las ventas del pisco en el pie para una casa propia en Vallenar, que por suerte resultó. Ahora ya teníamos centro de operaciones para iniciar la segunda etapa del proyecto Pisco Paitanás que era la formación de la empresa".
En 2021 ya tenían su primera producción de 3000 botellas; en noviembre de 2022 salieron al mercado y con dificultades, siguieron. Actualmente, ya han logrado obtener medalla en el concurso Catador Spirits Award 2023 y medalla en el Tokyo Whisky And Spirits Competition 2024. Aparecieron en el programa Alambique TV, conducido por Sergio Lagos en CANAL 13c. Viajaron a Japón en septiembre del 2023 y ya están haciendo los trámites de exportación para su primer envío a Tokyo.
De manera paralela, él cuenta que han trabajado de manera sistemática para posicionar los piscos de la región de Atacama de manera nacional y también internacional: en marzo de 2024, crearon la Corporación de Piscos de Atacama, donde es Presidente: el principal objetivo es lograr generar un trabajo colaborativo y asociativo para generar estrategias del sector y avanzar en diferentes ámbitos y necesidades del gremio.
Hoy promocionan su pisco en el que el tío de Pamela, Félix Guerrero, se destaca como Maestro destilador. "El Pisco forma parte del imaginario colectivo de la comunidad y, en ese sentido, todos los años se celebra en el mes de mayo en la región de Atacama y Coquimbo, la conmemoración de la Denominación de Origen más antigua de América, donde se hacen fiestas coordinadas en las diferentes ciudades de cada región", revela.
Pisco Paitanás se elabora a partir de uvas de viñedos de Alto del Carmen. Utilizan el método tradicional estipulado en la normativa, destilación fraccionada discontinua, que permite separar los diferentes componentes del pisco (cabeza, corazón, cola) que se hace en alambique de cobre. Utilizan 60% de uva Moscatel de Alejandría y 40% Moscatel de Austria. Hacen fermentación alcohólica en ausencia de pieles. Usan el corazón del destilado.
En noviembre de 2024, cuenta Jahlel se dio inicio a la campaña "Chilean Pisco, Firts Spirits", una iniciativa que viene a unificar la experiencia pisco chileno en el mundo, para canalizar todas las acciones mediante ese eslogan.
Pisco Piedras Juntas. Juan Torres Argandoña es un joven entusiasta de su terruño. No bien uno lo conoce, habla apasionadamente de su lugar y muestra el video de su "patria chica", ese rincón verde y soleado del Valle de Huasco.
La viña donde nacen las uvas de este destilado tiene más de 80 años. "Mi padre Juan Torres Manríquez nació y creció en la localidad de Piedras Juntas, Región de Atacama, Tercera Región de Chile. Siempre tuvo vínculo con la cultura vitivinícola del valle del Huasco, en especial en la elaboración del vino dulce Pajarete. Hace ya 20 años que mi padre produce vinos dulces y hace tres, me integré yo. Soy asesor agrícola de profesión y hace tres años le propuse a mi padre elaborar un Pisco con las mismas uvas con la cual él hacía vino dulce", cuenta a Forbes.
Y ¿quiénes integran este proyecto?, consultamos: "Viña Piedras Juntas se integra de dos personas, mi padre y yo. Estamos trabajando juntos hace ya 3 años de forma formal: hacemos juntos todos los trabajos agrícolas de la viña de forma 100% orgánica, manteniendo la biodiversidad del valle y el patrimonio vitivinícola. Para la elaboración del Pisco y vinos, ocupamos tecnología en bodega y sala de proceso manteniendo la calidad artesanal".
Respecto a cuál sería su enfoque referido a las prácticas sostenibles, Juan entiende que su manera de trabajar es "amigable con el medio ambiente haciendo una viticultura que no daña ni a la flora ni a la fauna sin impacto de maquinarias pesadas que hace la compactación de suelos. Agricultura sustentable y sostenible en el tiempo".
Como buen asesor agrícola, Juan resalta el terroir con un suelo rico en materia orgánica hasta los 50 centímetros de profundidad; después aparece el suelo ''calcáreo". "Vivimos en una parte del valle del Huasco que está a 1.500 metros sobre el nivel del mar, zona que se encuentra encajonada por cerros y peñascos. Un ejemplo es que a las 5 de la tarde, ya hay sombra en todo el sector pero con una temperatura alta. Eso hace un microclima muy rico para el crecimiento de uvas dulces".
