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Gustavo Zerbino
Liderazgo

Ecos de la montaña: Gustavo Zerbino compartió las enseñanzas que aplica en la vida y en los negocios

María Noel Durán

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Accionista y director del laboratorio Cibeles, que factura US$ 68 millones al año, el empresario y sobreviviente de la tragedia de los Andes habló de su filosofía de vida, las claves para ser un buen líder y la importancia de ser "buena persona".

9 Septiembre de 2024 07.30

A Gustavo Zerbino se le quiebra la voz y la emoción repentina lo obliga a hacer una pausa. Con los ojos humedecidos y envuelto en un silencio sepulcral habla del infierno de la montaña ante la mirada atenta de más de 300 asistentes del Forbes Best Employers Summit. 

Tras la entrevista, reconocerá que la emoción no suele abrazarlo tanto, salvo cuando -como esta vez-, la conexión con sus recuerdos es tan fuerte que lo lleva a volver a sentirse a 3.500 metros de altura, entre el volcán Tinguiririca y el Cerro Sosneado, en el Valle de las Lágrimas de la Cordillera de los Andes.

Se recupera en compañía de los aplausos que lo alientan a ir por más. Habla de liderazgo, de trabajo en equipo, de gestión de la adversidad y la teoría se vuelve palpable gracias a su experiencia inspiradora.

Zerbino es accionista y director del laboratorio Cibeles, una empresa familiar uruguaya líder en farma, agro veterinaria y nutrición que factura US$ 68 millones al año. El laboratorio, propiedad de las familias Zerbino y Fostel, tiene 190 empleados, produce para el mercado local y en algunas de sus líneas de negocios exporta el 30% a Latinoamérica.

Gustavo Zerbino. Foto: Diego Olivera
Gustavo Zerbino. Fotos: Leonardo Mainé

Gustavo Zerbino también preside hace dos décadas y de forma honoraria CEFA, la cámara de especialidades farmacéuticas que aglutina a todos los laboratorios de investigación científica del país.

Padre de seis hijos y dueño de una gran vocación de servicio, su historia como sobreviviente de la tragedia de los Andes es conocida mundialmente.

En esta entrevista con Forbes Uruguay, repasa cómo aplicó los aprendizajes de aquella experiencia en la vida y en los negocios. ¿Qué enseñanzas te dejó la adversidad?

Es muy difícil estar sentado en un hotel como el Hyatt, que me lleves a la montaña y recrear aquella situación. Todos los seres humanos a lo largo de la vida tienen su cordillera. En mis conferencias sobre gestión de la adversidad, lo primero que digo es que hay que pulverizar el sistema de creencias limitantes. Nosotros en un segundo pasamos del confort, de la alegría, de cantar, a estar a 4.000 metros de altura, a -40°, 73 días en un lugar donde no hay vida.

Pero lo importante es que tenemos que ir al punto de partida, si nos hubieran dicho el primer día que íbamos a estar 73 días, nos moría- de Ventas, Carolina Harley, hija de Roy Harley (sobreviviente de la tragedia de los Andes), es la directora técnica.

¿Cómo te preparas para enfrentar esos desafíos?

Siempre estoy preparado para lo peor y espero lo mejor. No me importa lo que va a pasar porque sé y estoy convencido de que pase lo que pase voy a dar mi mejor versión.

¿Qué rol juega el equipo en esa mejor versión?

Lo primero que aprendimos en la cordillera es que cuando "yo" se convierte en "nosotros" la fuerza de los seres humanos, de los equipos, de las empresas, de las familias, de los países, es ilimitada. Y para ello hay que bajarse del caballo de la arrogancia, de la soberbia, de la omnipotencia, de los egos. No había egos en la cordillera porque estábamos en el lugar más profundo del infierno...

Te emocionaste...

Es muy lindo no perder la capacidad de emocionarse y de conectarse con la vida. A veces nos perdemos la parte más importante que nosotros tuvimos que desarrollar en la cordillera: estar presentes un segundo más.

