Hace un año surqué los cielos en una aventura de vuelo de descubrimiento a bordo de una Cessna 172 Skyhawk, en el que inicié el despegue. Aquella experiencia me proporcionó valiosas lecciones de liderazgo arraigadas en los protocolos de seguridad de la aviación, que comparto en este artículo.
1. Trazar el rumbo
Al igual que un piloto planifica un vuelo trazando un rumbo antes del despegue, trazar el rumbo en el liderazgo implica desarrollar una estrategia bien definida para alcanzar la visión. Esto incluye pasos procesables, hitos y desafíos potenciales que el equipo podría encontrar en el camino.
Al colaborar con sus equipos para asegurarse de que la estrategia es sólida, los líderes estarán mejor equipados para navegar junto a sus equipos por los cambios inesperados del entorno empresarial.
2. Realizar una comprobación previa al vuelo
Las comprobaciones previas al vuelo son un conjunto exhaustivo de procedimientos diseñados para verificar la preparación de una aeronave para el vuelo, minimizar los riesgos y garantizar la seguridad de todos.
Los grandes líderes comprenden que el éxito depende con frecuencia de la preparación, la planificación, la decisión y la ejecución.
Estar preparado infunde confianza y capacita a los equipos para afrontar las incertidumbres de frente. En su artículo de Harvard Business Review, Nitin Nohria argumentó que "los líderes ya no pueden asumir que los problemas pueden surgir una vez cada tres o cuatro años y ser gestionados por consultores de crisis externos. En su lugar, las empresas deben prepararse para un flujo constante de trastornos y perfeccionar sus habilidades internas para afrontarlos".
3. Tener líneas de comunicación claras
Las operaciones de aviación implican una compleja coordinación entre controladores aéreos, pilotos, personal de tierra y otras partes relevantes. Esto ayuda a reducir el riesgo de malentendidos que podrían provocar accidentes.
Del mismo modo, los líderes deben comunicarse con transparencia durante una crisis y proporcionar actualizaciones oportunas, instrucciones claras y expectativas realistas.
Como afirmó Carmine Gallo, coach de comunicación y autor: "Los líderes que alcanzan la cima no se limitan a hablar de boquilla de la importancia de una comunicación eficaz. Por el contrario, estudian el arte en todas sus formas -escribir, hablar, presentar- y se esfuerzan constantemente por mejorar esas habilidades".
4. Sortear las turbulencias
En aviación, los pilotos experimentan cambios meteorológicos y retos inesperados que les obligan a ajustar sus planes de vuelo. Del mismo modo, los líderes se encuentran con condiciones de mercado dinámicas y obstáculos imprevistos y deben ser flexibles y estar preparados para pivotar sus estrategias sin perder de vista el destino final.
Anticiparse a los posibles obstáculos y preparar cursos de acción alternativos puede minimizar las interrupciones y ayudar a mantener el impulso general.
5. Mantener la altitud
Mantener la altitud requiere un equilibrio entre empuje y resistencia, así como entre sustentación y peso. Estos son conceptos fundamentales que se relacionan con las cuatro fuerzas que actúan sobre una aeronave y son cruciales para comprender cómo una aeronave alcanza y mantiene el control.
Los líderes deben asignar los recursos sabiamente, tomando decisiones estratégicas para garantizar el progreso continuo del equipo sin sobrecargar a los individuos o a la organización.
6. Navegar para corregir el rumbo
En el mundo dinámico y de alto riesgo de la aviación, navegar con correcciones de rumbo implica hacer ajustes en el rumbo o la trayectoria de vuelo de una aeronave para mantener el rumbo o la ruta deseados.
En su artículo Cómo la brújula moral se mantiene en el azimut, la capitana Kimberly Kopack escribió que "Un azimut ligeramente incorrecto, sólo uno o dos grados fuera de rumbo, tiene efectos mínimos a corto plazo. Pero una pequeña discrepancia, con el tiempo o la distancia, puede desviarle significativamente del rumbo". Los líderes deben ser expertos en reconocer cuándo es necesario un cambio de rumbo y ejecutarlo con eficacia.
7. Establecer puntos de control
Los pilotos utilizan los puntos de control para seguir el progreso de la aeronave y estimar el tiempo que tardará en alcanzar el siguiente waypoint o destino.
Los objetivos a corto plazo funcionan como un ejemplo de establecimiento de puntos de control que permiten a los líderes seguir el progreso y hacer los ajustes necesarios.
También proporcionan una sensación de logro y motivación a medida que se alcanza cada hito, contribuyendo en última instancia a la realización de la visión global.
8. Utilizar la colaboración y el trabajo en equipo
En la aviación, múltiples profesionales trabajan juntos para garantizar la seguridad de los vuelos. Desde los pilotos y los auxiliares de vuelo hasta los controladores aéreos y las tripulaciones de mantenimiento, la colaboración es esencial.
Al igual que se necesita todo un equipo de aviación para crear una gran experiencia de vuelo, en el liderazgo se necesita un equipo para fomentar una cultura de trabajo en equipo y de colaboración entre funciones.
9. La conciencia situacional es importante
En aviación, los pilotos necesitan mantener un conocimiento constante del estado de su aeronave, las condiciones meteorológicas, el tráfico aéreo y otras variables para garantizar la seguridad de las operaciones.
Los líderes que poseen conciencia de la situación están en sintonía con la dinámica interna de su organización, las condiciones externas del mercado y los estados emocionales de los miembros de su equipo.
La antigua CEO de PepsiCo, Indra Nooyi, hizo gala de una gran conciencia situacional en el mundo empresarial. Al reconocer el cambio en las preferencias de los consumidores hacia opciones más saludables, Nooyi llevó a la empresa a diversificar su oferta de productos e invertir en prácticas sostenibles, demostrando su capacidad para adaptarse a las cambiantes demandas del mercado en una industria de bebidas competitiva.
10. Gestionar las crisis
En un entorno en el que las decisiones tomadas en fracciones de segundo pueden significar la diferencia entre la vida y la muerte, la gestión de crisis no es sólo una habilidad: es una forma de vida.
El capitán Chesley "Sully" Sullenberger es conocido por su extraordinario liderazgo durante el vuelo del "Milagro en el Hudson".
Cuando los dos motores del vuelo 1549 de U.S. Airways fallaron tras chocar contra una bandada de pájaros, Sullenberger tuvo que tomar decisiones rápidas. Evaluó la situación, se comunicó eficazmente con su tripulación y ejecutó con éxito un aterrizaje de emergencia en el río Hudson, salvando la vida de los 155 pasajeros y miembros de la tripulación.
La capacidad de un líder para tomar decisiones emocionalmente inteligentes en momentos de crisis es fundamental para la seguridad de todos los miembros de la organización.
11. Supervise continuamente
Al igual que los pilotos confían en una serie de instrumentos y datos para supervisar el progreso de su vuelo, los líderes deben establecer mecanismos de supervisión continua como comprobaciones periódicas, informes de progreso y circuitos de retroalimentación para identificar posibles desviaciones en una fase temprana y hacer los ajustes necesarios.
Cuando Mary Barra asumió el cargo de CEO de General Motors durante un periodo de importantes desafíos para la empresa, GM inició rigurosos controles de seguridad, incluida la evaluación de los defectos y las retiradas de vehículos, para recuperar la confianza de los consumidores. El énfasis de Barra en la supervisión y la evaluación ha dado lugar a una empresa más receptiva y centrada en el cliente.
Poniendo en práctica algunas de estas lecciones, los líderes pueden mejorar su eficacia y guiar a sus equipos hacia el éxito.