Neurocientífica uruguaya creó un tratamiento revolucionario con células madre: su plan para llevarlo al mundo
Cristina Bertolotto patenta ante la FDA una técnica innovadora que aplica en Uruguay. Las claves que la llevaron de su Salto natal a ser una referente de la medicina internacional.

Cristina Bertolotto es única en su especie. Es médica, pero también es científica y este doble rol le permitió hacer un descubrimiento revolucionario, llevarlo a la práctica y ver sus resultados en acción. Hace más de 34 años que esta neurocientífica uruguaya trabaja con células madre. 

"En las enfermedades degenerativas también hay regeneración", esta premisa y su curiosidad sin fronteras la llevaron a encontrar células madre donde nadie había buscado. Con las células que halló en la grasa, Bertolotto pudo acelerar el proceso de curación de lesiones en deportistas de primera línea como el tenista Pablo Cuevas o el futbolista Diego Lugano. Pero también ve resultados sorprendentes en enfermedades que aún no tienen cura como la esclerosis lateral amiotrófica (ELA). 

En entrevista con Forbes Uruguay, Bertolotto compartió las últimas revelaciones de su investigación, cómo puede aplicarse de forma masiva y las pálidas que tuvo que enfrentar por ser pionera en el negocio de la medicina. 

¿Cómo fue el proceso de encontrar células madre que nunca habían sido descubiertas en la grasa? 

La primera vez que vi en un micros copio células madres fue en el hospital Cedars-Sinai, en Estados Unidos. 

Soy microscopista electrónica y con un grupo que investigaba sobre diabetes empezamos a ver unas basuritas en el páncreas de personas fallecidas y quise saber más. 

Descubrimos que eran realmente células madre y tratamos de publicarlo, pero nos dijeron que no, que eran bacterias y contaminación de nuestros preparados. 

Cristina Bertolotto

Pero veíamos que esas células chiquititas crecían y se transformaban en células betas. Ese trabajo está escrito y guardado. Hoy en día nos publicarían en seguida, pero en ese entonces no nos creyeron. 

Así empecé. Después encontré células madre en un tejido de grasa que me acercó un colega al laboratorio. Las marcamos y vimos que el tejido graso tiene tres tipos de células madre: dos que estaban descritas- las mesenquimales y las muse- y las pluripotenciales. 

Estas son aún más pequeñitas y fueron las que empecé a utilizar para hacer los tratamientos en mis pacientes con resultados increíbles. Las pluripotenciales permiten regenerar todo tipo de tejido, mientras que las mesenquimales regeneran, por ejemplo, cartílago, hueso o músculo, pero no neuronas o células cardíacas. 

¿Qué pudiste regenerar o curar a raíz de su aplicación? 

Como soy neurocientífica, mi objetivo siempre fue ayudar a la regeneración del sistema nervioso. Estoy por patentar y publicar el protocolo de un trata miento para pacientes con ELA y enfermedades degenerativas porque los resultados son increíbles. 

En ELA tengo a una paciente que sigo hace cuatro años y vamos por cinco tratamientos. Cuando llegó tenía temblores y no era capaz de agarrar un vaso, estaba en un estado bastante avanzado de la enfermedad. 

Hoy empieza a poder comer sola, los temblores se le fueron hace un año y puede caminar con ayuda. Ella siguió todos mis consejos, las células madre, pero también educación física, fisioterapia y dieta. 

Esa enferme dad aún no tiene cura esto no es la varita mágica, pero con el tratamiento se mejora la calidad de vida. Me sorprenden los resultados en ELA y en enfermedades pulmonares. 

Cristina Bertolotto

¿Qué efectos tiene en otras enfermedades avanzadas como EPOC? 

Son pacientes que vienen con falta de oxígeno y a los 15 o 20 días cambian, dejan de ser oxígeno-dependientes. También se controlan otras enfermedades como diabetes, insuficiencia cardíaca, renal o hepática, es increíble cómo regeneran el tejido. 

Lo primero que hacen estas células es vascularizar donde está mal el tejido y generan una masa sana de tejido en el órgano que sea. 

¿Qué costo tienen los tratamientos? 

En la región salen entre US$ 4.000 y US$ 6.000. En Estados Unidos, los mismos tratamientos van a salir entre US$ 10.000 y US$ 20.000.

¿Cuánto te ayudó ser médico a la hora de aplicar tu investigación científica? 

42 44 FOCUS Todos mis proyectos de investigación son basados en cómo aplicar eso a los pacientes para que mejoren. Ese siempre fue mi gran diferencial. 

Pude encontrar las células madre, yo misma hacer el tratamiento clínico y, si tenía dudas, volver al laboratorio. 

Las células madre están de moda y se ven hasta en los cosméticos, ¿eso ayuda o banaliza? 

Es un problema. Para los que traba jamos seriamente esto desprestigia el trabajo. Te dicen que una crema tiene células madre y es mentira, o están muertas y su valor desapareció. Hay gente que va a un curso de tres días y abre una clínica con tratamientos de células madre. 