Cuando llega la vendimia, hacen la cosecha manual; muelen en una moledora industrial y cuentan con una prensa hidráulica para obtener el mosto. La fermentación es en estanques de acero inoxidables. Usan uva Moscatel de Alejandria con un porcentaje de 70% y un 30% de la uva variedad Moscatel Rosada. Sus uvas crecen en espalderos y también tienen Moscatel de Austria y Negra país. "Y hay otras que aún no hemos identificado con estudios", cuenta. También usan alambique de cobre a gas y realizan cortes sensoriales del proceso de la destilación separando cabeza, corazón y cola.
"La etiqueta de nuestro Pisco nació de la creación de nosotros sentados en una mesa mirando nuestra viña, le dimos una identidad elegante y orgánica mostrando fotos de uvas de nuestros parrales en la etiqueta", cuenta con entusiasmo.
Pisco Faustina. Las hermanas Paulina y Jimena Cortés fueron las encargadas de venir desde Atacama a Buenos Aires, en nombre de su familia para dar a conocer su Pisco Faustina. Alegres y reservadas mostraron conocimiento y empuje a la hora de revelar las bondades de su destilado.
"Nuestro emprendimiento nace de una tradición familiar profundamente arraigada en la producción de Pajarete, un vino emblemático del Valle del Huasco que ha sido elaborado por nuestra familia durante generaciones. Inspirados por este legado y buscando darle un valor agregado a nuestro trabajo, decidimos dar un paso más y crear Pisco Faustina. Aprovechando las condiciones únicas del desierto de Atacama, donde las tierras y el clima extremos otorgan características singulares a las uvas, comenzamos a destilar un pisco artesanal con el mismo cuidado y dedicación que nuestros antepasados emplearon en el pajarete", resumen.
Cuentan orgullosas que es una empresa familiar, liderada por Eduardo Cortés Páez como maestro destilador, junto a sus hijos, quienes gestionan las áreas de administración, adquisición de insumos, venta y marketing.
"Cada miembro de la familia contribuye con su experiencia y dedicación, formando un equipo comprometido con la calidad y autenticidad de nuestro Pisco. Este enfoque familiar permite mantener los altos estándares de producción y transmitir en cada botella la esencia de nuestro trabajo y la riqueza del Valle del Huasco", cuentan.
En Pisco Faustina, trabajan con una agricultura responsable, realizando cosechas manuales y seleccionando solo las uvas necesarias, lo que reduce el impacto en el suelo y optimiza los recursos naturales. "Utilizamos levaduras nativas en el proceso de fermentación, preservando la autenticidad del producto y minimizando el uso de aditivos externos", explica.
La destilación también se realiza en alambiques de cobre alimentados a gas, lo cual permite disminuir la huella de carbono al optimizar el consumo energético. Crearon un packaging sustentable y biodegradable. "Nuestras botellas son reutilizables, fomentando así una economía circular que reduce el impacto ambiental", sostienen.
"Estamos comprometidos con el rescate de las tradiciones y el patrimonio cultural del Valle del Huasco, lo que nos ha llevado a colaborar en eventos y actividades locales que promueven la identidad de la región. Nos enorgullece ser parte activa de nuestra comunidad y contribuir al desarrollo económico y social de Atacama, buscando siempre un impacto positivo y duradero", revelan.
La precipitación media anual en la zona es de apenas 55 mm y la temperatura promedio de 16,3 °C, lo que permite una maduración lenta y controlada de las uvas, concentrando aromas y sabores en cada racimo.
Cuando se le consulta sobre cuáles son las características diferenciales de su producto, consideran que "el Pisco del Valle del Huasco tiene un perfil muy diferente al de otras zonas productoras de pisco en Chile, y esto se debe a varios factores ligados a nuestro terroir. Estamos en el desierto de Atacama, donde el clima es muy extremo, con altas temperaturas y casi sin precipitaciones. Esto hace que nuestras uvas Moscatel de Alejandría y Moscatel de Austria desarrollen una concentración mucho mayor de azúcares y compuestos aromáticos. Como resultado, obtenemos un pisco con un perfil más fresco, frutado y floral".
Y agrega que lo que también hace único su destilado es "la influencia del mar, que está cerca y da un toque fresco a las uvas, logrando que el pisco tenga una suavidad y frescura especiales". Durante todo el proceso de elaboración, no se aplica prensa, "permitiendo que las uvas liberen su jugo de forma suave, sin forzar la extracción".
En cuanto a la visita a Buenos Aires, aseguran que el pisco chileno genera mucho interés aunque el conocimiento sobre su variedad y calidad es limitado. "Muchos argentinos se sorprendieron al conocer los piscos que trajimos del Valle del Huasco, los cuales se destacan por su perfil aromático y fresco", revelan.
