Forbes Uruguay
27 Diciembre de 2024 09.19

Valeria Gil

Pedro Bordaberry: "Voy a apoyar lo que esté bien del gobierno del Frente Amplio"

El líder colorado volvió a la política y logró que su lista fuera la más votada dentro de su partido. Qué le dejó su pasaje por el sector privado, su análisis de la derrota de la coalición en las urnas y cómo se imagina articulando con el Frente Amplio.

Hace cinco años dejó la política para dedicarse a la actividad privada en el club de fútbol Montevideo City Torque. Aunque estuvo ausente, Pedro Bordaberry nunca perdió el interés y eso lo motivó a presentarse nuevamente como senador, cargo que asumirá en febrero en representación del Partido Colorado como líder de la lista más votada (Vamos Uruguay). Sobre las causas de la derrota de la coalición y el retorno del Frente Amplio al gobierno habló con Forbes Uruguay. 

—¿Qué lo llevó a postularse al Senado después de cinco años por fuera de la política?

—Fue medio raro. Tenía el pasaje sacado para 20 días antes de la elección de octubre, porque tengo dos hijos que viven en España y me iba con mi señora a verlos. Tanto no lo tenía decidido que tenía el pasaje sacado; mi señora se fue y yo no. 

—¿Qué lo convenció de retornar?

—Que aunque me dediqué al trabajo privado y por suerte había conseguido empleo muy bien remunerado, mejor que el empleo público, siempre seguía muy de cerca toda la parte política y me seguía interesando. En un momento vinieron un grupo de personas con las que había trabajado y me dijeron de armar algo después de la interna para la elección nacional y nada, me tiré el agua. 

—¿Por qué no quiso ser candidato presidencial por el Partido Colorado?

—No sé, no la veía. Ya fui, sabía lo que era, conocía el camino. Ser candidato a presidente es un esfuerzo mental de generar mucha controversia y mucho enfrentamiento que en esta etapa de mi vida prefiero no encarar. Estoy tratando de ayudar. 

—¿Hubo una conversación previa con Luis Lacalle Pou? 

—No, no, no. A ver, yo hablaba con Lacalle, como hablaba con gente del Partido Colorado, como con otros del Partido Nacional. 

Pedro Bordaberry. Foto: Nicolás Garrido.
Pedro Bordaberry. Foto: Nicolás Garrido.

—¿Qué le dejó su paso por Torque?

—Sigue todavía, el City Football Group es la empresa para la que trabajo. Es un proyecto que me entusiasma, porque es una inversión muy grande que se hizo en Uruguay. Se construyó una academia que va a trabajar principalmente en la formación deportiva de los jóvenes. Siempre estuve vinculado al deporte. Esto me sumó una visión desde el punto de vista empresarial. En realidad, es una empresa líder en espectáculos deportivos. 

—¿Qué extrañó más de la política cuando se alejó? 

—No, no extrañé. Miraba y decía: "esto lo haría de tal forma", pero trataba de no meterme. No sentí que la extrañara. 

—¿Qué llevó a la derrota de la coalición? 

Todavía es muy pronto para sacar conclusiones. Evidentemente, algo se hizo mal. Yo siento que Uruguay es un mejor país después de cinco años de gobierno de la coalición. Avanzó en muchas áreas desde 2019 a hoy. 

—¿Qué fue lo más importante que hizo este gobierno? 

—Hay que mirar siempre las cosas en su contexto, ¿no? Obviamente que el manejo de la pandemia es una cosa muy buena, el cuidado macroeconómico también, la recuperación del empleo, 100.000 empleos más, es importante, la recuperación del salario real. Que haya dejado de crecer el delito ya es un logro, porque venía en crecimiento, pero no es suficiente. También la gran inversión en obra pública: la cantidad de carreteras, doblevías que se construyeron es impresionante; la inversión en infraestructura de salud, ambulancias, el Hospital del Cerro. Pero pese a eso a la mayoría de los uruguayos les pareció que no era bueno renovar la coalición republicana. Hay que ver si no hubo un error de sintonía entre lo que los uruguayos perciben y lo que nosotros percibíamos, ¿no?

—¿Qué es un error de sintonía?

—Obviamente que las percepciones de sintonía parecen ser un tema comunicacional, o no.

—¿No supo el gobierno "vender" lo que hizo? 