Por eso digo que soy una persona feliz que agradece estar vivo, despertarse todas las mañanas es motivo de alegría, vivo podés hacer muchas cosas. La vida es una experiencia. Venimos a aprender, a distinguir lo esencial de lo secundario y lo más importante: a ser felices. Tenés que asumir la responsabilidad de tu destino. Hablás de dar la mejor versión ante la adversidad. En la cordillera vos eras considerado el médico por haber estudiado tres meses en la Facultad de Medicina...

¡No sabía nada! Roy Harley era especialista en comunicaciones porque un día armó una radio Spika, sacó las baterías y las puso. Te das cuenta de que el éxito y el fracaso no existen, es puro cuento. Solo existe el aprendizaje.

La nuestra es una historia de errores y fracasos. Y en la vida se tienen que levantar solo una vez más que las veces que se caen. Hay que seguir creyendo cuando todo te dice que es imposible. Las cosas posibles demoran un ratito, pero las imposibles sólo un rato más, para eso solo tenés que querer.

La motivación es lo que impulsa a tomar acción y depende del sincero deseo. 1.440 minutos tenemos por día para ser felices, utilicémoslos en las cosas que nos gustan.

Gustavo Zerbino. Foto: Diego Olivera
Gustavo Zerbino. Fotos: Leonardo Mainé

En tu presente está Cibeles, una empresa uruguaya exitosa y referente del rubro farma. ¿Cómo comenzó la compañía y cómo le va hoy en día?

Cibeles es una empresa familiar que arrancó en 1977 con la línea de veterinaria. En el año 80 empezamos con la línea farmacéutica, representando a MSD (Merck Sharp & Dohme), uno de los laboratorios más grandes del mundo y en ese año empezamos también con agro.

Es un laboratorio uruguayo líder en salud animal, vegetal y humana, hoy en día tenemos 190 empleados. Este año, en Farma, somos el primer laboratorio en facturación en lo que va de enero a julio entre los laboratorios nucleados en CEFA y estamos muy contentos, con un equipo extraordinario en Cibeles.

En 2023, facturamos US$ 68 millones. Exportamos a varios mercados de América Latina, en algunas líneas el 70% se queda en el mercado local y el 30% va para el exterior.

¿Qué aprendizajes de la montaña aplicás en el negocio?

En la montaña para sobrevivir tuvimos que trabajar en equipo y aprendimos que la confianza era fundamental. Hoy el eslogan de Cibeles es: "confianza que genera resultados".

Conformar un equipo extraordinario es fundamental, trabajar todos atrás de un objetivo común. En el laboratorio planificamos todos los años las actividades y después las ejecutamos y las controlamos mes a mes para llegar a los objetivos.Yo soy siempre la misma persona.

¿Qué filosofía de trabajo rige en la empresa?

Es una empresa que tiene un clima de trabajo excelente. Se hace muy ameno porque todos somos parte de la solución. Cuando nos va bien, triunfamos todos y cuando nos va mal, nos va mal a todos.

Es una empresa familiar y nos gusta trabajar así, hoy estamos en la cuarta generación de mi familia en la empresa. Mi hijo Sebastián Zerbino es gerente de Productos, Andrés Martínez es el gerente de Ventas, Carolina Harley, hija de Roy Harley (sobreviviente de la tragedia de los Andes), es la directora técnica.

El director médico es Rodrigo Fernández Zerbino, el hijo de mi hermana María Celia, que también se encarga de Cibeles Nutrition, una línea muy completa de nutrición humana. Juan Andrés Fernández Zerbino, mi sobrino, es gerente de planta. El presidente del directorio de Cibeles es Daniel Zerbino, mi hermano,

que dirige la compañía y aparte maneja la línea de agro. Ana Fostel es directora de Cibeles, al igual que Pablo Zerbino, ex presidente de la Asociación Rural y de Hereford.

Parece que tenés energía de sobra, ¿te imaginás seguir en el futuro al frente de Cibeles?

Mi tío Ricardo Zerbino, que fue ministro de Economía, tiene 88 años y sigue trabajando.

Trabajar cuando haces lo que te gusta no existe, haces lo que te gusta y a veces te pagan, es una satisfacción poder agregar valor a este país.

