En alianza con el sol: Uruguayo creó empresa dedicada a acelerar la descarbonización y ya trabaja con compañías de talla mundial
Andrés Friedman, cofundador y ceo de Solfium, los planes de su empresa dedicada a acelerar la descarbonización de las grandes compañías por medio de la energía solar. Levantó us$3 millones en 2023, se posicionó en México y piensa en Latinoamérica.

Solfium nació con el propósito de ayudar a las grandes compañías a acelerar los procesos de descarbonización de su cadena de valor a través de la energía solar. 

Fue cofundada por el uruguayo Andrés Friedman en 2021 y crece a una tasa de 300% al año. Este crecimiento exponencial y su facturación a doble dígito en el último año la posicionaron entre las cinco empresas de energía solar en México en el segmento de generación distribuida. 

"Ha sido un crecimiento muy rápido", describió en diálogo con Forbes Uruguay el CEO de Solfium, que fue destacada como una de las promesas del 2024 por Forbes México. 

Ahora, junto a sus socios Juan Osuna y Zac Magnan y sus 56 colaboradores apuestan a expandirse por América Latina utilizando el país azteca, donde hoy tienen su principal operación, como trampolín. 

Con la tecnología como diferencial y un modelo de negocios escalable, la compañía nacida en Canadá tra baja en varias iniciativas con grandes clientes como Coca-Cola, Santander, Michelin y Scotiabank, y en otros 600 proyectos en clientes de menor porte. El modelo de negocio de Solfium parte de la base de los compromisos de las grandes empresas para reducir sus emisiones. 

"Se comprometieron a ser carbono neutrales para 2050. Esto significa que todas las emisiones de la empresa, en toda la cadena de valor, sean carbono neutral", precisó el empresario. Esto representa un importante reto para las grandes compañías, con miles de proveedores, trabajadores y distribuidores en la cadena de valor, que para conseguir su objetivo deben impactar en ellos y medir ese impacto. 

"Un ejemplo es Coca-Cola en México, que tiene 1.2 millones de almacenes y tiendas en su cadena de valor. El desafío es desplegar soluciones, medir y reportar lo que está pasando; ahí entra Solfium", remarcó Friedman. 

Andrés Friedman, CEO de Solfium. 

A través de una app, se cotiza la solución en base al consumo de energía, luego Solfium se encarga de instalar los paneles solares en casas, comercios y fábricas y brinda opciones de financiamiento que se suman a los incentivos que brinda el cliente corporativo a esos eslabones que forman parte de su cadena. 

"Es cuestión de mostrar la oportunidad, que vean que realmente el gasto en la factura de luz es menor. Invertís y empezás a ahorrar. Además, tener el respaldo del corporativo fue fundamental, porque la empresa les va mostrando el camino", resaltó Friedman. 

"La idea es que el cliente final pueda ir avanzando de forma fácil y, una vez que se instala el sistema con la app de Solfium, vea en tiempo real su impacto y sus ahorros", agregó. Como un paso más dentro de su estrategia, la firma lanzó los créditos de carbono que se desprenden de esos ahorros de energía. 

"Estamos haciendo que una empresa corporativa pueda sacar créditos de carbono a partir de ayudar a su empleado a tener energía solar en su casa o a su proveedor en su tienda. Es un cambio total, porque permite acceder a estos créditos en operaciones más chicas", describió el cofundador de Solfium. 

EL DESAFÍO DE ESCALAR 

Friedman se dedicó en los últimos años a levantar capital para apalancar el desarrollo de su firma nacida en Canadá. "En 2022 comenzamos con los primeros clientes corporativos y en 2023 vimos que teníamos la proyección como para levantar una ronda de inversionistas profesionales. 

Ahí hicimos una que incluyó fondos de Noruega, Estados Unidos, Canadá y México, donde levantamos más de US$ 3 millones. Con eso llevamos la estructura a otro nivel y pudimos invertir más en la plataforma", afirmó el empresario. 

"Ahora acabamos de lanzar una Serie A para seguir invirtiendo en tecnología. Para crecer en nuestra estructura y lanzar nuevas funcionalidades que piden nuestros clientes. Estamos en conversaciones con algunos fondos y eso va a tomar unos meses", apuntó. 

En términos de impacto ambiental su negocio que tendrá 3.9 GW de capacidad instalada en energía solar para 2033 redunda en 70 millones de C02 que los clientes habrán reducido para ese año por la implementación del sistema, lo que equivale a haber plantado 173 millones de árboles. 

 

¿Su próxima meta? 

Expandirse por toda América La tina desde México. "El crecimiento del sector fue lento en la región. En otros países hay incentivos y ha sido más rápido", reflexionó. Un ejemplo es el de Alemania. Allí el nivel de penetración de energía solar es ocho veces superior al de México, que tiene mayor radiación solar. 

DE VUELTA A LATINOAMÉRICA

Friedman partió desde el Aeropuerto de Carrasco rumbo a Canadá a sus 18 años con la idea de regresar a su país. "Me gradué en la época de la crisis en 2003 y, dada la situación acá, me quedé unos años a trabajar allá. Primero trabajé en General Electric y después tuve la oportunidad de entrar a Bombardier, donde estuve 16 años". 

En Bombardier lideró el área de proveedores y logística de su planta en México y durante los últimos seis años dirigió el área de aviones privados. Aunque no estuviera estrechamente ligado al rubro de la energía, su experiencia en Bombardier le dio el impulso que le faltaba para emprender: 

"Sentía que si logré hacer tremenda carrera en Bombardier sin saber nada del sector, lo que viniera lo podía aprender". 

En una maestría en la que sació su inquietud por saber de nuevas tendencias y diferentes sectores, conoció a uno de los cofundadores de Solfium, que venía del sector de la exploración petrolera. 

"Al tercer cofundador lo conocí en Bombardier, porque era proveedor nuestro. Reconecté con él en diciembre de 2019 y me cuenta de una idea que tenía —todavía en servilleta— de crear un modelo tecnológico para facilitar la adopción de energía solar", recordó. 

Así fue como se originó la empresa que debe su nombre a la conjunción entre "sol" y "fium" como onomatopeya de la velocidad con la que esperan acelerar la adopción de la energía solar en el mundo corporativo.

 

FOTOS DIEGO OLIVERA

*Este artículo fue publicado originalmente en Forbes UY del mes de octubre de 2024