—No lo sé. Nosotros pusimos mucho énfasis en defender esa mejoría, y no alcanzó. Después hay otros aspectos que no caminaron. Hubo temas mediáticos ocupando mucho tiempo los titulares y de repente eso afectó. 

—¿A qué se refiere? 

—Los líos de Astesiano, de Marset... lo de Artigas. Las encuestas no dicen que la gente valore eso especialmente, pero hay cierta similitud de eso a lo que también pasó al final del gobierno del Frente Amplio, que veníamos con el lío de Sendic, de Venezuela, etcétera. No sé si los uruguayos castigan con su voto por eso, me lo pregunto. Hay que analizarlo con mucho cuidado. No puedo decir que sea eso, ni lo de la percepción, ni la mala comunicación. 

—¿El candidato pudo haber sido una razón? 

Creo que Álvaro Delgado fue un candidato muy solvente. Dominaba todos los temas, pero a veces dicen que en las campañas tenés que mirar más hacia el futuro y no tanto hacia atrás.

Se habló mucho de los logros del gobierno y no de cuáles iban a ser los de los próximos cinco años. Eso quizás faltó. El candidato del gobierno no siempre gana y eso se ve en la historia del Uruguay.

—¿La elección de Valeria Ripoll como compañera de fórmula pudo haber pesado?

—No lo sé, yo la vi a Ripoll en el acto final e hizo un discurso formidable. 

—¿La reforma jubilatoria pudo haber tenido algún costo político también? 

—De repente también. Hacer lo correcto muchas veces tiene un costo, ¿no? Pese a que Danilo Astori y José Mujica decían "hay que subir la edad de la jubilación". Haberlo hecho, y del otro lado decir que lo iban a bajar, de repente eso también generó esos puntos de diferencia. También es un costo que se paga. Pero nunca creo que sea una sola causa; para mí estas cosas son multicausales. 

—¿A qué atribuye el hecho que Lacalle tenga el 50% de aprobación y que eso no se capitalice después en votos?

—La gente no vota por lo que hiciste, sino que vota por lo que vas a hacer. 

—¿Qué expectativa tiene del gobierno del Frente Amplio?

—Creo que es medio incógnita. Parecería ser que se va a cuidar la macroeconomía. A (el futuro ministro de Economía) Gabriel Oddone lo conozco bien, es ortodoxo. Seguro no es Daniel Olesker, ni es de ese palo. Es de la ortodoxia, y me parece que es un hombre que va a tener los cuidados macroeconómicos que hay que tener. El peligro siempre es que se disparen los segundos equipos económicos, como pasó principalmente en el gobierno de Mujica. Pero bueno, habrá que estar atentos desde el Senado.

Pedro Bordaberry. Foto: Nicolás Garrido.
Pedro Bordaberry. Foto: Nicolás Garrido.

—¿Cuál piensa que será su rol en el Senado? 

—Me propongo ayudar al Uruguay. Eso es lo primero, apoyando a los que hay que apoyar y pensando siempre primero en Uruguay.

 —¿Está dispuesto a apoyar al gobierno? 

Lo que esté bien, lo voy a apoyar. No creo en eso de que soy oposición y tengo que decirle que no a todo. Si el gobierno viene a crear el Instituto Nacional de Rehabilitación para solucionar el problema carcelario, que es una propuesta que vengo haciendo yo, no puede ser que le diga que no por estar en la oposición. Si se va a cuidar la macroeconomía, lo voy a apoyar. No es que uno esté está en contra de todo.

—Usted era crítico de la gestión del Frente Amplio en materia de seguridad, ¿piensa que pueda haber algún retroceso?

—Espero que no, pero quizás ese es el aspecto que más me preocupa del gobierno que empieza, porque creo que el aumento del delito fue el más grave de todos los aspectos complejos que hubo cuando gobernó el Frente Amplio. Otro tema donde hay que poner más el foco es en el manejo de las empresas públicas, porque en esos aspectos fracasaron. 

—¿Hay que actuar como coalición en la oposición o no?

— Creo que hay que crecer como coalición. Hay que sentarse entre todos. Nosotros adentro del partido primero y después con los de la coalición, para trabajar juntos y buscar puntos de encuentro. Después la coalición debe sentarse con el Frente Amplio también. La coalición es un grupo de partidos que encontramos un espacio en el cual trabajar conjuntamente y que hubo acuerdos los cinco años mientras duró el gobierno. No veo por qué no puede haber acuerdos en los años por venir. Me parece que debiera haber.

