La Singapore World Spirits Competition sólo existe desde 2019. Pero en ese corto espacio de tiempo, se convirtió en uno de los concursos anuales más importantes de toda Asia. Una de las principales razones por las que alcanzó tal status tan rápidamente es porque está dirigido por la Tasting Alliance. Son los mismos responsables de la San Francisco World Spirits Competition, considerada por muchos en el sector como el certamen de referencia.
Este año se presentaron miles de obras en las principales categorías de bebidas para adultos. Hace unas semanas hablábamos acá del ganador al mejor bourbon. Una marca que no gozaba de un reconocimiento generalizado, ni siquiera entre los aficionados más acérrimos al whisky estadounidense. Pero todo cambió cuando se anunció el premio, lo que demuestra lo valiosos que pueden ser estos concursos para las marcas.
Hoy descubrimos el whisky mejor clasificado en la Singapore World Spirits Competition. Y está destinado a generar una buena dosis de rencor. El honor pertenece a The Sassenach Blended Scotch Whisky.
¿Por qué es una elección controversial?
Bueno, lo más notable es que es una mezcla. Eso significa que incluye una combinación de whiskies de malta y de grano procedentes de todo el escenario escocés. La opinión generalizada es que los whiskies de mezcla son inferiores a los de malta.
Si no conocés la diferencia entre ambas categorías, no te preocupes. Es relativamente sencilla: el single malt es un whisky destilado a partir de cebada malteada -y sólo cebada malteada- en un alambique de una única destilería. Las mezclas, por el contrario, pueden combinar cualquier número de whiskies de malta, con frecuencia procedentes de docenas de destilerías, que luego se mezclan con una parte importante de whisky de grano.
Y ahí está el quid de la cuestión. Los whiskies de grano pueden proceder de distintos ingredientes, principalmente maíz (pero a veces trigo, centeno y otros cereales). Se destilan en grandes alambiques de columna, lo que da lugar a un perfil de sabor notablemente más ligero. Algunos se burlan de este líquido por considerarlo simplemente vodka con sabor a whisky.
Dado que este componente hace con frecuencia la mayor parte de la bebida en cualquier mezcla, no hay más que dar un pequeño salto para decir que el whisky mezclado es menos que eso.
Acá tenés un pequeño secreto: las mezclas pueden ser hermosas. A menudo son más accesibles y "fáciles de beber". En parte por eso son el tipo de whisky más popular del planeta. Y cuando se elaboran adecuadamente, pueden ofrecer una variedad caleidoscópica de sabores que es difícil de conseguir cuando sólo se trabaja con malta procedente de una única destilería.
Y eso nos lleva de nuevo a The Sassenach. Este aguardiente teñido de mermelada es innegablemente complejo. Su aroma recuerda al de una tienda de golosinas: mazapán, piel de naranja confitada y jengibre. En el paladar es una mezcla de brezo, fruta de hueso madura y albaricoque seco. Tras el sorbo, se desvanece en un dulzor tenue: el caramelo de mantequilla y la nuez moscada son evidentes. En conjunto, este escocés de 92 grados deja poca resistencia, pero mucho que contemplar.
Para cualquiera que siga despreciando el estilo blended, esta botella es un testimonio de la locura de sus ideas preconcebidas. Aunque lo hace a un precio relativamente elevado: Suele costar unos 110 dólares los 750 ml.
El Sassenach es también una bebida alcohólica de famosos. Fue lanzado por el actor escocés Sam Heughan, allá por 2020. Inevitablemente, esta revelación va a ser recibida con cierto rechazo por parte de un subgrupo de entusiastas de las bebidas. Pero no es una discusión que valga la pena, porque un whisky es bueno o no lo es. Y la Singapore World Spirits Competition deja bien claro a qué bando pertenece éste.
*Con información de Forbes US