Después de atravesar los altibajos de la búsqueda laboral, que incluyeron horas interminables de preparación y entrevistas, cancelaciones de reuniones a último momento y ser ignorado por posibles empleadores, recibir una oferta de trabajo se siente como un gran alivio. Sin embargo, esa luz al final del túnel puede transformarse en un tren que se aproxima. El alivio suele ser breve, ya que el foco pasa rápidamente al delicado arte de negociar el salario.

Los candidatos se encuentran en una posición difícil, equilibrando el deseo de conseguir una compensación justa con el miedo a poner en riesgo la oportunidad. La lucha interna es real: insistir demasiado y correr el riesgo de ser percibido como codicioso, o conformarse con menos y enfrentar el arrepentimiento en el futuro.

Este último obstáculo en el proceso de empleo puede ser tan estresante como la entrevista misma y exige una estrategia cuidadosa y confianza para atravesarlo con éxito.

¿Qué implica una negociación salarial?

Te guste o no, negociar el salario y los beneficios es una parte clave del proceso de entrevistas laborales. Estar bien preparado puede aumentar significativamente las posibilidades de un buen resultado.

Para manejar este proceso con éxito, los candidatos deben primero armarse de información. Investigar los rangos salariales específicos de la industria, considerando factores como la ubicación, el tamaño de la empresa y la experiencia personal, proporciona una base sólida para establecer expectativas de compensación razonables.

Aunque el salario suele ser el foco principal, los negociadores más astutos entienden que la compensación va mucho más allá del sueldo base. Es clave preguntar sobre los paquetes de beneficios de salud, los títulos corporativos, las estructuras de bonos (preferentemente documentadas por escrito), los planes de jubilación y las opciones de acciones. Además, en el entorno laboral actual, discutir las modalidades de trabajo remoto o híbrido es cada vez más relevante. Los candidatos deben aclarar las expectativas relacionadas con la presencia en la oficina, ya que estos factores pueden impactar significativamente en la satisfacción laboral y el equilibrio entre la vida personal y el trabajo.

Cómo comportarse durante las negociaciones salariales

En una negociación salarial, es fundamental encontrar un equilibrio entre ser firme y ser diplomático. Debés demostrar tu valor al mismo tiempo que cultivás una buena relación con el empleador potencial. Al presentar de forma estratégica tus expectativas salariales, podés maximizar tu paquete de compensación sin poner en riesgo la oportunidad.

Durante todo el proceso de negociación, mantené un alto nivel de entusiasmo por el puesto y la empresa. Reforzá cómo tus habilidades y experiencia se alinean perfectamente con las necesidades de la organización. Al hablar de salario, ofrecé un rango en lugar de una cifra exacta, lo que brinda flexibilidad para ambas partes.

Empezá con una cifra aproximadamente un 25% más alta que tu objetivo real, lo que crea un margen amplio para la negociación. Esto te permite potencialmente obtener una oferta mejor mientras le das al empleador la satisfacción de negociar hacia abajo.

Sabé que no siempre vas a conseguir todo lo que buscás. Priorizá lo que más valorás, ya sea más días de licencia paga o vacaciones adicionales. Una negociación que alcance alrededor del 80% de tus solicitudes iniciales generalmente se considera exitosa.

Sin embargo, es clave encontrar un equilibrio. Aunque querés defender tu valor, presionar demasiado podría alejar al empleador. El objetivo es llegar juntos a un acuerdo que sea beneficioso para ambas partes y que deje a todos satisfechos, incluso si se requiere cierto esfuerzo adicional.

Tácticas que utilizan las empresas durante las negociaciones salariales

En el ámbito de las negociaciones salariales, las empresas utilizan diversas estrategias, que van desde ofertas no negociables e integrales hasta propuestas iniciales intencionalmente bajas. Entender estas tácticas y estar preparado para responder de manera adecuada es crucial para quienes buscan asegurar una compensación justa que refleje su valor y los estándares del mercado.

Mientras algunas organizaciones optan por un enfoque directo, presentando su mejor oferta desde el inicio como una propuesta de "tomalo o dejalo", otras pueden probar la determinación del candidato con una oferta baja, especialmente si perciben ansiedad o urgencia.

Si esto ocurre, mantené la calma y respondé de manera estratégica. En lugar de desanimarte, contraofertá con una cifra bien fundamentada que refleje tu verdadero valor. Esta contraoferta debe estar respaldada por datos concretos, referencias del mercado y ejemplos específicos del valor que podés aportar al puesto. Al presentar un caso sólido basado en hechos y cifras, podés defenderte de manera efectiva y cerrar la brecha entre la oferta inicial baja y un salario justo.

*Con información de Forbes US.