—¿Qué opina de que comparezcan todos los partidos dentro de la Coalición Republicana en una próxima elección?

—Creo que tiene que ser motivo de un estudio muy profundo. La gente dice: "en octubre con esa votación teníamos 16 senadores y no 14". ¿Pero cuál es la verdadera votación de la coalición?, ¿la de octubre o la de noviembre? Porque si vamos a la elección con un solo partido, nuestro candidato de octubre sería el de noviembre. Entonces, numéricamente conseguiríamos más legisladores, pero en términos de la estrategia electoral podríamos tener menos votos al no ir con varios candidatos. Hay que ver pros y contras. 

—¿Se pierde identidad partidaria?

— No necesariamente. 

—¿Cómo queda la interna dentro del Partido Colorado?, ¿se siente el líder? 

No, el Partido Colorado no tiene jefe. Lo decía Batlle y Ordóñez en el diario El Día en 1917, decía: "el Partido de Colorado no tiene jefe, es jefe de sí mismo". 

Nosotros tenemos un secretario general, no un presidente, eso ya te está indicando que el partido es muy horizontal. Más allá de quien sea secretario general, aspiro a que las decisiones sean lo más colectivas posibles.

— ¿Cómo es su relación con el candidato colorado, Andrés Ojeda? 

—Lo más bien. Tengo una buena relación. 

—Su hijo Matías Bordaberry estuvo trabajando con Ojeda

— Sí, no estoy de acuerdo con que los hijos trabajen con los padres. Él es muy capaz, es abogado, tiene un MBA en el Instituto de la Empresa de Madrid, trabajó para una de las principales consultoras norteamericanas en materia de startups tecnológicas de impacto social. Trabajó con Ojeda para el programa, primero de él, después del partido y después de la coalición. Todo eso se lo ganó solo y no trabajando conmigo. 

—¿Le dio algún consejo cuando decidió ingresar a la política? 

—Uno no tiene que tratar de vivir a través de los hijos. Los hijos son independientes.

Pedro Bordaberry. Foto: Nicolás Garrido.
Pedro Bordaberry. Foto: Nicolás Garrido.

—¿Qué perspectiva de crecimiento tiene el Partido Colorado de acá a cinco años? 

—El crecimiento es donde te lleve el trabajo. Es así. Nosotros tenemos por suerte una muy linda posibilidad de crecimiento y de trabajo de base. Tenemos 13 diputados por la Lista 10, muy bien distribuidos en el país. Va a ser fundamental, porque nadie tiene mayoría en la Cámara de Diputados. 

—¿Qué rol tiene que jugar la bancada colorada de Diputados? 

—El rol de apoyar lo que tenga que apoyarse y de controlar y oponerse a lo que tenga que controlar y oponerse. 

—¿Cómo vio el desembarco de Gustavo Salle en política?

—Llegó al Uruguay ese perfil que antes no existía, el de quien cuestiona y hace cosas distintas. Eso ya había sucedido en otros lugares del mundo, pero acá no. Salle es abogado, así que conoce bien la Constitución y las normas de funcionamiento del Parlamento. Estoy seguro de que, como hombre de ley, las va a respetar. 

—¿Aceptaría si Orsi le propusiera integrar el gobierno? 

—Si te digo que sí es como que me estoy ofreciendo. Nadie me ofreció nada. Tampoco me planteo nada hasta que las cosas sucedan, así que esa es mi respuesta. Siento que es en el Senado donde me pusieron los uruguayos y donde hoy puedo hacer el aporte mejor. 

 —¿Algún proyecto en mente que quiera aprobar? 

—Quiero trabajar mucho en las normas para enfrentar el narcotráfico para que realmente no se nos infiltre. Son varias iniciativas que tenemos que ver. Una es toda la parte de control de la inteligencia. Está todo el tema del lavado de activos... me parece que hay que pegarle donde recaudan, porque el narcotráfico tiene una base económica, que es hacer dinero. Hay que atacar toda la cadena del narcotráfico. 

*Este artículo fue publicado originalmente en la edición de diciembre 2024 de Forbes Uruguay.

10