La festividad de Rosh Hashaná, que significa Cabeza del Año, se celebra dos días, comenzando el 1° de tishrei, que es el primer año del año judío. El año nuevo judío recuerda el aniversario de la creación de Adán y Eva.
Este 2022, con Rosh Hashaná, el año nuevo judío, se da inicio al año 5783, según el calendario hebreo. En esta oportunidad comienza oficialmente al atardecer del 25 de septiembre, con la aparición de la primera estrella. Las celebraciones se extienden durante los dos primeros días del mes tishrei: el 26 y 27 de septiembre.
La celebración del año nuevo comienza con el sonido del shofar, un instrumento antiguo fabricado a partir del cuerno de un carnero, que llama a la meditación, al autoanálisis y a retomar el camino de justicia.
Qué significa Rosh Hashaná
El año nuevo judío conmemora la culminación de la creación del universo y la aceptación de la soberanía de Dios sobre el mundo. El pueblo judío festeja de este modo el aniversario de la creación de Adán y Eva. Son días para hacer un balance espiritual.
El sonido del shofar representa la liberación del sometimiento del pasado, dando esperanzas para comenzar una nueva vida en el año que comienza. Tras sonar el cuerno, conforme a la tradición, se encienden velas las dos noches de celebración y hay comidas festivas.
Cocina judía: qué se come en los festejos de Rosh Hashaná
En el plano gastronómico, las familias tienen un menú especial para celebrar el año nuevo. En el séder, la cena, se acostumbra a comer manzana mojada en miel, como símbolo de deseo de año nuevo dulce, dejando atrás todo lo amargo. La manzana representa el pecado del egoísmo y se moja en la miel para mitigarlo.
Algunos platos se mantienen desde tiempos inmemoriales al pasar su tradición a través de las generaciones, mientras que otros más modernos se van imponiendo como nuevas maneras de celebrar su fe. Como nexo común se pueden encontrar ingredientes clave que poseen una fuerte carga simbólica.
La jalá, el tradicional pan trenzado judío, es otro producto típico que no suele faltar. Entre los ingredientes tradicionales se pueden encontrar verduras y hierbas amargas, encurtidos, carne de pescado o de pollo, huevo cocido o mezclas de frutos secos. Destacan la remolacha, espinacas, zanahorias, cebollas y calabaza.
El pescado blanco representa la fertilidad, prosperidad y liderazgo en la familia, por lo que es una de las carnes más utilizadas durante esta celebración, acompañada de las verduras típicas. El gelfilte fish es el plato más tradicional. Es básicamente pescado molido (que puede ser una mezcla de dos o más especies) con cebolla, zanahoria, perejil, sal y pimienta, que se suele cocinar horneado en forma de bastón o hervido en forma de albóndigas.
También se comen varenikes, pastas rellenas con puré de papas y cebolla, y knishes, masas de harina y puré de papas que se pueden rellenar con cebolla.
En cuanto al postre, se sirve el leicaj, un dulce a base de miel que combina huevo, azúcar, canela, té y aceite. Es esponjoso y de forma circular, como una especie de bizcochuelo, y representa a la perfección el deseo de un año dulce y próspero al comenzar el nuevo ciclo al que da apertura el Rosh Hashaná.