En el cambiante panorama empresarial actual, generar confianza entre los empleados es un ingrediente clave de un liderazgo eficaz. La confianza es la base sobre la que se construyen unas relaciones laborales sanas, una comunicación abierta y el compromiso de los empleados.
Los líderes que dan prioridad al fomento de la confianza con sus empleados cosechan numerosos beneficios, como una mayor satisfacción laboral, una mayor colaboración, un mayor bienestar y un mejor rendimiento general.
¿Por qué generar confianza es tan difícil para tantos líderes?
La respuesta está en la naturaleza furtiva de la confianza. Para empezar, la confianza es un intangible. Por ejemplo, si alguien le dijera: "Vaya a fomentar la confianza con su equipo", ¿qué haría exactamente? La confianza no es una acción. Es un resultado basado en una serie de acciones.
Además, la confianza depende de cada persona. Aunque vos estés seguro de haber creado un vínculo de confianza, la otra parte implicada puede discrepar. Por ejemplo, en la Encuesta sobre la Confianza en las Empresas 2023 de PwC, el 84% de los directivos de empresas piensan que los clientes confían mucho en la empresa, pero sólo el 27% de los clientes dicen lo mismo.
Otra razón por la que a muchos de los líderes actuales les cuesta generar confianza es porque adoptaron inconscientemente una serie de hábitos de liderazgo de los líderes que les precedieron.
Este legado de liderazgo heredado es uno en el que el liderazgo eficaz significaba mandar y controlar, y los líderes "fuertes" ejercían su autoridad a través del miedo. Los líderes de hoy que se aferran a esta mentalidad anticuada se aferran a una receta para el fracaso.
Puntos ciegos del liderazgo
Aunque te esfuerces por alcanzar la excelencia en todo lo que hace, vos (y todos los líderes) sos humano. Como seres humanos con cerebros humanos, tenemos sesgos cognitivos. Estos sesgos son errores sistemáticos de pensamiento basados en la forma en que el cerebro intenta procesar e interpretar la información del mundo que nos rodea. Algunos de estos sesgos, si no se controlan, pueden causar estragos en la eficacia del liderazgo.
Pensá en estos sesgos particulares como puntos ciegos del liderazgo.
Los puntos ciegos del liderazgo pueden ser difíciles de erradicar. Daniel Kahneman, premio Nobel y descubridor de los sesgos cognitivos, lo comprendió cuando escribió:
"Somos ciegos a nuestra ceguera. Tenemos muy poca idea de lo poco que sabemos. No estamos diseñados para saber lo poco que sabemos". Dada la naturaleza escurridiza de la confianza, es importante detectar los puntos ciegos del liderazgo que hacen que los empleados confíen menos en vos. Después de todo, el primer paso para no caer en las trampas es reconocer que existen.
Hay tres puntos ciegos clave en el liderazgo que dificultan la confianza. Son los siguientes:
- El Error Fundamental de Atribución
- La sombra del liderazgo
- El falso efecto de consenso
El error fundamental de atribución
¿Alguna vez has reprendido a un empleado o compañero por no responder a uno de tus correos electrónicos, pero te has inventado una excusa para no responder al correo electrónico de otra persona? Este es el Error Fundamental de Atribución (EFA) en acción. El FAE se refiere a la tendencia humana a atribuir el comportamiento de otra persona a su carácter, mientras que atribuimos nuestras propias acciones a una situación externa. Es una forma cómoda de autoexigirse menos.
En lo que respecta a la confianza, vos marcás la pauta como líder. Tu gente reflejará la intención que percibe en vos. Si te acercas a las relaciones dudando de las intenciones de los demás, sin duda ellos dudarán de las tuyas. ¿Su creencia básica es que la confianza sólo llega después de ganársela? ¿O se da por supuesta hasta que se demuestre lo contrario?
En el fondo, el liderazgo es una relación. No importa si confiás en vos mismo. La verdadera cuestión es: ¿Confían los demás en vos? Para evitar el FAE, empieza por ser más consciente de vos mismo. Date cuenta de cuándo juzgas las acciones de alguien basándote en un "defecto de carácter" percibido.
Cuando te encuentres juzgando a otros, en lugar de precipitarte a sacar conclusiones, considera alternativas para explicar el comportamiento. También podés considerar situaciones anteriores relevantes.
