A finales de 2020, Sabino Montenegro decidió volver a emprender en el rubro de los residenciales para adultos mayores, luego de más de 15 años de diferentes experiencias en el sector.
Tras el correspondiente estudio de mercado, eligió la ciudad de Canelones para fundar La Estancia Hotel Residencial, con más de 10.000 metros cuadrados de áreas verdes.
La pandemia y la incertidumbre natural de emprender hicieron que Montenegro dudara, por momentos, si había tomado la mejor elección.
Hoy, poco más de tres años después, el fundador define a La Estancia como una de las propuestas más innova doras en el rubro por sus actividades diarias y el entorno natural que la caracteriza. Además de las instalaciones en Canelones, Montenegro inauguró una nueva sucursal en Pando, que mantiene el espíritu que el negocio se propone.
"La idea es que la persona pueda estar en un lugar lindo, contenido y natural. Y lo mismo busca mos para las familias que van a visitar a los adultos, que tengan ganas de ir a ver los y se quieran quedar un rato con ellos", expresó el socio director de La Estancia Hotel Residencial.
Actualmente, hay 50 personas en los dos residenciales con un promedio de edad de 77 años y todos los días se les ofrecen diferentes actividades. Montenegro mencionó algunas como gimnasia, terapia ocupacional, yoga, clases de música y apuntó que algunos días el cura de la ciudad de Canelones suele ir a celebrar misa porque varios de los clientes son fieles.
La Estancia cobra una cuota básica de $ 75.000 por una habitación compartida entre dos personas. Además, se ofrece la opción de dormitorio individual, cuyo valor se acerca a los $ 100.000 mensuales.
El entorno natural está acompañado, tanto en Canelones como en Pando, de vi ñedos y animales que suelen deambular por el campo. Montenegro destaca que, más allá de esto, es vital el equipo que se ha conformado para garantizar una esta día de calidad a todos los residentes.
El grupo de trabajo, compuesto por 25 personas, es multidisciplinario y utiliza un software que registra cada una de las acciones que los adultos mayores hacen, por ejemplo, actividades a las que se ano tan durante el día, la medicación que toman o si reciben visitas.
"Es un control muy bueno, en el cual se puede ver, por ejemplo, si la persona almorzó o si se bañó", agregó Montenegro. La decisión de emprender en Canelones, en palabras del fundador de La Estancia, provocó un "boca a boca" que hizo que la aceptación del proyecto fuera positiva en poco tiempo.
Montenegro confesó que al comienzo le generaba dudas si en la capital canaria había público dispuesto a pagar por un servicio premium como el que plantea, pero el paso del tiempo le dió la razón y no se arrepiente del camino elegido.
Coliving: una nueva experiencia
El equipo de La Estancia proyecta su expansión con propuestas que no se alejan del objetivo inicial que motivó a la em presa. Para el corto plazo, Montenegro prevé concretar un proyecto de coliving en Canelones para aquellas personas que se pueden valer por sí mismas, pero quieren vivir en un entorno natural y cuidado.
"Se va a terminar para el año que viene y ya tenemos todo el desarrollo arquitectónico", contó el emprendedor. En total, serán 10 habitaciones priva das que tendrán su propio living, baño y cocina.
Además, habrá salas abiertas con piscina climatizada, un salón de belleza y un comedor amplio con estufa a leña. La propuesta tendrá todos los servicios del residencial tradicional, además de las actividades diarias previstas.
Los usuarios, en tanto, podrán elegir si se cocinan en su propio espacio o si optan por el menú diario que se elabora en La Estancia.
"El resto de los servicios se mantienen: habrá médico disponible, enfermera, se les prepara la medicación si ellos quieren. La idea es mejorar la oferta, sobre todo en materia edilicia y captar un público nuevo", resumió Montenegro.
Foto Diego Olivera
*Este artículo fue publicado originalmente en Forbes UY del mes de octubre de 2024