En el año 2001 María José Pérez junto a una amiga y socia ponían en marcha la idea de vender prendas que ya no usaban. Veinte años más tarde Pérez adquirió el 50% de su socia y pasó a trabajar junto a su hija Delfina Valdés, con quien abrió la puerta a una nueva etapa de expansión y crecimiento. Actualmente, cuentan con cinco locales, además de ventas web.

Al comienzo la casa familiar fue el lugar que dio refugio a la aventura pionera de vender ropa de segunda mano para niños. Casi sin darse cuenta la demanda fue creciendo y al poco tiempo el sitio quedó chico y hubo que buscar un local en el barrio. Primero fue Carrasco y ya para el segundo año abrieron la sucursal en Pocitos. La inversión inicial de US$ 1.500 había dado frutos. 

Fue en 2021 cuando María José adquiere la totalidad de la marca y se hace cargo de Era Mío junto a su hija Delfina con quien hoy lleva adelante el desarrollo del emprendimiento imprimiéndole un toque de innovación y sostenibilidad. 

En esta etapa se diseña una nueva imagen para el negocio con una fuerte apuesta al crecimiento sostenido. Locales con más metros cuadrados, una estética visual cuidada y diseñada para una buena experiencia del cliente, además de una curaduría sumamente rigurosa que asegura prendas de marca, calidad y poco uso, forman parte de la identidad de la propuesta. Los pilares del emprendimiento son la confianza y el aprovechar las oportunidades, lo que les significa una motivación constante. Si bien Era Mío ofrece prendas infantiles, su oferta no se agota allí, tienen ropa para hombres y para el público femenino, este último segmento les representa el mayor número de ventas. 

Hoy en día tienen el local en Carrasco con una superficie superior a los 100 metros cuadrados que fue inaugurado en 2022. Se le suma la tienda en Punta Carretas, otra en Ciudad de la Costa y la ubicada en el Word Trade Center de Pocitos, éstos dos últimos inaugurados en 2024. A su vez, cuentan con una franquicia en Punta del Este que abrió sus puertas en 2023. Además de la venta por el canal web.

Un modelo de negocios circular

 Era Mío tiene 25.000 proveedores que integran una red de vendedores en todo el país. Las prendas se reciben en consignación lo que implica una relación construida en base a transparencia, confianza y fidelidad. “Estamos en una etapa de consolidación y de lograr fidelizar al público” señaló Valdés, “nuestros clientes y proveedores son recurrentes y eso es a lo que apostamos, generar comunidad en cada uno de nuestros locales”, indicó.  

Si bien durante la pandemia se potenció la venta a través de la web con el objetivo de llegar a todo el país, actualmente "en este emprendimiento lo presencial se impone" dijo Pérez.

 El negocio requiere además de mucha logística, organización y calidad en cada uno de los procesos internos y externos, lo que, aseguran, es su gran diferencial frente a la competencia: "Apostamos a la calidad y a un proceso adecuado apoyado en la pertenencia" indicó la fundadora. La facturación en 2023 fue de US$ 1.8 millones y el objetivo para el 2024 es llegar a US$ 3 millones contó Pérez a Forbes Uruguay.

 Al respecto, Delfina Valdés explicó que el éxito se debe fundamentalmente a una gestión orientada al cliente y al cuidado estricto de cada una de partes del negocio. “Estamos inmersos en un mercado en el que también competimos, entonces trabajamos mucho en el equilibrio de precios”, señaló Pérez.  Una relación de "equilibrio perfecto" entre lo que se ofrece, el precio y la experiencia de compra, tomando en cuenta a todos los que participan en la misma. "Estamos muy atentas también a lo que pasa en el mercado", dijo Pérez e hizo hincapié en las tendencias de consumo. "Hoy el objetivo a largo plazo es llegar a todo el país, tenemos una gran comunidad en cada punto de venta y en los últimos años nuestro crecimiento ha sido exponencial" agregó y estableció que su gran desafío es lograr capitalizar el crecimiento que se viene dando en el último tiempo e ir a más.

Sostenible y solidario

"Ser emprendedor es estar atento a las oportunidades", indicó Pérez y remarcó la importancia de prestar atención a los espacios donde se pueden abrir nuevos caminos, así como tener gran capacidad de adaptación. La misión de emprender y aportar al planeta también es parte de esta propuesta que identifica la marca, “es tener la oportunidad de ser mejores y aportar", señaló Valdés.

 Era Mío tiene una veta solidaria que cierra el círculo. En su modelo integran la donación como parte del plan de crecimiento y desarrollo. De esta forma diversas instituciones son beneficiadas con prendas cada temporada. Todo aquello que no se vende en determinado tiempo es asignado a diferentes organizaciones sociales o educativas que lo puedan necesitar, involucrando en esta red también a sus proveedores qué comparten y adhieren a la iniciativa. Las emprendedoras generan así un impacto positivo integrando una filosofía solidaria en la gestión lo que les genere orgullo e impulsa a seguir creciendo en esa dirección. 

En este punto su claim pasa de "Vende lo que no usás" a "Vendé, comprá, doná". La esencia está en apostar al concepto de prolongar la vida de las prendas, hacer un aporte sostenible y social más allá del negocio. “Somos pioneras en el nuevo paradigma de consumo”, finalizó Valdés.