Y finalizaron al considerar que uno de los principales desafíos para posicionar el pisco chileno en mercados como el argentino es la competencia con otros destilados tradicionales, como el Gin y el whisky, que ya tienen una fuerte presencia. "El pisco chileno tiene características únicas, como su frescura y complejidad aromática, que lo hacen diferente. Además, al ser un producto artesanal de una zona tan especial como el Valle del Huasco, podemos atraer a consumidores que buscan productos exclusivos y de alta calidad".
Pisco Leyenda Cerro Bramador. Pilar Uribe es una de las caras visibles de este emprendimiento. Simpática y elegante, revela que el sello de su propuesta es la agricultura familiar, ya que tienen relación con 20 hectáreas de uva y abarcan todo el proceso.
Se define como una familia de dos ingenieros y 3 hijos. En cuanto a la zona, asegura: "valoramos su valle, su cielo, su playa. Es un lugar paradisíaco, nada que envidiar a nadie y también de patrimonio histórico", se ufana.
En cuanto a las prácticas ecológicas, Pilar destaca que cuando destilan recircula el agua en estanque. También tienen paneles solares para la electricidad y por supuesto, no usan agroquímicos, solo levadura natural para vinificar y nada más.
"Hacemos el pago justo, le ponemos meta a los vendedores de incentivo. Y también la comunidad local nos ve como un ejemplo. Eso ha inspirado a otras marcas", resume. Pilar destaca que los ha premiado el propio presidente de la República como empresa destacada del año.
Entre los proyectos que tienen para futuro, quieren potenciar experiencias de enoturismo para que se puedan recordar además del sabor del pisco, los bellos rincones de estas regiones de la zona de Atacama.
Enarbolada de esta región, asegura que el clima de este desierto más árido del mundo, hace que la parra con esta inclemencia del clima genere una fruta muy dulce, porque es mucho sol y no hay humedad.
Su Pisco -al que califican de calidad Premium y ese es su sello- se hace con dos tipos de uva que son Pedro Jiménez y Moscatel de Austria. "La base es un blend 80 % Pedro Jiménez y el resto Moscatel", detalla. "El pisco es muy elegante, no es muy empalagoso, es un equilibrio perfecto".
Sobre cómo creen que fue la repercusión de su visita a Buenos Aires, Pilar se muestra súper optimista: "Argentina lo percibió de bueno hacia arriba, quedaron fascinados. El Pisco donde va, encanta. Hay que trabajar y generar todo lo que significa importar un producto. El pisco vino para quedarse. La gente en Buenos Aires quedó fascinada, tenemos el mismo idioma, nos parecemos mucho".
En tal sentido, Pilar aboga por la unión de las culturas de Latinoamérica: "tenemos que estar juntos". Y termina con esta frase: "Lo que no se conoce, no se valora; lo que no se valora, no se cuida ni se respeta, así que demos a conocer las tradiciones ancestrales de nuestros pueblos de América Latina".
Fomento para los productores
Desde el sector oficial, además de destacar la calidad de los piscos atacameños, el Gobernador Regional de Atacama, Miguel Vargas Correa, afirmó a Forbes que "como Gobierno Regional hemos tomado el desafío de potenciar los sectores productivos, especialmente aquellos que rescaten la identidad de la región. Los productores pisqueros son parte muy importante de nuestra cultura y sus productos de una calidad increíble. Queremos que los piscos de Atacama se posicionen como los más destacados en el mercado nacional e internacional, es por eso que hemos trabajado codo a codo con ellos, generando programas, liderando la mesa regional del pisco e inyectado recursos a ProChile para desarrollar estas misiones que han permitido a nuestros productores llegar a mercados extranjeros y dar a conocer sus piscos artesanales en Japón, China, Europa y ahora en Argentina. Estas son parte de las iniciativas que lleva a adelante el Gobierno Regional para el desarrollo económico de Atacama".
El Gobernador de Atacama felicitó además a las y los representantes de las marcas de Pisco Faustina, Fundo El Mirador, Paitanás, Bramador y Pisco Piedras Juntas, quienes tuvieron la oportunidad de visitar bares y vinotecas, además de participar en catas y degustaciones de los destilados, junto a sommeliers y bartenders en Buenos Aires, "pudiendo dar a conocer la historia, cualidades y calidad premium de los piscos artesanales de nuestra Región".
*Fotos: Gentileza de los entrevistados