Como pasamos muchas horas del día trabajando, es crucial encontrar energía y sentido a nuestro trabajo. Si te sentís estancado y cuestionás tu propósito, es una señal, o podría ser un gigantesco faro intermitente, de que necesitás buscar un cambio profesional. Sin embargo, antes de mandar el telegrama de renuncia, hay que asegurarse tener preparada una oportunidad más inspiradora; después de todo, la búsqueda de empleo suele ser más fácil cuando se tiene trabajo.
Acá, siete señales de que es hora de cambiar de trabajo:
1. No respetás a tu jefe
El viejo adagio es cierto: la gente no deja el trabajo; deja a los jefes. Gallup descubrió que el 50% de los empleados dejaron su trabajo "para alejarse de su jefe". Si sentís que tu jefe es inepto, indigno de confianza, deshonesto o incluso corrupto, y no hay oportunidad de cambiar de equipo, es una señal para considerar nuevos horizontes.
2. Te sentís como un engranaje de la máquina
Evaluá el significado y el impacto de tu trabajo. ¿Sentís que estás marcando la diferencia? Si tus contribuciones parecen insignificantes y no hay espacio para un trabajo con propósito, puede que sea el momento de buscar un papel que se alinee mejor con tus valores y misión personal.
3. Tu rol carece de autonomía
Cuando el trabajo se siente impuesto con poca consideración por tus preferencias o puntos fuertes, eso indica que está infravalorado. La autonomía contribuye en gran medida a la satisfacción laboral, y su ausencia puede ser frustrante y desmotivadora.
4. Temés las mañanas de los lunes
La ansiedad persistente de los domingos por la noche es un claro indicador de que algo va mal. Si la idea de empezar la semana laboral te llena de temor, localizá el origen. ¿Es el trabajo en su conjunto o elementos específicos los que causa angustia? Si es esto último, puede que haya soluciones para reducir o eliminar el temor del lunes por la mañana. Sin embargo, si la fuente es el trabajo en su totalidad, puede que sea el momento de buscar en otra parte.
5. No tenés la sensación de pertenecer
Pertenecer al trabajo proviene de estar alineado con la misión y los valores de la organización, y al mismo tiempo ser reconocido y apreciado por el valor único que uno aporta. Sentir que uno pertenece es fundamental para poder hacer el mejor trabajo y sentirse realizado y agradecido. "La falta de pertenencia es una de las tres razones principales por las que la gente abandona un trabajo tras una pandemia", según McKinsey. Si te sentís fuera de lugar o infravalorado, considerá otras opciones.
6. Tenés pocas oportunidades de aprendizaje y crecimiento
Considerá si tu función actual supone un desafío y ofrece oportunidades de innovación. ¿Apoya su empresa el aprendizaje y el desarrollo personal? ¿Tiene control sobre qué oportunidades de aprendizaje perseguir? Si se está encontrando con un techo de crecimiento, podría estar ahogando su potencial.
7. No ves un camino claro hacia delante
Estar satisfecho con su puesto actual no equivale a una carrera satisfactoria si no hay margen para progresar. Sin la oportunidad de ampliar las habilidades y el impacto, podés estar limitando su crecimiento profesional. ¿Ves un "qué será lo próximo" con tu empleador actual? ¿Hay funciones que aspirás a desempeñar?
Antes de dar el salto, hay que sopesar estos factores cuidadosamente. Un enfoque meditado puede garantizar que el próximo movimiento sea un paso hacia una mayor realización y éxito. Recordá: no se trata sólo de escapar de una situación negativa, sino de avanzar hacia una más positiva y gratificante.
William Arruda es conferenciante, cofundador de CareerBlast.TV y creador de la encuesta de marca personal 360Reach, que le ayuda a obtener opiniones sinceras y significativas de las personas que le conocen.