La nueva serie “El Señor de los Anillos: The Rings Of Power”, debuta en Amazon Prime Video este jueves a las 22 hs.
Ayer publiqué mi reseña sin spoilers (Ver apartado) de la fantasía épica, y estaba más que un poco entusiasmado con este inesperadamente maravilloso regreso a la Tierra Media. Entré como escéptico, pero me alejé como creyente.
No todos están de acuerdo conmigo. Rotten Tomatoes tiene The Rings Of Power marcado como Fresh certificado, pero al igual que House Of The Dragon, está en el rango bajo del 80%.
Aún así, para cualquiera que esté ansioso por sumergirse en una nueva fantasía de gran presupuesto que es un poco más familiar que el spin-off de Game Of Thrones de HBO, hay muchas razones por las que debería sintonizar mañana. Aquí hay cinco.
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1. Los valores de producción son realmente estupendos.
The Rings Of Power es todo menos barato. Es uno de los programas de televisión más atractivos que he visto. Todo, desde los efectos especiales hasta los disfraces tremendamente detallados, es extraordinario. Me quedé boquiabierto viendo los screeners, ¡y esos ni siquiera eran 4K y tenían marcas de agua contra la piratería por todas partes!. Resplandecientes ciudades élficas, extensas ciudades subterráneas de enanos, bosques de hojas doradas y paisajes helados, todos conspiran para hacer de Middle-earth y The Rings Of Power un verdadero festín para los ojos.
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2. Los personajes son geniales.
Una cosa que realmente me molesta de muchos programas de televisión es el poco esfuerzo que se dedica a crear personajes identificables. A veces esto significa que tenemos villanos bidimensionales. A veces solo significa que no nos importa nadie, incluidos los héroes. Pero The Rings Of Power ya me tiene preocupado por personajes como Harfoot, Nori o el robusto guerrero elfo, Arondir. Galadriel, Elrond, Durin, Bronwyn y todos los demás personajes presentados en el extenso estreno de dos episodios ya tienen mi atención. Algunos de estos personajes también son bastante divertidos, y el sentido del humor ayuda mucho en cualquier buena historia.
3. Rings Of Power mantiene vivo el espíritu de JRR Tolkien.
Una cosa que ha preocupado a mucha gente es que esta adaptación no será fiel al trabajo de Tolkien. Por un lado, eso es cierto. Amazon ha adaptado los apéndices de El Silmarillion, y la única forma de hacerlo y convertirlo en un programa de televisión aceptable es hacer muchos cambios. (Algunas personas también están profundamente preocupadas por la diversidad del elenco y afirman que esto significa que tiene una 'agenda despierta', algo que encuentro falso en el mejor de los casos).
La buena noticia es que este programa, al menos en sus dos primeros episodios, se mantiene fiel a los temas de Tolkien, si no a la letra de su escritura. La amistad, la constancia, el coraje, el honor, la importancia de que los hombres buenos permanezcan alerta cuando el mal asoma su fea cabeza, todo esto está presente en The Rings Of Power.
4. La partitura musical es preciosa.
Más allá del gran alcance y escala de esta producción, está la música. Howard Shore, quien compuso la partitura de la trilogía El Señor de los Anillos, escribió el tema principal de Los Anillos del Poder, y Bear McCreary (Outlander, The Walking Dead) compuso el resto de la partitura. Es simplemente excepcional, agrega capas de drama y emoción al programa que simplemente no existirían sin él.
McCreary dijo que componer la partitura, que fue grabada con una orquesta de 90 músicos y un coro de 40 vocalistas en Londres y Viena, este último cantando en los idiomas que Tolkien creó para este mundo, fue como "escribir una sinfonía". “Eso significa que ya sea que estés viendo una batalla gigante, un montaje épico o solo dos Harfoots sentados en el bosque hablando, tienes la orquesta más grande que podría caber en Abbey Road o los estudios AIR apoyándolos, junto con los mejores solistas del mundo. y un gran coro”, dijo McCreary a Variety .
5. Hay un gran misterio que te mantendrá en vilo.
Sin estropear nada del programa, puedo decirles que algunos de los misterios presentados en los primeros dos episodios lo mantendrán adivinando, y deberían generar algunas teorías y debates divertidos para los fanáticos durante las próximas seis semanas. Algunos de estos misterios incluyen a un extraño misterioso que encontraron algunos de nuestros héroes, que pueden o no estar conectados con El Señor de los Anillos.
Y luego está El Enemigo, Sauron, quien sabemos que puede cambiar de forma y verse como le plazca. ¿Podría estar ya allí delante de nuestras narices, escondido a simple vista disfrazado de uno de los personajes? Estos y otros misterios deberían mantener el programa fresco e interesante semana tras semana, otra ventaja de una adaptación que no duda en hacer algunos cambios en las historias originales.
“El Señor de los Anillos: Los anillos del poder”, la reseña de Forbes
Una sombra ha caído sobre la Tierra Media. Un cometa ardiente se abre camino a través del cielo. Algo está haciendo que la hierba muera en un pueblo remoto del sur y que la leche de las vacas se vuelva negra. Un enemigo, olvidado hace mucho tiempo, se está moviendo.