Además, tenemos gente valiosa que nos renueva, por ejemplo, la hija de mi hermano Daniel, Inés Zerbino, que es gerente financiera. Hay oportunidades de renovarse y reinventarse, como el caso de la gerenta de marketing, Ana Díaz, que entró de telefonista cuando tenía 18 años y hoy es mi mano derecha. Nosotros logramos que las personas puedan hacer un plan de carrera, desarrollarse y, así, no tienen techo.

¿Cómo resulta producir en Uruguay en el contexto actual?

Cibeles tiene líneas de investigación y desarrollo increíbles. Hoy intentamos fabricar más barato para competir con mercados en los que producir es mucho más económico.

Uruguay tiene un gran problema de productividad interna, de costos y un atraso cambiario importante que hace que sea difícil porque el salario es un factor muy determinante, pesa mucho en Uruguay.

Gustavo Zerbino. Foto: Diego Olivera
Gustavo Zerbino. Fotos: Leonardo Mainé

¿De toda crisis nace una oportunidad?

Sí, sino la vida sería muy aburrida.

Nosotros cambiamos todos los manuales de supervivencia que existían, porque no los conocíamos y generamos unos nuevos. Ensayo y error. Me quedé ciego en la primera expedición, porque me rebelé a creer que cuando volvieran en febrero, cuando se fuera la nieve, íbamos a ser todos cadáveres.

¿De dónde sale el coraje de pasar a la acción?

De la pasión, de la perseverancia, de estirar los umbrales de la paciencia, del dolor, del compromiso, de la responsabilidad, te enseña que la única forma de tener resultados extraordinarios es haciendo acciones extraordinarias.

Estamos rodeados de millones de cosas que alguien soñó y alguien más hizo. Por eso, genio no es el que tiene la idea sino quien lo hace, el que tiene la valentía. Lo importante no es lo que pasa, sino lo que hacés vos con las cosas que pasan.

¿Y cómo te convertís en líder en ese contexto?

El líder es el que cuando ve problemas no los transmite, se los guarda. El verdadero liderazgo tiene que estar basado en el amor, la vocación de servicio y el ejemplo.

Tú tenés que transformar la realidad, pero lo primero que tiene que cambiar es uno mismo, la manera de pensar, de hablar, de hacer. La fuerza que tienen las palabras es increíble. Parrado dijo: "Lo que más confianza me dio a mí era la confianza que mis amigos tenían en mí".

Resaltás el valor de estar en el presente, ¿qué postura tomás ante lo incierto?

No se puede avanzar mirando el espejo retrovisor. Si quiero vivir el presente y el futuro tengo que mirar a mi alrededor y confiar en lo que viene. Me preparo con la gente que me rodea.

¿Cómo te preparás en los negocios?

Hay tres cosas mágicas. La primera es bajarse del caballo de la soberbia, ser humilde; la segunda es aceptar que solo no puedo y pedir ayuda, una persona que pide ayuda hace participar al resto, lo hace sentir importante y sentirte importante en una organización es vital. Y la otra es cuando te equivocás, rápidamente pedí perdón, porque si vos pedís perdón y sos el jefe, cuando tus empleados se equivocan van aprender a pedir perdón.

Hoy las empresas más grandes del mundo hacen simposios para compartir los mayores errores que cometieron. El error que se comparte, se transforma en aprendizaje; se ahorran millones de dólares y muchísimo tiempo.

En tu rol de empresario, ¿qué mirás a la hora de sumar a alguien a tu equipo?

Lo más importante cuando voy a contratar gente no es la formación y todo lo que saben. Lo miro a los ojos, hablo con él y veo si es una buena persona, le pregunto por cosas que te conectan. Una persona no miente con los ojos. A una buena persona enseñarle es fácil, pero con alguien que sabe mucho, si no es una buena persona, perdiste.

PRODUCCIÓN: GABRIELA VIERA
FOTOS: LEONARDO MAINÉ

*Este artículo fue publicado originalmente en Forbes UY del mes de Agosto de 2024

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