En Florida (Estados Unidos) hay una ebullición de clínicas de células madre de gente que no tiene título. Muere gente por atenderse en esos lugares y después empiezan a cerrar las clínicas, las malas y las buenas. 

Cristina Bertolotto

¿Cómo se puede aplicar tu técnica de forma masiva?

Yo no puedo patentar la célula, pero sí las técnicas y protocolos con los que se arma como una cajita con todo lo referente a esa patente. Después vendés esa caja a los hospitales. 

En esa transacción hay un compromiso de que todo se tiene que hacer como se indica, de forma sistematizada y, si se salen, tienen que pagar multas por infringir la patente. 

¿En qué etapa del patentado estás? 

Formé parte del grupo de personas que ayudaba a la FDA -Administración de Alimentos y Medicamentos en EEUU- a establecer cómo trabajar con células madre. 

Hoy en día estoy en la etapa de obtener su aprobación para hacer tratamientos con células madre. Una vez que esté valida do por la FDA, otros países lo aprueban. Mi sueño es ese, que mis tratamientos de células madre se hagan en todo el mundo. 

¿Cuánto tarda ese proceso?

Depende. Para el ELA no hay trata miento y cuando rompes barreras en donde no hay nada la FDA ayuda a que sea más rápido. Capaz aprueban el protocolo para esta enfermedad primero y luego otras. 

Puede tardar dos, tres meses o un año. 

¿El científico se adaptó a sacar rédito económico por sus descubrimientos? 

En este país seguimos teniendo este pensamiento de que sos científico y tenés que sufrir porque no te dan plata. Durante ocho años estuve encargada de las patentes en el hospital Cedars-Sinai de Estados Unidos y entendí que lo que se investigaba con una vueltita extra podía tener una aplicación comercial. 

Agradezco haber tenido esa formación porque me cambió la mentalidad, ahora no puedo pensar en nada si no implica hacer un producto y comercializarlo. 

Si hablás con chicos jóvenes que están haciendo investigación a veces te dicen: "¿cómo pue do inventar algo?" y eso también te choca porque tampoco sos tan crack ni es todo tan rápido. Pero cuando tus investigaciones mueren en la par te académica en realidad no ayudan a la sociedad. 

Lograste recuperar en tiempo récord a famosos deportistas, ¿es la solución ideal para las lesiones? 

El tratamiento con células madre en deportistas acorta el periodo de recuperación porque regenera tejido sano a corto plazo. 

Si esperas que el tejido se regenere a tiempo normal va a de morar cuatro meses y va a quedar una fibrosis que hace que el músculo vuelva a romperse, por eso siempre tienen lesiones en el mismo lugar. 

Las células madre regeneran, por lo menos, tres o cuatro semanas antes y además no hace fibrosis; evita lesiones posteriores. 

Cristina Bertolotto

¿Qué caso fue el que más te impresionó?

Pablo Cuevas se quebró el pie y tenía el ATP en Uruguay. Desde que se quebró hasta el día del campeonato había cinco semanas. Le pusimos células madre en la fractura. A la tercera semana ya estaba practicando en la cancha. 

Una cicatrización de hueso lleva entre seis y ocho semanas, a la cuarta estaba con la raqueta y, a la quinta, compitió y ganó. 

Así como se usa para frenar el avance de enfermedades, ¿tiene efecto para pausar el envejecimiento? 

Yo vivo en Los Ángeles, imaginate que en Hollywood está todo lo que sea anti-age. Hago tratamientos de antienvejecimiento intravenosos. 

No vas a volver a los 20, pero el envejecimiento se enlentece. Yo me lo hago y notás más energía. Y a pacientes mayores que quizás tienen problemas de memoria los ayuda a recordar más las cosas por la vascularización del cerebro. 

¿Qué legado te gustaría dejar a quienes recién empiezan? 

Por más que todo el mundo te diga que no, seguí con tu idea. Si estás con vencido de que va a servir para algo, está bien. También es un orgullo haber llegado adonde llegué siendo mujer. 

Siempre fui la única mujer entre muchos hombres. Por suerte ahora eso cambió, es importante que cada cual respete el lugar del otro. Siempre hablo de eso con mis hijas y mis estudiantes. 

¿Quiénes te ayudaron a forjar tu personalidad disruptiva? 

Mi familia, que es completamente atípica. Éramos tres varones, mi mamá y yo, vivíamos en Salto. Cocinaba el que llegaba primero, mis hermanos sabían coser y planchar y yo arreglaba mi moto; todos hacíamos todo. 

Mi espíritu innovador es sobre todo de mi papá y lo minuciosa de mi mamá, que era nurse instrumentista. Mi papá fue el que trajo los invernaderos al Uruguay. 

Nos quedábamos hasta la madrugada en el galpón creando cosas y siempre fui muy estimulada por ellos a buscar lo que yo quería hacer. De niña me sentaba en el cordón de la vereda a mirar los caminos de hormigas, sin saberlo, esas eran mis primeras investigaciones.

FOTOS: DIEGO OLIVERA

*Este artículo fue publicado originalmente en Forbes UY del mes de diciembre de 2024