¿Tenen derecho al tiempo libre los presidentes? ¿Es aceptable que disfruten, que se relajen, que se olviden por un rato de que son la persona más decisiva del país que gobiernan? Luis Lacalle Pou no tiene dudas: la respuesta es sí, porque para estar al frente del Estado se necesitan "claridad mental" y "tranquilidad espiritual".
"Cada día acá, si lo tomás con intensidad, es como una vida", dijo el jefe de Estado del Uruguay durante un tramo, no publicado, de una entrevista con el diario español "El Mundo" que se refleja en este extracto para Forbes Argentina.
El diálogo discurre en el undécimo piso de la Torre Ejecutiva de Montevideo, el edificio de vidrios espejados desde el que se gobierna a los 3,3 millones de uruguayos. Se habla de libertad responsable, de gobiernos democráticos, autoritarios y dictatoriales, del Mercosur, la Unión Europea y China, de la Argentina, de Brasil y de varios temas más. Pero también de fútbol, de si es o no el presidente "más en forma del mundo". Y de surf, mucho de surf.
Hincha de Nacional, en los últimos años Lacalle Pou se entusiasmó con un equipo chico, Boston River.
"Lo que pasa es que mis hijos uno era de Nacional y otro de Peñarol. Socios. Y un día se hicieron los dos socios de Boston River. Entonces voy a la cancha con ellos, cuadro chico, vas a la cancha tranquilo. Doscientas personas, divertido... No voy mucho a la cancha, tampoco, aunque ahora como presidente voy mucho más que antes".
- ¿Cómo se es presidente cuando se es hijo de un ex presidente?
- No sé si es un plus, pero tuviste la oportunidad de ser un testigo privilegiado. Lo que no te inhibe de cometer errores, te debería inhibir de repetirlos.
- Serán otros, no los mismos...
- Exacto, y te permitirá también tener aciertos, no iguales, porque han pasado 30 años y el mundo es totalmente distinto.
- ¿Hay algún error de estos tres años que tenga muy claro?
- En lo personal, mi equipo... Somos muy autocríticos. de noche, cuando todo el mundo se va, nos quedamos dos tres cuatro hasta las nueve. diez, hacemos un mate tardío. Nos autoflagelamos hasta que decimos, pará, estamos haciendo bastante bien las cosas. Pero la autocrítica te ayuda a mejorar y no equivocarte.
- Su entrenador personal dijo alguna vez que usted es el presidente más en forma del mundo. ¿Tiene razón?
- (Carcajada) No sé, no sé. Sí sé que todavía tengo complejo de adolescente, de joven. Entreno bastante.
- ¿Qué hace?
- Una gimnasia bastante heterogénea que se llama gimnástica natural, imita bastantes movimientos animales, disociación corporal, respiración... Mucha zona media, te obliga a concentrarte, estás una horita sin el celular.
- Eso es para un surfer...
- Lo que pasa es que en mi cabeza siempre está que voy a surfear. He surfeado bastante, no todo lo que quisiera, obviamente, tengo que embocar algún fin de semana.
- ¿No surfeó más de lo que pensó que iba a surfear cuando llegó al gobierno?
- No, no... Mucho menos. No pensaba surfear.
- Entiendo que incluso pensaba que había gente que lo iba a mirar mal si surfeaba siendo presidente.
- A ver, si yo estoy surfeando un lunes a las diez de la mañana, te pido por favor que me echen del gobierno. Podría perfectamente tirarme a las seis de la mañana y estar trabajando acá a las nueve. No lo hago, porque es una locura. Pero si emboco los fines de semana o los días que me tomo de vacaciones, que no son muchos, paso la mayor parte del tiempo en el agua.
- Mucha gente cree que los presidentes no tienen derecho a tiempo libre, a tener un fin de semana, a tomarse vacaciones. Ahora que está de ese otro lado, ¿cual cree que debe ser el régimen de vida de un presidente en esos aspectos?
- Yo creo que un presidente debe tener claridad mental, tranquilidad espiritual. Tiene que tener la noción de que los tiempos de un gobierno son finitos, que hay procesos que va a empezar y los tiene que terminar, que hay procesos u obras que no va a terminar, pero nunca tiene que perder el sentido de la urgencia, porque la vida del que no tiene nada y lo que abunda en sus casas son carencias, y la vida del que tiene cierta comodidad pero también tiene sus propias urgencias: requiere de un gobierno presente y que valore el tiempo.
- Insiste mucho en el factor tiempo.
- El tiempo es para mí uno de los factores más importantes en una acción de gobierno. De hecho, cuando abro mi celular aparece cuántos días faltan para que termine el gobierno y cuántos días faltan para las elecciones nacionales, que son dos fechas importantes en cualquier gobierno. Cada día lo miro y cada día reviso algunos procesos que empezamos. Cada día acá, si lo tomás con intensidad, es como una vida. Cada día me levanto y tengo eso de agradecer, de emocionarme y del peso de ser presidente de mi país.
- Julio María Sanguinetti volvió en una segunda presidencia, Tabaré Vázquez volvió. ¿Lacalle Pou va a querer volver?
- Yo creo que si los partidos políticos siguen el devenir de los tiempos que estamos viviendo deberían generar mejores candidatos, más aggiornados. Iba a decir jóvenes, pero ser joven no significa estar aggiornado. Lo que uno no debe hacer es dejarse llevar por la inercia o por la seducción del poder, de volver porque sí. Es una tarea que si se la toma a cabalidad es muy sacrificada, muy intensa. tenés que tener ganas de ser presidente.
- Días atrás una señora le dijo a Pedro Sánchez, presidente del gobierno español, que sería "presidente por 20 años más". La reacción de Sánchez fue un "por favor, no me desees eso".
- Es que es así, es así. No debés de querer llegar, debés de querer hacer. No te olvides de que es la vida de los demás, no la tuya. Todo el aspecto de la frivolidad, de la cercanía con el poder, de los procesos electorales que nos encantan, vibramos con ellos. Pero eso no puede ser un fin en sí mismo. Yo quiero irme por el mismo tamaño de puerta que entré, tener el afecto y el cariño de muchos y el respeto de la mayoría.