La firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China es lo más parecido a una política de Estado. Desde la vuelta a la democracia —con Julio María Sanguinetti— hasta la presidencia de Luis Lacalle Pou, todos los mandatarios de todos los partidos mostraron su interés de avanzar en la relación con el gigante asiático, que es el principal socio comercial de Uruguay. Allí van dirigidas el 28% de las exportaciones de bienes, por un valor de US$ 3.675 millones, según datos de Uruguay XXI de 2022.
Un nuevo capítulo de la historia entre los dos países se escribió el pasado 18 de noviembre, cuando Lacalle Pou partió en una misión oficial a China a la que concurrió acompañado del canciller, Omar Paganini, de la ministra de Economía, Azucena Arbeleche, la ministra de Industria, Energía y Minería, Elisa Facio, y empresarios. Tras mantener un encuentro con su par, Xi Jinping, el presidente declaró que la potencia asiática tiene interés de avanzar de forma acelerada en un TLC.
Más allá de las intenciones, los dos países suscribieron una declaración conjunta en la que se expresa la decisión de elevar las relaciones bilaterales al nuevo nivel de asociación estratégica integral. Además, firmaron 24 acuerdos concretos en diferentes áreas, principalmente vinculadas al sector agroindustrial.
¿Pero qué impide concretar la firma del tan ansiado TLC? La respuesta se encuentra en el Mercosur y así lo hizo saber el propio presidente en la cumbre del bloque, celebrada en los primeros días de diciembre en Río de Janeiro.
Lacalle reclamó a los socios sincerarse sobre la posibilidad real de suscribir en bloque la firma de un TLC. También les hizo saber que estaba al tanto que sus vecinos habían hablado con China para alertar que no sería bien visto que Uruguay avanzara bilateralmente.
No eran solo sospechas: en su última cumbre como presidente de Argentina, Alberto Fernández, confesó que hizo gestiones para que Uruguay no avanzara de forma bilateral en un TLC.
China quiere un TLC con Uruguay y lo único que quiere es que se resuelva el problema en el Mercosur. En la última cumbre Lacalle fue clarísimo con sus socios, dijo a Forbes el director del Instituto de Negocios Internacionales de la Universidad Católica, Ignacio Bartesaghi, sobre el desinterés de los países de la región en avanzar en acuerdo de todo el bloque.
Ahora, con Fernández fuera de juego y Javier Milei en la cancha, la pregunta que se abre es cuánto puede incidir el cambio de signo político en la concreción del acuerdo.
Para el especialista, el aval del resto de los socios no se iba a dar nunca con Fernández y tampoco se iba a dar si ganaba Sergio Massa. De todos modos, aclaró que hay que ver si ahora como presidente el libertario mantiene la misma posición que en la campaña. Estamos mucho más cerca con Milei que lo que estábamos con Massa, no me cabe la menor duda, acotó.
El primer paso para concretar un acercamiento, de acuerdo a Bartesaghi, debe ser una cumbre entre Milei y Lacalle Pou.
Esto no quiere decir que la clave sea Argentina, la clave sigue siendo Brasil, pero va a considerar el tema si Argentina está de acuerdo con Uruguay, explicó el especialista sobre la estrategia que debería seguir el gobierno de Lacalle Pou.
Andrés Bancalari, director del Departamento de Estudios Internaciones de Universidad ORT, valoró la misión del presidente como el cumplimiento de una política de Estado del Uruguay desde el año 1988, cuando se establecieron relaciones diplomáticas con China. Según dijo, entramos en un año bisagra con la asunción de Milei en Argentina.
Con Milei como presidente se puede llegar a abrir alguna ventana interesante, opinó Bancalari. Otro factor que también puede incidir es el posible ingreso de Argentina a los BRICS (del que son parte Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica), algo que en los últimos días fue puesto en duda por la nueva canciller de Milei, Diana Mondino.
Al momento, Argentina fue el único país en colocar un freno formal a un TLC de China con Uruguay, señaló Bancalari en relación a la confesión de la última cumbre del Mercosur. Ahora veremos si desparece ese bloqueo y si Uruguay puede seguir avanzando en sus negociaciones, explicó. De todos modos, en su opinión es difícil que se concrete un TLC con China en un año, tiempo que le resta a la presidencia de Lacalle.
Policía malo
Marcel Vaillant, profesor de Comercio Internacional del Departamento de Economía de la Universidad de la República, señaló que lo único relevante en relación a China es que el tema no salió de la agenda. Además, consideró como un dato relevante el hecho de transparentar que hasta ahora no se concretó un acuerdo por presiones de Argentina y Brasil.
Las dificultades que tiene Uruguay para hacer un acuerdo fuera del Mercosur es lo que le llamo el 'costo Brasil' de hacer un acuerdo con Uruguay, es decir, cualquiera evalúa antes qué costo puede tener en sus relaciones con Brasil, señaló Vaillant.
Para el experto, el mayor escollo dentro del Mercosur es Brasil y no Argentina, ya que el país gobernado por Milei hoy no tiene el poder de veto internacional, porque apenas puede con su economía. De todos modos, reconoció que, con Milei al mando, puede cambiar esa posición de policía malo que hasta ahora tenía Argentina, aunque tiene dudas respecto a la concreción de una real apertura comercial de ese país al mundo.