Siempre nos va a quedar París. Y Ámsterdam, Berlín y Roma. Pero el corazón de Europa se encuentra a menudo en sus pequeñas ciudades, no sólo en sus ruidosas capitales. Desde las islas mediterráneas a los complejos de castillos bohemios, y desde el corazón de Transilvania a las colinas de los Cotswolds ingleses, estas diez joyas demuestran que lo pequeño puede ser hermoso.
Český Krumlov, República Checa
El casco antiguo de Bohemia del Sur, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, posee una arquitectura bien conservada, elegantes jardines y uno de los mayores complejos de castillos medievales de Europa Central.
El castillo, que data del siglo XIII, tiene una mezcla de elementos góticos, renacentistas y barrocos y un campanario con vistas panorámicas de la ciudad. Dónde parar: El Hotel Růže, del siglo XVI, es una de las fincas históricas mejor conservadas de la ciudad.
Ericeira, Portugal
Este pueblo pesquero del oeste de Portugal, antes dormido, es una de las dos Reservas Mundiales de Surf de Europa, gracias a sus docenas de playas con buenas condiciones y a sus instructores campeones.
Pero incluso para los que prefieren mantener los pies secos, tiene mucho que ofrecer, como una arquitectura encantadora, una gran variedad de magníficos restaurantes y una creciente comunidad de creativos internacionales. Dónde parar: Aethos Ericeira se asienta sobre un acantilado a las afueras de la ciudad y cuenta con estupendas vistas al océano y un importante programa de bienestar.
Bolsena, Italia
Esta ciudad de la región de Viterbo, en el norte del Lacio, tiene muchos de los encantos de la Toscana, pero menos aglomeraciones. Cuenta con un casco antiguo bien conservado e impresionantes iglesias, palacios y plazas, y el cercano lago de Bolsena es el mayor lago volcánico de Europa, bueno para nadar y con un suministro constante de peces de agua dulce.
Dónde parar: VesConte es una casa aristocrática impecablemente restaurada convertida en hotel boutique de lujo que perteneció a la misma familia durante 500 años.
Hall in Tirol, Austria
Como su nombre indica, Hall in Tirol es una ciudad situada en los Alpes tiroleses, cerca de Innsbruck, con un centro medieval muy bien restaurado (lo que la convierte en el casco antiguo más grande del Tirol), un gran castillo y la ceca donde se acuñó el primer thaler del mundo (cuyo anglicismo es dólar).
Su calendario cultural incluye celebraciones típicas como el mercado navideño y el festival de Pascua, y también otras menos típicas como el Festival del Rábano y las ferias de ganado. Dónde parar: El clásico Hotel Heiligkreuz, de cuatro estrellas, fue administrado por la misma familia durante tres generaciones.
Ronda, España
Improbable y dramática, la ciudad andaluza de Ronda se alza a ambos lados de un profundo desfiladero. La "ciudad nueva" data en parte del siglo XV, mientras que el casco antiguo se remonta a la dominación árabe.
Puente Nuevo, el puente de piedra que une las dos partes, es una proeza de la ingeniería, y la plaza de toros del siglo XVIII, convertida en museo, ofrece una visión de una de las tradiciones españolas. Dónde parar: El histórico Parador de Ronda se asienta al borde del desfiladero y goza de espléndidas vistas.
Stará Ľubovňa, Eslovaquia
Con una historia que se remonta a 1292, la ciudad ribereña de Stará Ľubovňa atrae a los turistas con su mezcla de historia, cultura y naturaleza; la zona es buena para practicar senderismo y otras actividades recreativas en el campo.
La programación cultural incluye las Jornadas del Castillo que se celebran en el imponente Castillo de Ľubovňa, un festival de fuegos en pleno verano y la Fiesta de San Huberto, que se celebra en un museo al aire libre e incluye la presentación de la berrea del ciervo y la bendición de los animales.
Dónde parar: La pensión Kolkáreň combina el ambiente de un albergue de montaña con una ubicación céntrica.
Cochem, Alemania
La ciudad renana de Cochem, a orillas del río, seduce con sus coloridos edificios a orillas del agua y su impresionante castillo medieval del siglo XI, Reichburg Cochem, con excelentes vistas sobre los viñedos del valle del Mosela. Es especialmente bonita en otoño, cuando los árboles al costado del camino se transforman en un mosaico de colores.
Dónde parar: Moselromantik Hotel Panorama es justo lo que sugiere su nombre, un elegante y romántico hotel junto al río con preciosas vistas.
Bibury, Inglaterra
Bibury, uno de los pueblos más bonitos de Gran Bretaña, muestra el encanto de los Cotswolds. Es un lugar de antiguas casas de piedra y frondosos setos y pastos verdes.
Las cabañas de tejedores del siglo XVII de Arlington Row son algunas de las casas más fotografiadas del país, y el pueblo está repleto de atmosféricos pubs de la vieja escuela, como el Catherine Wheel, que data del siglo XV. Dónde parar: El Swan Hotel ofrece un refugio campestre inglés por excelencia en el centro del pueblo, con 18 habitaciones en la casa principal y cuatro casitas privadas en los jardines.
Sibiu, Rumanía
Antigua Capital Europea de la Cultura, la ciudad transilvana de Sibiu es conocida por la arquitectura germánica de su casco antiguo, herencia de los colonos sajones del siglo XII. Las murallas, torres y plazas medievales del centro histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, están bien conservadas.
Una de sus principales atracciones es el Puente de las Mentiras, de hierro fundido, llamado así por las leyendas que lo rodean, entre ellas la que dice que solían cruzarlo los amantes que se hacían grandes promesas y luego eran arrojados al vacío. Dónde parar: La Maison Elysée es un encantador hotel boutique de reminiscencias barrocas, situado en un edificio histórico cerca del centro de la ciudad.
Reine, Noruega
No hay nada más al norte que Reine, un municipio de la isla de Moskenesøya, en el archipiélago de Lofoten, por encima del Círculo Polar Ártico. La isla es un lugar ideal para ver auroras boreales o empaparse del sol de medianoche.
También es algo cada vez más raro hoy en día: un auténtico pueblo de pescadores, aunque esté enclavado en pintorescos fiordos que aparecieron en revistas y anuncios de todo el mundo. Dónde parar: El encantador Reine Rorbuer se anuncia como un lugar para "alejarse de todo", donde los huéspedes no estarán necesariamente solos, pero sí con personas que buscan el silencio.
Bonifacio, Francia
Está situada en el extremo sur de la isla francesa de Córcega. Bonifacio es conocida por su animado puerto deportivo y su ciudadela medieval en lo alto de un acantilado.
El Bastion de l'Etendard, del siglo XIII, alberga un museo con exposiciones sobre la historia de la ciudad, y en las cercanías, las deshabitadas islas Lavezzi son una reserva natural con rocas de granito y playas de arena. Dónde parar: El Hotel Version Maquis Citadelle tiene habitaciones elegantes, una piscina infinita y unas vistas excepcionales.
*Con información de Forbes US