Un palacio real, un gran museo, la casa de un multimillonario... todos estos son lugares donde uno esperaría ver un "huevo" de Fabergé. No en un crucero. Pero este es solo un ejemplo del lujo puro que aguarda a los huéspedes a bordo del acertadamente bautizado Seven Seas Grandeur, el nuevo transatlántico de lujo de Regent Seven Seas Cruise.
Al construir el barco, los constructores no escatimaron en gastos para lograr la opulencia, instalando más de 130 mil kilos de mármol, 503 lámparas de araña de cristal y una colección de arte que costó la impresionante suma de 6 millones de dólares. A bordo, los entusiastas del arte pueden descubrir 1.600 piezas de obras, incluidos tres Picassos expuestos en el restaurante especializado en carnes Prime 7.
Otro elemento destacado es un tapiz de casi 12 metros de altura, tejido a mano por Walter Goldfarb y titulado "El árbol encantado", que se extiende por el centro del barco. Tomá el ascensor de cristal del piso cuatro al 12 para contemplar la pieza en toda su magnificencia. También se pueden encontrar innumerables esculturas a lo largo del barco, como "Agua en goteo - Cascada" de Zheng Lu, situada al pie de la escalera del spa.
La joya de la corona de la colección de arte es el "Huevo-Objeto" de Fabergé, llamado "Viaje en joyas", expuesto en el atrio. La pieza, hecha a medida, fue creada para representar la experiencia de navegación del Regent Seven Seas y cuenta con un rocío marino de perlas, una cascada de tonos oceánicos y una concha de siete aspas que representa los siete mares del mundo.
Otros encargos especiales incluyen una delicada obra de arte en forma de cerezo en flor a tamaño natural creada en exclusiva por Savoy Studios para la entrada del restaurante panasiático Pacific Rim. Fijate bien en las flores, todas ellas fundidas a mano en cristal de Murano en Venecia, Italia. Con tanto por descubrir, los huéspedes pueden realizar una visita artística digital guiada a través de la Regent App.
La opulencia continúa en las cocinas del barco. Para un viaje de 10 noches, el Seven Seas Grandeur transporta unos 544 kg. de langosta, 450 kg. de filet mignon, 230 kg. de salmón ahumado, 250 kg. de chocolate y 9 kg. de caviar. En la bodega se almacenan 1.500 botellas de champán y 5.000 botellas de vino, están hechas de 65 variedades de vino blanco, 130 de tinto, 5 de rosado, 6 de postre y 18 variedades de champán y vino espumoso. La botella más cara es un vino Promontory Napa Valley de 2.500 dólares.
Los conceptos de restauración más apreciados de Regent se tomaron de los otros barcos de la flota, pero los huéspedes a bordo del Grandeur pueden degustar 130 platos nuevos y recetas mejoradas, así como espacios reimaginados que dan a los locales un toque aún más lujoso. En el Compass Rose, por ejemplo, los huéspedes acceden a través de una cascada a un "bosque encantado" con "árboles" enjoyados e iluminados. En las ventanas, las luces están colocadas para imitar el cielo nocturno, mientras que las mesas están rematadas con platos Versace personalizados.
El restaurante francés Chartreuse está diseñado al estilo del París de los años 20. Fijate en las elegantes esculturas que representan La Camelia, la flor favorita de Coco Chanel, en la entrada. También hay algunos secretos a bordo del Grandeur - escondido dentro del Prime 7, por ejemplo, hay un comedor privado secreto al que sólo pueden acceder los huéspedes de la suite superior del barco, la Regent Suite (que cuesta unos 11.000 dólares por noche).
Otras novedades incluyen un spa y un centro de bienestar mejorados con una nueva zona al aire libre en la popa. La piscina infinita vista en el Splendor fue sustituida por una piscina climatizada cerrada, dos jacuzzis y reposeras adicionales para acomodar a más huéspedes. Unos paneles de vidrio protegen esta zona del viento, lo que significa que puede utilizarse mientras se está navegando y parece más seguro y privado cuando se está en puerto. El menú del spa también ofrece algunos tratamientos exclusivos de Grandeur, incluido un masaje de gravedad cero.
Las 375 suites del barco son similares a las de los barcos anteriores -todas cuentan con cómodos dormitorios, salas de estar, vestidores, cuartos de baño privados y balcones-, aunque algunas distribuciones se modificaron y la decoración se actualizó hacia un estilo de elegancia más clásico.
Asimismo, la experiencia de todo incluido para los huéspedes por la que Regent es famoso sigue siendo la esperada, con una tripulación entusiasta que ofrece un calendario completo de entretenimiento a bordo y excursiones en alta mar. De hecho, junto con las elevadas comodidades del barco y su refinado diseño, numerosos huéspedes de Regent de larga duración me dijeron que éste es "el mejor barco de la historia" de la compañía.
Toda su construcción costó más de 450 millones de dólares, lo que es fácil de entender cuando se miran los detalles más sutiles. Pero como ocurre con la mayoría de las cosas en la vida, hay que ver para creer.