De acuerdo a un informe de la revista de Países Bajos, Meat Sciences, se puede afirmar científicamente que Uruguay hoy produce la mejor carne del mundo. Como si ese dato no fuese suficiente halago para la industria cárnica uruguaya, según la revista científica, en promedio, el uruguayo está entre los cinco mayores consumidores mundiales de proteínas de origen animal y en el primer puesto en carne bovina.
Además, según el estudio, Uruguay es el que más carne por habitante exporta en el mundo se debe no solo a la cultura de la parrilla y el asado sino también a la calidad de la carne uruguaya.
Todas estas afirmaciones que se dieron a conocer a través de la publicación de la editorial Elsevier (Países Bajos), dedicada a difundir estudios científicos de todo el mundo, se dieron en un año particular en el que coincidieron dificultades varias en el comercio internacional de carne vacuna.
A pesar de ello, el mercado mundial de ese alimento siguió creciendo y fue aprovechado por países como Uruguay que no dudaron en ocupar el espacio en el comercio mundial que dejó un importante productor como Argentina.
En los últimos años el mercado de la carne vacuna creció al menos 75%, ya que pasó de 6 millones de toneladas comercializadas en 2012 a las poco más de 10 millones que se venderían este año le dijo al portal Bichos de Campo el consultor Federico Santángelo en una reciente jornada organizada por FIFRA (la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales).
Según el experto, este año Brasil exportó por 932 mil toneladas peso embarque y Uruguay por 214 mil toneladas. En el primer caso hubo un crecimiento con relación al primer semestre del año pasado del 25%, mientras que para Uruguay el aumento fue de 19%.
El consumo promedio en el mundo de todo tipo de carnes es de 34 kilos por persona al año y en Uruguay es 86,9 kilos (dato INAC a 2019 que tomó el análisis). En el 2021 fue de 91,2 kilos afirma el estudio presentado en Europa.
El consumo en Uruguay
El estudio mostró que el 9% de los 600 encuestados no consume carne. De ese porcentaje: 1% son veganos, 5% son vegetarianos, 3% son pescetarianos y hay 2% que argumenta no consumir carne por cuestiones de salud.
Una conclusión interesante sobre el consumidor uruguayo es que el 85% considera importante o muy importante el efecto de lo que consumen sobre el medio ambiente.
El 65% de los encuestados dijo que estaba dispuesto a pagar más por carne que contemple al momento de ser producida con certificación de bienestar animal y ambiente. El 61% pagaría más por carne producida a pasto, 60% por carne orgánica, 55% por carne sustentable (carbono cero), 52% por carne con marca, 50% por carne con trazabilidad, 45% por carne sin antibióticos y 43% sin promotores de crecimiento. Sólo 18% de los encuestados dijo estar dispuestos a pagar más dinero por carne procedente de ganados terminados a corral.
El trabajo científico publicado por El País, también abarcó la consulta a los consumidores sobre si piensa o no reducir el consumo de carne en el futuro. El 65% dijo que no y el 24% piensa reducirlo, particularmente la carne bovina y la carne de cerdo, no así la de pollo. El argumento son tema precios, bienestar animal y salud humana.
Uno de los responsables de los equipos que trabajaron en el estudio, el investigador Fabio Montossi, dijo que está claro que este estudio revela asociaciones positivas entre el consumo de carne y la cultura del Uruguay. Claramente las distintas variables socio demográficas están incidiendo en el consumo.
Un estudio realizado por investigadores de Uruguay y Nueva Zelanda
El análisis fue financiado por el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), abarcó las preferencias y tendencias del consumo y fue una iniciativa de la citada publicación, que invitó a investigadores de todo el mundo. El trabajo de campo lo realizó Equipos Consultores en base a una encuesta armada por los investigadores y abarcó a 600 consumidores, que representó a la población uruguaya, pero el análisis de los datos lo realizó el equipo de investigadores.
Por Uruguay participaron Carolina E. Realini y Mustafa M. Farouk (investigadores de AgResearch - Nueva Zelanda), Gastón Ares y Lucía Antúnez (Facultad de Química), Gustavo Brito, Marcia del Campo, Fabio Montossi y Santiago Luzardo , (Programa Carne y Lana de INIA Tacuarembó), y Caroline Saunders (Lincoln University - Nueva Zelanda).