Además, puedes utilizar la indagación para obtener más información de ellos sobre lo que está pasando. Esto te ayudará a tomar una decisión más informada (y tranquila) sobre la situación y la relación de cara al futuro.
La sombra del liderazgo
El hecho es que, vivas donde vivas o tengas el nivel de liderazgo que tengas, te están vigilando. Ahora mismo. Si dirigís a personas, las personas a las que dirigís están estudiando tus palabras y acciones en busca de signos y señales. Buscan pistas de conexión. Quieren saber si pertenecen a la tribu, si se les aprueba y si su futuro lugar en la tribu está asegurado.
No te tomes este escrutinio como algo personal. No se trata sólo de vos. Esto les ocurre a todos los líderes. Sin embargo, aunque no deberías tomarte el escrutinio como algo personal, sí deberías tomarte muy a pecho sus consecuencias.
Una vez que asumís el papel de líder, te ven de otra manera. Vive en el punto de mira y bajo el microscopio. Tu gente se pasa las noches y los fines de semana pensando en vos, preguntándose qué pensás de ellos. Lo irónico, por supuesto, es que probablemente no estés pensando en ellos. Está pensando en todas las demás cosas que tiene que hacer.
Si querés ser un líder eficaz, tenés que aceptar ser el centro de atención. Es parte integrante de tu trabajo. Aprovecha su calor para amplificar tu mensaje. Sin embargo, también tienes que ser consciente de la sombra que proyecta esa luz.
Debido a tu papel, la gente te atribuirá todo tipo de cosas que pueden o no tener nada que ver contigo. También se inventarán historias sobre lo que significan esas cosas. Y, en ausencia de una comunicación abierta y clara por su parte, esas historias tenderán hacia lo negativo. Esto erosionará la confianza.
Como la gente ve cada movimiento que haces, querrás asegurarte de que haces los movimientos correctos. Estar siempre alerta de lo que haces y dices es uno de los hábitos más importantes que deben cultivar los líderes.
La autoconciencia requiere trabajo. Además, no basta con ser consciente de todo lo que se hace y se dice. También es importante estar atento a lo que no se hace y no se dice. Al fin y al cabo, el no comportamiento también envía un mensaje, y también se pone bajo el microscopio y se analiza.
El falso efecto de consenso
Alguna vez te sorprendiste pensando: "Yo envié el correo electrónico, ¡ellos deberían saber qué hacer!", o "¿No se dan cuenta de lo importante que es esto?". Estos pensamientos son señales de advertencia de la presencia del Efecto de Falso Consenso. Este sesgo cognitivo es la tendencia a sobrestimar hasta qué punto los demás están de acuerdo con nosotros. Esto lleva a las personas a creer que sus propias ideas son típicas y que la mayoría de los demás comparten las mismas creencias.
En las organizaciones, entre objetivos, plazos, partes interesadas y expectativas, ya se concede un enorme valor a la obtención de resultados. Sin embargo, el falso efecto de consenso a menudo hace que los líderes busquen resultados pasando por encima de las personas que intentan conseguirlos.
Al dar por sentado que todo el mundo está de acuerdo, los líderes imponen sus decisiones sin comprobar lo que piensan los demás. No hace falta estar muchas veces en el extremo receptor de una apisonadora para que desaparezca la confianza.
La forma de combatir el falso efecto de consenso es sencilla. Da un paso más para conocer la opinión de la gente. Consejo profesional: Asegurate de no fingir este paso. Todo el mundo se da cuenta cuando los líderes piden opiniones pero ya tomaron una decisión.
Pedir opiniones de boquilla es peor que no pedirlas. Como regla general, si trabajas para que tu comunicación sea un diálogo en lugar de un monólogo, estarás en el buen camino para erradicar este punto ciego del liderazgo.
La confianza es el hilo invisible que teje el tejido de las empresas de éxito. Es el catalizador de la conexión, la comunicación y la colaboración eficaces. Para navegar con eficacia por las complejidades del lugar de trabajo actual, tenés que ser consciente de los tres puntos ciegos clave del liderazgo que obstaculizan la confianza y, a continuación, intentar superarlos.
*Con información de Forbes US