Este es el final de una larga tranquilidad dormida. Durante miles de años, desde que el sirviente del dios oscuro Morgoth, Sauron, fue derrotado y expulsado de la tierra, la gente de la Tierra Media ha vivido sus días en paz. Hace mucho tiempo que los hombres y los enanos han consignado el antiguo mal a la leyenda. Incluso los elfos han olvidado el peligro, adormecidos en la complacencia a lo largo de los siglos.
Solo la feroz descendiente elfo, Galadriel, permanece en la caza, buscando por todas partes de la tierra cualquier señal de Sauron, el recuerdo del asesinato de su hermano aún arde dentro de ella.
Así preparamos el escenario para El Señor de los Anillos: Los Anillos del Poder, la lujosa epopeya de fantasía de Amazon que relata la forja de los Anillos por parte de Celebrimbor, y el propio Anillo Único, creado para gobernarlos a todos y atarlos en la oscuridad.
Llegué a esta serie como escéptico, pero después de ver los primeros dos episodios, me alejé como un creyente. Lo que han creado los showrunners Patrick McKay y JD Payne es algo simplemente asombroso en alcance y escala, en belleza natural y magnificencia. Es nada menos que una obra maestra y un bienvenido regreso al legenderium de Tolkien.
Más allá del esplendor de esta Edad de Oro de la Tierra Media, sus resplandecientes ciudadelas élficas y sus cavernosos salones enanos todavía llenos de industria, tenemos una historia poblada de personajes a los que inmediatamente queremos apoyar, y cuyos destinos están ligados a grandes aventuras, misterios y la marea implacable de la historia.
Junto a Galadriel (Morfydd Clark) conocemos a un joven Elrond Half-Elven (Robert Aramayo), diplomático y consejero del rey elfo, Gil-galad (Benjamin Walker). Es simpático al instante, un contraste encantador y afable con el anciano estadista en el que se convierte.
En los confines de las Tierras del Sur, una región que algún día se conocerá como Mordor, el soldado elfo Arondir (Ismael Cruz-Córdova) vigila a una población humana que ve a los de su especie como una fuerza de ocupación, todos menos Bronwyn (Nazanin Boniadi) que ha conquistado su corazón.
Y vagando por las colinas y los valles de la Tierra Media están los nómadas Harfoots, hobbits, aunque de la variedad errante, mucho antes de que la Comarca se asentara en el oeste. La joven Nori (Markella Kavenagh) anhela la aventura, parece encontrar problemas donde quiera que vaya, causando dolores de cabeza a su padre y a su líder, Sadoc Burrows (Lenny Henry). Los Harfoot son tan entrañables como sus primos en El señor de los anillos, y sus hogares son tan acogedores como un agujero de Hobbit.
En Khazad-dûm, el bullicioso salón de los enanos en la montaña, nos encontramos con el príncipe Durin (Owain Arthur) y su esposa Disa (Sohpia Nomvete) y vemos el reino de los enanos en todo su antiguo esplendor, mucho antes de que cayera en la ruina y el fuego. Esta es una época de riqueza y prosperidad en la Tierra Media, un sorprendente contraste con el paisaje caído, casi post-apocalíptico de El Señor de los Anillos.
Hay signos de cambio. Presagios siniestros.
Un misterioso extraño cae del cielo. Un leviatán sondea las profundidades del mar. Un pueblo arde en la noche, sus atacantes no se ven por ningún lado. Y un poderoso herrero elfo planea su magnum opus, un medio para aprovechar los poderes de antaño y hacer que la Tierra Media sea aún más bella.
Sobre todo esto, escuchamos las crecientes melodías orquestales de una partitura tan exuberante y hermosa que uno solo puede escuchar con asombro. Howard Shore, quien escribió la partitura de El señor de los anillos de Peter Jackson, también escribió el tema del título aquí, pero Bear McCreary (Outlander, The Walking Dead) compuso el resto de la partitura, y es tan hermosa como la cinematografía y efectos especiales, atrayéndote al tapiz colorido y ricamente detallado que es The Rings Of Power, una nota a la vez.
Más allá de la grandeza épica de The Rings Of Power, los creadores del programa han creado personajes que nos importan. Hay humor, heroísmo, peligro y misterio, todos los elementos de una buena historia, y todo impulsado por estos diversos elfos, enanos, hobbits y hombres de los que no podemos evitar enamorarnos, como nos enamoramos nosotros. Gimli y Sam y Eowyn y Gandalf antes.
¿Hace algo así como un lío de la línea de tiempo que Tolkien estableció en sus notas? Absolutamente. ¿Corre desenfrenado con cambios de tradición y otros excesos de adaptación? Creo que eso es evidente. Pero lo que es más importante, este espectáculo se siente como Tolkien para mí. Captura el espíritu de El Señor de los Anillos de la misma manera que Peter Jackson lo capturó en su adaptación de los libros de Tolkien, y mejor, diría yo, que su trilogía .
Hace un tiempo, el director de la serie JA Bayona decía en una entrevista que “Los anillos del poder no es televisión sino una nueva forma que están creando". En ese momento, encontré esto demasiado engreído y quizás un poco arrogante. ¿Qué hace que un programa de televisión sea más que un programa de televisión?
Ahora entiendo lo que quiso decir.
*Nota publicada originalmente en Forbes EE.UU.
