El proyecto "Montevideo Harbour" promete darle vida al Oeste y hacerlo menos lejano
El proceso de urbanización, esa progresiva concentración y aumento de la población y actividades económicas de ciudades como Montevideo produce movimientos, al principio hacia arriba y luego hacia los costados para luego seguir hacia arriba y a los costados otra vez.
Es esa misma descripción la que motivó que desarrolladores privados y públicos pensaran hace unos años que a la capital uruguaya le estaba llegando el momento de expandirse. Primero lo hizo hacia el Este, y cada vez más y más lejos al Este.
Después haber llegado hasta Punta Carrasco y más allá, finalmente, después de superada la pandemia, ahora toca la expansión hacia el Oeste, hacia lo que en otros tiempos fue una próspera área industrial en los barrios de los barrios de Bella Vista, Capurro y La Teja, al borde de la bahía.
Es allí donde González Conde, la constructora que está atrás de Montevideo Harbour, piensa iniciar la construcción de un proyecto que comprende dos torres de 34 pisos frente al mar. Según los desarrolladores, un lugar ideal para el espíritu de los millennials que buscan instalarse en nuevos horizontes en los que puedan sentirse comprendidos a través de la arquitectura moderna, pensada para ellos.
Viviendas, oficinas, espacios verdes, canchas para practicar deportes y barbacoas temáticas. A 10 minutos de la abandonada Estación Central General Artigas y en una zona de galpones gigantescos abandonados donde hoy está todo por hacerse, todo por conquistar.
Más allá que la propuesta suene novedosa, para algunos ir hacia al Oeste, no estaba en sus planes, la idea de desarrollar un megacomplejo en la rambla Baltasar Brum en realidad surgió hace 20 años cuando se compraron los terrenos con el mismo fin. A principios de siglo -fue hace mucho- no se pudo avanzar debido a que en ese entonces "no existía una normativa que permitiera levantar viviendas en esa zona", explicaron desde la constructora al diario El Observador.
En 2022 la situación es completamente distinta. Ahora hay un plan que involucra a la Intendencia de Montevideo y a otros organismos estatales con el objetivo de reactivar la zona de Bella Vista, Capurro y La Teja. La idea de todos estos actores no solo tiene que ver con un proyecto específico sino con generar las condiciones necesarias para levantar proyectos residenciales como este y activar un paseo en la rambla de la zona que incentive la instalación de otros desarrolladores de viviendas y comercios.
En el caso del complejo “Montevideo Harbour”, los desarrolladores planean finalizar las obras en 2026 para que en 2027 se puedan habitar 650 unidades entre residencias y oficinas. Según difundió la empresa González Conde, en la actualidad ya hay 295 boletas de reservas firmadas (45% de unidades adjudicadas).
"Montevideo Harbour va a ser la puerta de entrada para muchas inversiones que vendrán atrás, porque no solo favorece el desarrollo de los terrenos contiguos, sino de otras áreas que están abandonadas dentro de la zona de influencias de la bahía de Montevideo, como la Estación Central de AFE", indicaron desde González Conde.
El proyecto actual requiere de un desembolso de US$ 85 millones para que se concrete, sin considerar el costo del terreno.
El Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial también incentivó al inversión en esta área de Montevideo, al aprobar en 2021 este proyecto dentro de la Ley de Viviendas Promovidas (18.795), que busca beneficiar el acceso a la vivienda por parte de particulares.
De acuerdo a otros operadores que dieron su opinión en otros medios, el entusiasmo no es tan grande como el de los desarrolladores porque no descuentan que los datos de la macroeconomía global no afecten a Uruguay y que ello termine ralentizando el proceso de urbanización.
Eso si, todos los actores, construcción, consultores inmobiliarios corporativos, inversores y desarrolladores del sector real estate, coincidieron que será muy importante la seriedad de las autoridades gubernamentales que deberán acompañar las inversiones privadas con obras fundamentales para lograr un crecimiento en armonía.